Un Stark | Stoward - Stony

Capítulo 48

GUERRA
(PARTE II)

Y todo se había ido al carajo. Ese era el resumen que Tony podía dar.

El maldito de T'challa había intentado asesinar a Bucky con su supertraje de gatito pensando que él había sido el culpable de la muerte de su padre. Los habían atrapado y ahora Barnes estaba preso y Steve hablando con la rubia oxigenada mientras él estaba siendo regañado por el secretario Ross.

—¿Sabes que esto podría considerarse una violación a los acuerdos, Stark?

Tony era realmente consiente de ello. Sabía que era cierto.

—En las prioridades de mi vida, Steve viene siendo algo así como, uhm, no sé —decía mientras fingía pensarlo minuciosamente—. ¡El maldito primer lugar! Así que si me quieres arrestar por ayudar a mi hombre, entonces hazlo.

—Stark, él ni siquiera ha firmado. Esto es serio.

El castaño suspiró.

—Bien, escucha, yo lo arreglo. Hablaré con él.

Y así lo hizo. Se acercó hasta donde estaba Steve, quién tenía su mirada perdida.

—¿No me regresarán mi escudo, cierto? —preguntó el rubio.

—Tecnicamente es propiedad del gobierno —respondió Natasha, quién ahí se encontraba.

—Tecnicamente es mío, Howard lo hizo para mí.

—Tecnicamente es propiedad Stark, así que por herencia, me pertenece —dijo Tony.

Steve suspiró, Tony se sentó a su lado.

—Ross quiere que los procese —informó—. A tí y a Wilson. A mí no me haría nada porque dirá que solamente fui a buscar a mi novio descarriado. Y al gatito... Bueno, a él tampoco le pasará nada.

—¿Y lo harás?

—Maldición, Steve, ¡No! Firmé los acuerdos pero nunca haría nada en tu contra.

El rubio sonrió de manera desganada.

—A esto me refería con decisión de pareja. ¿Ves como afecta nuestra vida, Tony?

—¿Afecta? Dios, ¿Es que acaso no lo ves? Si estás aquí en esta oficina y no en una celda por criminal es porque yo firmé y estoy metiendo mi mano por ti. ¿Y qué si no lo hubiese hecho? Los tres estaríamos encerrados. ¿Y si eso hubiese pasado? ¿Quién ayudaba a Barnes?

Ambos se quedaron en silencio unos instantes. Steve observaban las pantallas de las cámaras de seguridad.

—Oye, ¿Te enseño algo cool? —preguntó el castaño, sacando un juego de plumas, poniendolas delante de Steve—. Es de los expedientes de mi padre. Muy apropiado.

Steve vio las plumas con atención.

—Fue con las que firmó la autorización para empezar el proyecto renacimiento. O sea, hacerte Capisexy.

El rubio sonrió, tomando una de ellas.

—Y con esta firmé el consentimiento para proceder.

—Vaya, que buena memoria.

—Tones...

—Escucha, Steve, entiendo tu punto —comenzó diciendo, mientras suspiraba con cansancio—. Pero podemos llegar a un acuerdo. Tú y yo. Lo llamaremos “Los acuerdos de pareja” ¿Te gusta? A mí me gusta.

—¿Qué quieres decir?

—Aun no hemos hecho nada que no se pueda remediar. Firma, Steve. Enviarán a Bucky a un centro psiquiátrico en casa y no a Wakanda, a prisión, donde su rey lo quiere asesinar.