Resumen: Si Minnie no hubiese llegado a calmar a Gukie.
Jiminnie estaba en una salida de campo de su facultad, se había ido la noche anterior, no esperaba que el celo de Kook llegara tab pronto, necesitaba quitarse al alfa o darle supresores, pero, ¿cómo se lo quitaría de encima?
Chilló cuando sus manitas fueron sostenidas por el alfa, llevándolas hacia su espalda, mientras que lo mantenía con el pecho pegado al colchón y el culo en alto.- Mi precioso omega, te ves tan bonito.
Él tenía una pequeña peculiaridad, cuando estaba en sí, y era simplemente Yoongi, le encantaba el dolor, amaba el ardor de los golpes y la fuerza y poder ejercidos sobre él, pero cuando era el omega quien se hacía cargo y estaba en su celo, era completamente diferente, al omega le gustaba infringir el dolor y no tenerlo. Por lo que, no le molestó en absoluto que las embestidas de Kookie fueran tan rápidas y profundas, probablemente provocando que la piel de su trasero rebotara, durante los últimos meses había aumentado de peso, lo que hacía que su siempre abdomen plano, ya no lo fuera, y que al mismo tiempo todo su cuerpo se volviera más rellenito. Y al parecer, esto le gustaba al alfa, que no dejaba de decirle lo bonito que se veía, cuan buen omega era.
− A-alfa.− Su cabeza estaba reposando contra la almohada, su voz era apenas un susurro.− ¡Alfa! − Gritó esta vez cuando sintió que su punto especial era tocado con certeza una y otra vez.
− ¿Qué sucede, omega? − Jeon tomó y jaló cabellos rubios del mayor para alzar su rostro, sonriendo al escuchar un pequeño llanto proviniendo del bonito omega.
Yoongi sentía que no podía respirar, no recordaba lo que quería, y cuando menos lo esperó, llegó a un fuerte orgasmo que lo dejó laxo.
− Te hice una pregunta. Responde.− Dijo el alfa.
Un golpe fue dejado en uno de sus glúteos, estaba seguro de que quedaría rojo.− Quiero a Minnie.− Sollozó el nombre del omega, necesitaba que volviera, necesitaba su olor. Jungkook era un raza pura, más fuerte que cualquier otro, y definitivamente lo iba a destruir si se quedaba el resto del celo con él.
− Minnie no está aquí.− Su cuerpo era tan maleable que de un momento a otro ya estaba en otra posición, sus tobillos sobre los hombros ajenos, llegaba tan profundo. La mirada azul de Kookie le daba un poco de miedo.− Así que debes satisfacer a tu alfa.− Estiró su manito para encontrar el peluche que pertenecía a su omega, Minnie dormía con él así que tenía todo su olor impregnado, lo ayudaría a calmarse hasta que el alfa quedara dormido y pueda engañarlo para tomar supresores.
Y así lo hizo, no exactamente esa misma noche, pero sí al día siguiente, o dos días después, no lo recuerda. Estaba tan cansado cuando durmió viendo que poco a poco la mirada del alfa volvía a ser avellana, ese color que tanto amaba.
Les quiere,
TheOneWhoHunts.