VodooQueen

¿La vida? o ¿La muerte?

Un mes después. Escuela de Hyperion.

Todo estaba en silencio hasta que se escucho una voz que gritaba emocionada, era Karla que al parecer había recibido una buena noticia de parte de sus padres.
—No lo puedo creer, chicas, no lo puedo creer.—
—¿Qué es lo que no puedes creer? Karla.—
—Acaba de llamarme mamá y me dice que en esta semana de receso  iremos de campamento. ¡Yay!.—
—Me alegro por ti.—
—Si, también yo.—
—Pensé escuchar un; ¡si amiga! ¡que genial! ¡es estupendo! Pero veo que no. A ver ¿qué le pasa a las dos?.—
Hanna toma la palabra y decide intervenir en la conversación.

—Es que no me agrada mucho las vacaciones.—
—¿Por qué no? Es lo mejor que puede tener un alumno.—
—Si, para tí lo es, pero para mi no. Cuando hay vacaciones tengo que quedarme todo el día en casa escuchando como mis padre se pelean todo el tiempo.—
—Hanna, sinto oír eso.—
—Si, yo igual pero que más da.—
—¡Tengo una idea! ¿y di vienes con nosotros? Las dos, pueden venir las dos acampar con mi familia.—
—¿Ir con tu familia? No suena mal.—
—Verdad que no, le llamare a mamá y le diré que ustedes van.—
Que irónica e injusta es la vida. Mientras que los padres de Hanna se pelean por que no se soportan, Rachel hacia todo lo posible por separar a su padre de la mujer que ama.

—No creo que yo pueda ir, ya saben, son los únicos días en que puedo estar con papá todo el tiempo, además no olviden que estoy en tratamiento no debo falta a ninguna sección. Pero ustedes diviertanse por mi.—
Al parecer cada una tenia una ptoblematica diferente la cual no las dejaba ser del todo felices, pero tal vez esas cosas cambiarían de ahora en adelante.
Las tres eran muy unidas y lo que sintiera la una, también lo sentía la otra.
—Rachel, veras como todo va a mejorar y así podrás acompañarnos la próxima vez.—
—Eso espero yo, Karla. Bueno, iré al baño debo ir a darme mis inhalaciones diarias.—
—Si quieres te acompañamos.—
—No, no es necesario puedo ir sola.—
—De acuerdo, te esperamos entonces.—
Rachel tomo su mochila y se dirigió al baño, hacia eso siempre que debía usar sus inhaladores ya wue no quería que todo el colegio la viera haciendo eso pues empezarían a llamarla fenómeno. Lo cual era absurdo, pero eran chicos que aún les faltaba bastante por madurar.

Llego al lugar, saco el inhalador y comenzó a hacerse su terapia.
Pero como siempre alguien debía interrumpir y esta vez era la persona quien le hacia la vida más difícil, Amy.
—¿Qué haces aquí?.—
—Creo que el baño es publico, Amy.—
—Pensé que los fenómenos no usaban los baños. ¿Qué tienes ahí?.—
—Nada que te incumba a ti.—
—Vaya, si la fenómeno empezó a sacar las garras.—
Rachel lo ultimo que quería eran discusiones o peleas, durante ese mes la paz había rondado en el colegio pero no duro por mucho.
La chica se alejo unos pasos de la contraria, pero esta se le acerco y comenzó a forcejear con ella hasta arrebatarle el inhalador de sus manos.
—¿Qué cosa es esto?.—
—Devuelvemelo, eso es mío.—
—Ah no, no hasta que me digas que es y para que sirve.—
—Dámelo y déjame en paz. Amy, no quiero discutir, devurlveme eso.—
—Y si no te lo devuelvo ¿qué harás?.—

Rachel era tan vulnerable, tan frágil, que para Amy era muy fácil hacerla enojar o llorar.
—Solo dámelo.— Rachel comenzó a forcejear con ella ya que estaba cansada de que Amy siempre la molestara, ya se había cansado de ser su burla y su pelele.
Fue entonces que en el intento de forcejeo Amy con fuerza lanzo a Rachel al suelo dándole un golpe en el pecho.

Amy al verla en el suelo, embozo una sonrisa en su rostro y la miro allí caída.
—Levantate.— Pero no optenia respuesta alguna.
—Que te levantes fenómeno.—
Como no optenia respuestas, se acerco a ella y la giro. Al girarla la vio como esta trasbocaba sangre por la boca y por la nariz.

Amy pensó que era una broma de la contraria ya que por muchos años la había molestado tanto.
No sabia que hacer, estaba desesperada. Por su parte Rachel trataba de respirar pero sus labios comenzaron a ponerse morados al igual que sus dedos.
Amy salio del baño corriendo como alma que lleva el diablo.
—¡Ayuda! ¡ayudenme! Por favor, necesitó ayuda.—
Por fortuna las profesoras siempre hacían rondas por el colegio para ver que todo estaba en orden, una de ellas se encontraba cerca del lugar donde fue aquel accidente.
—Profesora tienes que ayudarme.—
—¿Qué pasa, Amy?.—
—Es Rachel, ella, ella.—
—Ella ¿qué, Amy?.—
—Esta en el baño, tiene que venir.—
Primera vez que Amy no estaba riendo y burlándose. Realmente estaba asustada por lo que podía pasar, su cara y sus lágrimas lo decían todo.
Al llegar ambas al lugar, la profesora mide el pulso de Rachel la cual ya no se movía para nada, estaba bajo pero aún estaba viva.
—Llama a emergencia, Amy.— Paralizada sin saber que hacer, como reaccionar, dolo viendo el cuerpo de Rachel todo lleno de sangre y sin poder moverse.
—¡AMY! LLAMA A EMERGENCIAS YA MISMO.—
Sobre salto al escuchar el grito de la profesora, metió la mano a su bolsillo y saco su celular y marco temblorosa el numero de emergencias.