Resumen: Yoonie, Minnie y Gukie son pareja predestinada.
Ser un vampiro le daba muchas ventajas, había vivido durante el suficiente tiempo como para conocer a muchas personas, algunas de las que aún recuerda los nombres y otras no. Viajaba por el mundo cada vez que quería y consiguió una gran riqueza. Pero si había algo que detestaba de ser un vampiro era el tener que esperar por una pareja. Además odiaba tener que tomar sangre de otras personas, sin embargo, estaba obligado a hacerlo hasta que su pareja predestinada llegara, sólo entonces su sed sería saciada.
Cuando cumplió su primer milenio de vida pensó en darse por vencido, por más que buscara, que conociera muchas más personas, no encontraba a la indicada o el indicado. Su suerte fue mucha cuando años más tarde mientras vivía cerca de una manada de lobos que descubrió que su pareja era un pequeño y adorable cuadrúpedo, en un principio quizás estuvo un poco molesto al pensar que ese tierno omega era demasiado menor para él, pero no, había cumplido sus cincuenta años, la edad perfecta para emprejarse. Su nombre, Park Jimin. Luego de un poco de cortejo se decidió a marcarlo, en realidad sólo le mordió para saciar su sed. El mejor sabor que había probado en su puta vida.
En la actualidad mordía a ese tierno chico cada vez que tenía oportunidad y a este parecía no molestarle. Todo era perfecto. Realmente lo era.
Las cosas empezaron a ir un poco mal luego de que un día como otros salieron a hacer unas compras matutinas, sí, a pesar de ser un vampiro podía salir ante la luz del día sin muchos problemas, aunque al ser más pálido podía quedar con la piel algo roja. Estaban tranquilos recorriendo el pasillo de los cereales, buscando el de chocolates que tanto le encantaba a Jimin, cuando lo encontraron, era un humano y aún así el dulce olor hizo que quisiera morderle en ese mismo instante, no sólo fue él, su omega también sintió la atracción. ¿Cómo infiernos era eso posible? Ellos ya eran una pareja formada, el maldito destino quería joderlos. Pero no podía hacer nada contra ello, sabía que ese chico también sería parte de su vida de ahora en adelante.
En ese momento simplemente se olvidó de las estúpidas compras y tomó a su omega para ir juntos a casa y saciar un poco de la ansiedad. Hablaron sobre ello, le dieron muchas vueltas al asunto, ambos necesitaban de aquel chico que habían visto días atrás. Tuvieron que sufrir durante muchos días más antes de volver a encontrar a ese chico, sí era un humano, llamado Jeon Jungkook, joven en realidad, pero era normal ya que era un simple humano. Pero ese simple humano lo necesitaban para siempre a su lado. Intentaron acercarse a él de forma sutil, Yoongi ejerció uno de sus labores favoritos, ser maestro, de Jungkook para ser específicos, se convirtió en su maestro de música. Así se ganó su confianza y lo llevó varias veces a su hogar para tener una agradable comida con su esposo, Jimin.
Jungkook dio el primer paso, fue una simple pregunta. "¿Qué opinan del poliamor?" Fueron sus palabras exactas. Luego de una larga charla, finalmente Jimin y Yoongi dejaron ver sus intenciones con el menor, así como se mostraron como criaturas no tan humanas. Se sorprendieron cuando el menor no dijo nada extraño ni gritó, aparentemente le gustaba estudiar acerca de las criaturas sobrenaturales.
Sí, en esa misma noche hicieron el amor incontables veces y se marcaron sin parar. Sus almas completas se entrelazaron.
Les quiere,
TheOneWhoHunts.