Capítulo 31

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SENTIMIENTOS

Pasaron cerca de doce días desde que habían llegado a la base.

Steve no podía quejarse, su mente estaba últimamente bastante ocupada como pasar pensar en cosas que le partían el alma. Entrenaba casi todo el dia, y en sus ratos libres –que por lo general eran en la tarde/noche– se dedicaba a actualizarse en esto del nuevo mundo. Por supuesto que con la ayuda de Tony.

El castaño le enseñaba películas, canciones, series, le narraba los sucesos más significativos de los últimos tiempos, e incluso le estaba enseñando a como usar el rectángulo tecnológico. «Celular» le llama él.

Admitía que ese tiempo que pasaba con Tony lo disfrutaba, era interesante saber todas esas cosas nuevas. Además, se divertía mucho con los comentarios del contrario.

—Entonces si presionas aquí ya estarías haciendo la videollamada —terminó de explicar el castaño.

—Impresionante —susurró—. ¿Entonces así puedo ver y hablar con cualquier persona en cualquier lugar del mundo?

—Sep —decía, mientras se levantaba de la cama del rubio.

—Muchas gracias por ayudarme con esto, Tony.

—No es nada. Siempre estoy dispuesto a ayudar a los ancianitos, en especial a ti, que te perdiste varias cosas en tus años como... Capipaleta.

—¿Capipal-? ¿Qué?

Tony solo soltó una suave risita y se tiró en su cama.

Eran las tres de la mañana y Steve no podía dormir, no sabía por qué, simplemente no podía conciliar el sueño.

Había decidido caminar por la base, pero tuvo un pequeño altercado con un guardia. Al parecer no estaba permitido dejar la habitación en horas de sueño.

Cuando regresó a su cuarto, buscó algo en el pequeño cajón de su mesita de noche. Cuando al fin lo encontró, se sentó en la cama.

Antes, cuando no podía dormir –casi siempre por estar lejos de Howard– le ayudaba mucho dibujar. Así que eso haría.

Comenzó a hacer suaves trazos en su nuevo cuaderno de dibujo. Los lápices especiales se sintieron algo extraños al inicio, pero luego de unos minutos se acostumbró, debía admitir que eran muy buenos, dependiendo del tipo de efecto que quería lograr usaba unos más específicos que otros.

Estaba dibujando sin saber realmente qué. Su mente estaba divagando en sus pensamientos, demasiado ocupada como para prestar atención en que era aquello que estaba plasmando en el papel.

Ya habían pasado cerca de cuatro meses desde que despertó en este nuevo mundo. No puede negar que al principio fue difícil, muy difícil, pero ahora lo sobrellevaba mejor. El siglo XXI no era tan malo, por lo que había visto se atrevía incluso a decir que era un buen tiempo para vivir.

Pensó que se había adaptado relativamente rápido. En realidad, más rápido de lo que imaginó. Y en parte eso se lo debía a Tony.

Tony...

Rió cuando recordó lo mucho que se había estado quejando estos últimos días luego de terminar los entrenamientos, decía que se sentía peor que si una aplanadora le hubiese pasado encima.

«Bueno, no se llama “entrenamiento intensivo” por nada». Le había dicho al castaño.

Miró un poco hacia al frente, directo hacia la cama del contrario, notando la suave luz azul del reactor que era lo único que impedía la oscuridad absoluta de la habitación.

Un Stark | Stoward - StonyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora