Resumen: A Yoonie le gusta tener cosas en su boquita.
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− Papi...− Yoongi movió sus caderas sobre las de su novio menor, Kookie.
− Sabes que no vas a lograr convencerme, cariño.− Jungkook ni siquiera le estaba prestando la mínima atención mientras continuaba trabajando en la computadora, justo detrás de él.
Estaba desesperado, demasiado. Hace unos pocos días habían visitado a la psicóloga, para controlar un poco su fijación oral, que en los últimos días se había desarrollado en todo su esplendor. El punto es, que la estúpida psicóloga, les dijo a sus novios que no podían dejarle chupar sus pollas, todo eso ocurrió después de una bochornosa conversación en la que aceptó que los chupaba cada vez que quería mantener algo en su boquita.
− Kookie.− Soltó un sollozo falso mientras se recostaba sobre el pecho de su adorado novio.
Finalmente, Jungkook pareció prestarle atención, pasando sus brazos sobre la cintura desnuda del pequeño chico.− Sabes que tampoco me gusta mucho esto, cariño. Pero es necesario para todos, en especial para ti, mi amor.
Y no dijo nada más, chupando su dedito con una carita inconforme. Él lo quería y lo iba a obtener a como diera lugar.
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Yoongi salió de la habitación en dirección a la sala, ahí encontró a Jimin sentado en uno de los sillones.
− Minnie...− Llamó con una voz melosa a su adorable novio.
Jugó un rato con un lacito que tenían sus braguitas hasta que al fin su novio le prestó la debida atención, dejando su libro de lado.− ¿Qué sucede, mi amor? − Escuchó el dulce susurro del menor.
− Yoonie necesita a su papi...− Hizo un puchero mientras se acercaba con un ligero movimiento de caderas. Cayó de rodillas frente a él, sabía muy bien que a Jimin le gustaba verlo como un pequeño sumiso.− Por favor, daddy...
− Cariño, sabes que no puedo darte lo que quieres.− Una suave caricia en su mejilla fue lo único que recibió.
− ¡Quiero!- Gritó fuerte. Lo necesitaba tanto, estaba perdiendo su paciencia.
Jimin apretó sus mejillas con un poquito de fuerza.− Eres un pequeño malcriado, ¿no es así? Escucha, cielo. Si soportas dos días más así y eres bueno y dejas de chupar tus dedos, entonces hablaré con Kookie para poder darte lo que necesitas, ¿bien?
Puso un rostro pensativo, era mucho tiempo para él y estaba tan cerca, podía inclinarse un poco y bajar el pantalón de pijama de su novio, sabía que no tendría ropa interior. Pero por otro lado, si esperaba, podría ser tan bueno, incluso ambos menores podrían follar su boquita al mismo tiempo, lamió sus labios ante la idea.
− Está bien...− Finalmente aceptó.
− Muy bien, cariño. Ahora, quiero que te sientes en esa silla, realmente necesito dibujarte.
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Habían pasado dos días, los dos días que su novio le había dado y justo ahora estaba viendo a sus dos menores simplemente recostados en la cama, tan calmados como siempre.
− Minnie.− Sin pedir permiso se sentó en las piernas de su tierno novio. Mas solo recibió un pequeño sonido en respuesta.− Park Jimin.− Volvió a llamar.− Prometiste algo y yo lo quiero ahora.
− Amor~. No te enojes, bonito.− Una gordita mano rodeó su cintura.− Pero es que estoy cansado.
− No es cierto...- Interrumpió Kook.− Sólo quiere molestarte.
Yoongi mantenía su ceño fruncido, necesitando demasiado aquello que pedía. Mandó todo al jodido infierno e hizo lo que debió haber hecho desde un principio. Con sus manitos deslizó en pantalón que cargaba Jimin y sí, no llevaba ropa interior.
Con sus manitos tomó el miembro de su novio para empezar a bombearlo rápidamente, él no iba a esperar. No se preocupó por Jungkook, sabía lo mucho que él adoraba observar y no participar.
Pasó un corto tiempo masturbando a su pareja, ya que éste no tardó en endurecerse, tan sensible. Pronto tomó la punta del miembro en su boquita, soltando un gemido a gusto, al fin. Chupó con vehemencia cada segundo que duró, los gemidos de Jimin eran cada vez más fuertes y roncos al mismo tiempo.− Joder, Yoongi. Realmente lo querías, me estás tomando tan bien.− De un momento a otro el menor había tomado sus cabellos para empezar a follar su boca, su respiración estaba tan inestable que dolía, pero no pensaba dejar ir esa oportunidad.
Porque sabía que esto se repetiría mucho lo que resta del día.
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