Momento, madre e hija

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Hyperion.

Toc, toc.
—Cariño, quieres abrir tú mientras termino de preparar el desayuno.—
—Claro, papá.—
La chica de cabellos rizados se dispuso abrir la puerta y frente a ella estaba esa mujer, esa mujer que había conocido hace poco y que ahora parecía no se quería despegar de ella.
—Ammm, Queen. Está aquí, en mi casa, vaya.—
—Hola, preciosa. ¿Cómo estás?.—
—Bien, me preparaba para ir a la escuela.—
—Entonces llegue justo a tiempo.—
—A tiempo, ¿para?.—
—Para llevarte a la escuela.—
—Rachel cariño, ¿quién es?.—
—Ammm, descuida, solo es Queen.—
—¿Cómo que solo? Parece que no te agrada verme.—
—No es eso, solo me sorprende verla aquí.—
—La forma en como me hablas no es que sea mala pero quisiera que pudieras llamarme mamá.—
—Bueno...—
—Lo entiendo, esperare con paciencia.—
—¿Gustas pasar?. Aún no tomo mi desayuno.—
—Claro, gracias.—
Y como siempre la reina llevaba puesto uno de sus tan admirables trajes de la realeza, junto a su acostumbrado llamativo colgante.

—Queen, que sorpresa verte aquí en casa.—
—Si, bueno, es que quise venir a recoger a Rachel y llevarla a la escuela si no te importa.—
—Claro que no, así llego más temprano a la oficina. ¿Te molesta, cariño?.—
—No, está bien si voy con ella.—
—Bueno, entonces serviré el desayuno para que te vayas.—
—¿Aún sabes cocinar, chocolate?.—
—Si, eso no se olvida. ¿Eh? ¿me llamaste chocolate?.—
—Si, así es como te llamare para identificarme con Regina.—
—Uy, no creo que a ella le haga gracia.— Murmuro la adolescebre para si misma pero sus padres alcanzaron a escuchara.
—No creo que se ponga celosa, ¿o si?.—
—¿Por qué se pondría así? Ella y yo ya no tenemos nada.—
—No sé cómo mi mitad te puede despreciar, chocolate.—
Uy, momento incomodo para Rachel, sus padres estaban mirandose mucho y hablando de cosas que la verdad a ella no le interesaba escuchar así que interrumpió la charla.

—¿Qué tal si mejor desayunamos?.—
—Si, sientense, ya les traigo el desayuno.—
Después de tomar el desayuno, Queen y su hija salieron del apartamento en dirección a la escuela de Rachel.
Al llegar, Queen entro con ella a la escuela pero Rachel no quería eso, no si los demás padres no entrenan hasta el salón para dejar a sus hijos.
—En serio, puedo entrar sola.—
—Sé que puedes pero quiero llevarte hasta el salón, entiende que no me quiero perder ni un segundo de tu vida.—
—Pero no es necesario, si entras no solo seré la chica fenómeno, si no que también la chica que su madre lleva a la escuela. En serio, me tomaran de burla.—
—Que importa lo que esos chicos digan, lo importante es que estemos un rato más juntas.—
Rachel un poco enojada y cruzándose de brazos siguió caminando hasta llegar al salón de clases donde ya estaban todos sus compañeros incluyendo Hanna, Karla y por supuesto Amy.
Entro lentamente mirando a todos esperando en que momento ellos reventarían a risa, pero algo raro pasaba, nadie se estaba burlando de hecho algunos se veían asustados.
—Buenos días.— Dijo Queen mientras daba una sonrisa de oreja a oreja como si se sintiera orgullosa de ser la madre de Rachel.
Solo pocos contestaron al saludo.
—Que mal educados son algunos, ¿no cree profesora?.—
—Tal vez es por que extrañaron a su compañera.—
—Si, debe ser eso.—
¿Qué hace la reina malvada con Rachel? Se preguntaban unos a otros, al parecer la noticia no había llegado a todos los rincones de Hyperion.

—Anda cariño, ve a sentarte.—
La profesora no aguanto más y decidió preguntar.
—Disculpe pero, ¿quién es usted para Rachel? Lo que pasa es que nunca había llegado a la escuela con alguien que no fuese su padre.—
—Claro, si, eso, lo que pasa es que yo soy la madre de Rachel.—
Oh sorpresa para los "amigos de Rachel" la chica a la que hicieron sufrir es hija de la mujer más temida del reino.
Amy trago saliva y en su mente solo decía tragame tierra.
—¿La madre de Rachel? Pensé que ella...—
—Que ella había muerto. Pero no, no ha muerto, o al menos no me siento muerta. Ahora escúchenme. Me he enterado de que gracias a ciertos chicos mi hija lo ha estado pasando mal, que gracias a alguien en especial mi hija casi muere, bueno murió, así que quiero que esa persona me escuche atentamente a lo que dire. Vuelvo a escuchar una sola queja departe de mi hija y sabran que se siente tener tu corazón fuera de su pecho.—
Todos estaban asustados y el corazón de Amy palpitaba rápidamente, incluso el de la profesora, pero habia alguien quien estaba tranquila, Karla. Pues sabia que al fin Rachel tendría quien la defendiera a capa y espada, entendía que Amy jamás se volvería a meter con ella.

—Ammm, disculpe pero, no creo que sea un buen lugar para amenazar a alguien.—
—Yo amenazo donde quiera y a quien quiera, profesora. Pero no, no es una amenaza es solo cuidar de los míos y ahora si no es más no le hago perder la clase y me retiro. Rachel cariño, vendré a recogerte después de que termines tus clases, adiós.— Hizo un giro de manos y al momento desapareció del lugar. Quedaron atónitos pero Hanna y Karla estaban felices de volver a ver a su amiga a quien creyeron que era imposible volverla a tener cerca.
—Bienvenida de vuelta, Rachel.—
—Si, bienvenida amiga.—
—Gracias chicas.—
—Oye, tu madre me agrada mucho.— Agrego Karla que era la más violenta de las tres.
—Pues gracias y eso que no has visto cuando se juntan las dos.—
—¿Las dos?.—
—¿De qué hablas?.—
—Se los diré en el descanso, tengo muchas cosas que contarles.—
La profesora interrumpió dando golpes en el tablero con uno de sus marcadores.
—Atención, empecemos clases y Rachel, bienvenida de vuelta.—
—Gracias profesora.—
Rachel volteo a ver a Amy quien se hacia en la parte de atrás de la fila siguiente y le sonrió amplio como diciéndole, te llego tu turno.

Comentarios.

Queen, Queen, Queeeeeen. Llego a poner orden en ciertas cosas. 😂

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