Capítulo 23

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PROMESA

—No es tú culpa, Steve. Ni siquiera lo pienses. El único culpable aquí es Howard. Si estaba enamorado de ti, y si no te podía olvidar, entonces no tenía que haber formado una familia.

El rubio volteó a ver a los ojos a Tony, esos ojos marrones que tanto le recordaban a Howard.

—Y-yo... No me presenté antes como se debe —le dijo, en un intento por cambiar el tema.

Tony rió levemente al escuchar eso.

—Sé de ti desde toda mi vida, creo que sé bastante bien quién eres y como eres, así que están de sobra las presentaciones.

Steve sonrió suave, secándose las lágrimas con los pañuelos.

—Pero en cambio yo, no sé mucho de ti.

—Creo que te he contado bastante de mi pasado hoy. En realidad te conté la parte que nadie sabe, porque para el mundo, la Stark, era la familia perfecta.

Tony quería pasar más tiempo con Steve, había soñado toda su vida en el momento en que lo pudiera conocer, pero era consciente que tendría que esperar un tiempo para hablar con él como quería, pues ahora estaba en su proceso de asimilar las cosas.

Así que lastimosamente –para él– tuvo que levantarse de donde estaba y dirigirse a la puerta.

—Son las... —empezó, mientras veía su reloj—, once y media de la noche, me voy.

—Espera, ¿A dónde?

—A mi habitación, claro a no ser que quieras que duerma contigo.

Steve negó con rapidez, la sola idea le parecía extraña.

—Bien, entonces me voy. Mañana hablaremos mejor.

Al salir Tony de la habitación, ambos suspiraron.

Lo cierto es que ninguno pudo dormir esa noche.

Tony tenía una mezcla de emoción y tristeza. Emoción por tener a Steve tan cerca de él, estaba verdaderamente feliz de haberlo encontrando al fin, después de tanto tiempo cumplió su sueño, y el de su padre... Esa era la razón de parte de su tristeza. No era nada lindo ver a Steve llorar, y menos si era por su propio padre.

A pesar de que su llanto fuera silencioso, Tony sabía perfectamente de que Steve estaba sufriendo demasiado, no solo por la muerte de –lo admitía– el amor de su vida, sino también por despertar solo en un nuevo mundo en el cual él sabía que no encajaba.

Sabía que eso sucedería, era un doloroso proceso por el cual Steve tenía que atravesar, no era algo que se pudiese saltar por arte de magia, no podía hacer nada para evitar que sucediera, pero lo que si podía hacer era estar al lado del Capitán, apoyándolo, haciendole ver qué si podría encajar, y eso es justo lo que haría.

Steve, por su parte, solo se sintió morir en aquella habitación. El pensar en que su existencia había cambiado drásticamente. Ya no estaba ahí la perfecta vida que tenía antes de estrellarse en el hielo, ya no estaba ahí su perfecto Howard.

Se preguntaba que fuese hecho él si Howard hubiese sido quien se chocara en el hielo.

¿Habría hecho una nueva vida? ¿Se hubiese enamorado de nuevo?

Él sabría la respuesta, pues estaba solo, sin Howard, así que lo que sucediera de ahora en adelante tal vez hubiese sido lo que fuese hecho.

O tal vez no.

Es que, ahora había un factor que influía, y era que ya no estaba en su mundo. Se sentía totalmente perdido.

Se levantó del sillón donde estaba sentado y miró por la ventana de la habitación, observando la calle.

Un Stark | Stoward - StonyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora