Capítulo 30

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POSTRE

Tony rió nerviosamente.

—Ah, si, resulta que solo hay una habitación para los dos, ¿Qué cosas, no? Creo que olvidé decirte.

Steve arqueó una ceja, no muy convencido.

—¿Cómo es que en un sitio tan grande como éste no haya una habitación de sobra, señor? —le preguntó el rubio a Nick.

—Las personas que están en entrenamiento exaustivo tienen una sección aparte, y en dicha sección todas las habitaciones son dobles, en este momento solo hay una disponible, capitán. Se suponía que usted sería el único que no tuviera  compañero de habitación, pero no contábamos con la presencia de cierta persona.

—Y ese soy yo —dijo Tony con una sonrisa mientras levantaba una mano.

—¿Y no hay ninguna posibilidad de darle una aparte a Tony?

—¿Qué pasa, Steve? —preguntó el castaño—. ¿No quieres compartir habitación conmigo? ¿Por qué? Si yo huelo rico —dijo mientras hacía un puchero exagerado.

—No es que no quiera, Tony. Es que es... incómodo.

—Te aseguro que no, son dos camas separadas, y son muy cómodas.

El capitán suspiró. Rendido.

—Está bien, qué más da.

—Ya que arreglaron sus problemas, caballeros, pueden seguirme —dijo Fury mientras caminaba.

Unos minutos después, ambos llegaron al ala sur de la base de S.H.I.E.L.D., donde pasarían la mayor parte del tiempo del siguiente mes.

Era una zona prácticamente independiente, con un comedor aparte.

Al llegar a su habitación, Fury los dejó, diciendo que a las ocho deberían estar en la zona de entrenamiento.

Ciertamente la habitación era bastante grande, con dos camas a cada extremo, dos closets, unos libreros, mesitas de noche, escritorios y un baño interno.

Steve dejó sus cosas sobre la cama que estaba a la derecha, la que estaba al lado de la única pared con ventana de la habitación. Miró por el cristal, observando un campo de entrenamiento y, más allá, varios árboles.

Tony, por su parte, empezó a acomodar la ropa en su closet, para luego ser imitado por Steve.

Al terminar, el rubio tomó su conjunto deportivo negro y se volteó, encontrándose con un Tony sin camisa, con el torso completamente descubierto.

Los colores se le subieron al rostro de inmediato. Tony tenía un cuerpo marcado, no demasiado, pero si se le notaba que se mantenía en forma.

—¿Qué pasa, Cap? ¿Nunca has visto a un hombre sin camisa? —dijo mientras retiraba sus pantalones y se quedaba solo en ropa interior

Steve en ese momento se tapó los ojos rápidamente.

Tony rió al ver la acción del rubio.

—¡Tony! —decía mientras hacía presión sobre sus ojos con las manos — ¡Vístete!

El nombrado continuó riendo mientras se colocaba el pantalón deportivo.

—¿Te da vergüenza?

La respuesta era obvia, solo preguntó para molestar un poco al capitán.

—S-si... Solo, es... No lo sé. Incomodo.

—A ti todo te parece incomodo —comentó—. ¿Entonces no podré pasearme desnudo por aquí? Vamos Steve, también es mi habitación.

Un Stark | Stoward - StonyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora