Capítulo 14

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AMOR

El aura triste que rodeaba a Howard era notable a simple vista para todos.

No, no creía que estuviera muerto, sabía que Steve estaba vivo, pero eso no evitaba que le desesperarse el hecho de no tener noticias de él. Y el que todos pensaran que el Capitán América ya no existía, no ayudaba en nada.

Miraba atento las placas de identificación que él mismo había hecho para Steve.

Decidió hacer unas placas para su pareja, pues se había dado cuenta que no tenía. No sabe por qué razón en el campamento donde era recluta para el proyecto no le habían dado placas a Steve, o tal vez si se las dieron pero las perdió. El caso es que Howard quiso hacerle unas.

Se las colocó, haciendo que así las placas de identificación que había hecho para Steve estuvieran chocando con las suyas.

Se levantó y se encaminó hacia la tienda donde se encontraba el coronel Phillips.

Al llegar, pudo escuchar las palabras del coronel, dictándole a un cabo lo que tenía que escribir en la carta que estaba haciendo.

«Senador Brandt.

Hoy, lamento reportar que el Capitán Steven G. Rogers desapareció tras las líneas enemigas el día tres.

El sondeo aéreo ha sido infructuoso. En consecuencia, debo declarar al Capitán Rogers... Muerto en acción».

La sola idea casi hizo que Howard se cayera al suelo.

Se incorporó, caminando hacia donde estaba el coronel.

—Regresó el vuelo de vigilancia —informó—, no hay señal de actividad.

El coronel le ordenó al cabo que estaba escribiendo la carta, salir de la tienda.

Cuando estuvieron solo los dos, empezó a hablar.

—Stark, eres intocable —le dijo el coronel—, eres rico y eres el proveedor número uno de armas.

Howard levantó una ceja, eso ya lo sabía.

—Pero ¿Cómo te sientes al saber que el hombre adorado del país ha muerto?

—Me importa muy poco si el hombre adorado del país muere —respondió serio—, lo que en verdad me afecta, es pensar que le pudo haber pasado algo a mi hombre adorado.

El coronel se quedó sin palabras, ¿Acaso había escuchado mal?

En eso, pudieron oír la algarabía de la gente que estaba afuera.

—¿Qué es lo que está sucediendo allá? —preguntó el coronel.

Howard salió corriendo hacia donde se encontraban todos. Tenía esperanza en que cualquier cosa que sucediera era algo que le diera buenas noticias de Steve.

Y, por primera vez desde que el rubio se había ido, puro respirar verdaderamente.

Vio como a lo lejos venía glorioso el Capitán América, seguido de un montón de hombres que lógicamente son los rescatados en la misión.

Todos los reclutas presentes le hicieron camino a Steve y aplaudían cuando este pasaba a su lado.

Howard sintió como el coronel pasaba a su lado y se dirigía hasta donde estaba el capitán.

—Hay hombres que requieren atención médica —escuchó que dijo Steve—. Quisiera entregarme para acción disciplinaria, señor.

Oh no, eso sí que no.

Un Stark | Stoward - StonyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora