Painful Heat

22K 876 139
                                    

Resumen: Minnie entra en celo y está castigado.

Jungkook y Yoongi eran por supuesto unos alfas muy estrictos, nunca dejaban que el pequeño Jimin se tocara sin su permiso, aunque habían varios juguetes sexuales guardados en su armario

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Jungkook y Yoongi eran por supuesto unos alfas muy estrictos, nunca dejaban que el pequeño Jimin se tocara sin su permiso, aunque habían varios juguetes sexuales guardados en su armario.

Pero ese día despertó con una gran erección y sus novios no estaban en casa, por lo que decidió desobedecer, no esperaba que llegaran temprano, tampoco que lo descubrieran cabalgando sobre un gran dildo celeste. Se ganó un gran castigo. Los alfas aprovecharon la proximidad al celo del omega para prohibirle todo contacto con ellos durante ese tiempo y escondieron sus supresores. Jimin lloró como nunca, dejó que sus novios le follaran la boca pero ni eso funcionó para que ellos lo perdonaran. Sería un completo sufrimiento para él, estar solo en un celo no era nada fácil, menos aún si tenían un lazo formado. Estaba muy acostumbrado a recibir la ayuda de sus alfas si entraba celo, era un mimado. Pero ellos usaron esa voz de mando que lo ponía bajo completa sumisión.

La primera noche de celo despertó sudando y sintiendo una gran humedad en la parte trasera de su pijama. Su desesperación fue tanta que intentó montar a Yoongi mientras este dormía, ya que tenía el sueño profundo. Solo consiguió más rechazos que le hicieron soltar más sollozos durante el resto de la noche y la mañana siguiente.

Y claro, los alfas no se sentían nada bien al hacer ello, pero intentaban ser firmes, aunque Jimin no les hacía la tarea fácil, soltaba demasiadas feromonas y sus lloriqueos los volvían locos. Claro que no les gustaba verlo así, era muy doloroso pasar el celo sin atención o supresores. Ni siquiera lo pensaron bien cuando en esa mañana lo dejaron solo en casa, su corazón dio un brinco al ver a su pequeño Jiminnie en la cama, hecho una bolita, soltando sollozos, seguía llevando su pijama y había una gran mancha en su trasero, él solo quería un poquito de atención. Los sollozos se convirtieron en lloriqueos de dolor al percibir el olor de ambos alfas, se sentía rechazado, Jungkook y Yoongi no lo querían más. El menor fue el primero en acercarse, detestaba ver así a Jimin. Se sentó al lado del omega y acarició su rostro, este abrió sus ojitos para mirar a su novio.

— No llores, mi amor. Estoy contigo.— Le susurró amoroso, aunque eso solo logró hacerlo llorar más.

— P-pero... Alfas no m-me quieren.— Su voz sonaba quebrada por todo el llanto.

— Eso no es cierto, precioso. Te amamos demasiado.— Interrumpió Yoongi, quien había permanecido apartado. Jimin fue a parar a los brazos de su menor, ya que el otro alfa había sido muy rudo con él en la mañana, había logrado tirarle de la cama y se lastimó un poco. Estaba un poco asustado.— Hey, bebé. Ven conmigo.— Con cuidado tomó al omega y lo sentó sobre sus piernas, sintiendo como luego terminaba por acurrucarse contra su pecho, buscando amor.— Lo sentimos mucho, mi amor. Intentamos ser estrictos contigo y fuimos crueles. Pero te amamos, Minnie.

Poco a poco el llanto del omega se fue deteniendo, estaba más tranquilo ahora. Aunque seguía estando caliente, pero no pensaba decir nada acerca de ello. Para él era suficiente el solo estar con sus novios. Sin embargo, ellos sabían que su Jiminnie estaba necesitado.

Jungkook empezó a dar caricias sutiles sobre sus muslos, recibiendo ligeros jadeos de parte de su novio.

— N-no, Kookie. Estoy... Bien.— Intentó sonar convincente, fallando.

Sus labios fueron tomados entre los de su novio mayor, se dejó llevar porque, era obvio que estaba necesitado. Las manos de su novio menor fueron hasta su cintura y le hicieron cambiar de posición, con sus piernas a cada lado de las caderas de Yoongi, sobre la erección de este, que aún seguía cubierto por su ropa.

Sonrió por el rápido trabajo de Jungkook, había despojado a Yoongi de sus jeans y ropa interior, mientras que sus pantalón de pijama también fue bajado hasta dejar su trasero libre para frotarse contra su mayor, adoraba eso. Se separó de Yoongi para empezar a autopenetrarse, saltando con rapidez, era un desesperado y sabía que a sus novios les gustaba eso. Pronto sintió su entrada ser forzada— K-kook.— Se quejó, ahora dos grandes pollas estaban abusando de su apretada cavidad anal. Eso no le molestaba en lo absoluto, tener a ambos alfas en su interior lo hacían gozar en demasía.

Montaba con rapidez a sus alfas, sintiéndolos hasta lo más profundo en su interior. Ni siquiera estaba seguro de que duraría, porque estaba muy sensible, había esperando por esto desde que su celo empezó. Evitar el orgasmo a los pocos minutos fue imposible, así que siguió moviéndose encima de sus novios. Por supuesto, no esperó sentir ese líquido caliente en su entrada por parte de ambos. Ni mucho menos la forma en que los nudos de sus novios parecían querer llevarlo a lo máximo.— N-no... S-sáquenlo. Por... F-favor.— Lloriqueó, dolía, eso era mucho.

Nunca recibía ambos nudos en su interior, estaba expandido demasiado al momento en que estos se terminaron de formar. Se escondió en la curvatura del cuello de su novio mayor, sintiendo a Jungkookie dejar ligeros besitos en su espalda y hombros.— Lo siento, bebé.— Susurró el menor.

— D-duele... Alfas tontos.— Comentó Jimin entre lloriqueos.— Tienen prohibido tocarme lo que resta del celo.— Amaba tomar venganzas y esa era una buena oportunidad, ya que de seguro su trasero dolería mucho, no querría que le hicieran el amor pero tampoco dejaría de soltar esas feromonas que volvían locos a sus alfas. La venganza era muy buena.

— ¿En serio, princesa? Y yo que pensaba hacerte el amor todo el día, tal como te gusta.— Escuchó la ronca voz de Jungkook, eso no era justo, sabían que eso le excitaba.

— Pues no pueden.— Siguió en contra, aunque su labio inferior tembló un poco, no quería que lo notaran.

— Así que quieres ser una mala princesa, bebé.— Musitó Yoongi.

— Yo diría que es una perra, hyung.— Respondió el menor, sabían que a Jimin le agradaba ser tratado así.

— S-sí.— Fue lo único que necesitaron para saber que ese día solo le harían el amor en todos los lugares posibles.

Les quiere,TheOneWhoHunts

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Les quiere,
TheOneWhoHunts.

Mon AngelsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora