Capítulo 19

3.5K 459 167
                                    

SOLEDAD

El dolor que sintió al estar despidiéndose de Steve no fue nada comparado al que sintió cuando ya no lo pudo escuchar. Pues en ese momento pudo percibir como, cada fibra, cada parte de su ser, se quebraba.

El cambio de escuchar la voz de su amado a escuchar solo estática fue desgarrador.

—¿Steve? —llamó, con la vaga esperanza de obtener una respuesta.

Pero no obtuvo ninguna.

—¿Cariño?

Nada, silencio.

Howard olvidó como respirar, sus piernas le fallaron y no pudo mantenerse de pie.

Cayó al suelo, gritando el nombre del rubio tan alto que casi se desgarra la garganta al hacerlo.

Su llanto también había subido de volumen, siendo casi tan sonoro como sus gritos.

Los Comandos Aulldores llegaron asustados por los gritos. Todos se posicionaron al lado del coronel Phillips, queriendo nunca haber visto esa escena.

Howard Stark, tirado en el piso, pataleando mientras lloraba y gritaba fuertemente el nombre de Steve.

El dolor que rodeaba a Howard era tan fuerte, que todos los que lo observaban lo podían sentir.

Pero por respeto, nadie lo interrumpió.

El coronel se sentía muy mal por Stark. Pues cuando al fin había encontrado felicidad y estabilidad, se las habían arrebatado rápida y cruelmente.

Howard quería que todo esto fuera solo una pesadilla, la más cruel y horrible de todas, pero de la cual pronto saldría, y cuando despertara, iba a encontrarse a Steve tranquilamente durmiendo a su lado, abrazándolo por la cintura como siempre lo hacía.

Pero no, no era así.

El dolor que sentía era tal, que prefería la muerte antes de seguir lidiando con él.

Sacó, con sus manos temblorosas, el arma que tenía asegurada en su cinturón, y la apuntó a su propia sien.

Todos los que estaban presentes reaccionaron de inmediato, corriendo hacia él para que no lo hiciera.

—¡Stark!

El coronel fue el primero en llegar, quitándole muy fácilmente el arma y tirandola al otro lado de la habitación.

Todos los demás lo sostuvieron para que de pudiera sentar bien en el suelo, apoyando su espalda en una pared.

—¡Stark, maldición, cálmate!

—¿¡Qué me calme!? —gritaba entre sollozos—, ¿¡Cómo demonios quiere que me calme!? ¡Mi prometido se acaba de estrellar en el hielo! ¡Mi maldita vida se acaba de estrellar en el hielo!

El coronel le hizo una señal a los demás para que se fueran y los dejaran solos a ellos dos.

Cuando ya todos se habían ido, le puso una mano a Howard en el hombro.

—Él no hubiese querido esto.

Esas palabras al menos hicieron que lo mirara.

—Si tanto lo amab- amas. Si tanto lo amas entonces debes pensar en que él hubiese querido que fueses fuerte ¡Incluso te lo dijo! Stark, ¿Cómo crees que se sentiría si supiera que a los dos minutos de haberse sacrificado, tú vienes y te matas solo porque si? Eres Howard Stark, por Dios.

—Howard Stark no es nada sin Steve Rogers —le dijo fríamente.

—¿Y cuando aún no lo conocías?

Un Stark | Stoward - StonyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora