Resumen: Minnie y Gukie son hermanos, Yoonie su padre.
Jeongguk se levantó en la misma cama que su hermano Jimin, ambos tenían esa manía, no importaba lo que pasara, nunca podían dormir separados.
Bajó las escaleras con lentitud, para encontrar a su padre sentado en la mesa, bebiendo café, como todas las mañanas.− Papi, tengo hambre.− Dijo apenas llegó a su lado, sentándose en otra de las sillas.
− Buenos dias a ti también, Kook.− Le dijo a su hijo mientras se levantaba para hacerle algo de comer comer a él y a su hermano, Jimin.− ¿Minnie todavía no despierta, cariño?
− Uh, creo que todavía no, papi Yoongi.
− Anda a despertarlo, bebé.
Como un chico obediente se levantó para ir a despertar a su hermano, subió a la habitación que ambos compartían y se tiró a la cama, cayendo encima de Jimin, este se despertó asustado y con un ligero puchero.− Hola, Minnie.− Le mostró una de sus mejores sonrisas a su hermano.
− Buenos días, Kookie. ¿Qué hora es? − Estiró sus labios para recibir un besito, cosa que no tardó en suceder.
− Son casi las ocho, hyung. Papá dijo que bajáramos a comer.− Como si fuera por obra de magia ambos se levantaron y bajaron corriendo.
− ¡Papi! ¡Papi! − Ambos chicos peleaban entre sí para conseguir la atención del mayor, sirviendo de nada, a su papi no le gustaba cuando se comportaban así.
− Siéntense.− Dijo con voz firme el mayor para luego poner tres platos con comida encima de la mesa.
Comieron en silencio, ya que a su papi no le gustaban que hablaran con la boca llena, una vez que terminaron, limpiaron todo. Después los tres terminaron recostados en el sillón, recibiendo muchos mimos de parte de Yoongi. Ambos no podían estar más felices, su rutina era simplemente perfecta.
Les quiere,
TheOneWhoHunts.