La cita

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Días después.

Unos pocos días habían pasado desde que Rachel había tenido su ataque de asma después de hace mucho tiempo.
Al parecer todo iba viendo con su salud, a pesar de no saber a ciencia cierta la enfermedad que padecía la chica ella se veía un bien y saludable. Amy quien había sentido un poco de culpa se había alejado de ella pero no dejaba de verla como una chica fenómeno.

Ese mismo día al salir Rachel del colegio y llegar a casa después de que su padre la había ido a recoger, Facilier le había dicho a su hija que esa noche Roni iría a cenar a la casa y que por favor quería que se portara bien con ella.
A Rachel la noticia no le cayo muy bien pero no quería discutir ese día con su padre y más después de las recomendaciones que le había dado el doctor.
—Es que no entiendo por que vendrá.—
—Yo la invite a que viniera.—
—¿Y ella acepto? Sabiendo que no soportó verla.—
—Bueno...—
—Bueno ¿qué papá? ¿Hay algo que quieras decirme?.—
—Es que Roni también quiere venir a verte, quiere saber como estás.—

El escuchar que Roni la quería ver le pareció mentira ya que la relación que ambas llevaban no era la mejor.
La chica se cruzó de brazos y rodó los ojos al escuchar las palabras de su padre.
—Ajam, ¿y espera que te crea eso?.—
—Pues si, es la verdad.—
—No le abras contado de lo que me pasa ¿verdad?.—
En esos momentos Facilier se quedo callado sin saber que decir.
—Papá, ¿le contaste a Roni lo que me pasa?.—
—No todo.—
—¿A qué te refieres con no todo?.—
—Ella supo que tuviste un percance y que estás enferma, pero no sabe de que.—
—¿Ahora también le cuentas mis cosas? A esa mujer.—
—No le he contado nada, cuando me llamaron que estabas en el hospital yo estaba con Roni y obviamente ella se dio cuenta.—
—Bien, pues puedes hacer lo que sea que harás con ella esta noche, yo estaré en mi habitación.—
—Rachel, por favor, le dije a Roni que estarías.—
—¿Y por qué hiciste eso?.—

Rachel sentía que todo el estomago se le revolvía al saber que tenia que verle la cara, y versela en su propia casa.
—Mira papá, yo no quiero discutir contigo pero no cuentes conmigo para esta noche.—
—Rache por favor, espera, mira Roni solo quiere que las cosas entre ustedes dos sean diferentes, quiere empezar de nuevo.—
—Empezar de nuevo, dices, a mi no me interesa empezar nada, papá.—
—Okay, bien, no te presionó más, solo quería ver si contaba contigo así como tú siempre has contado con mi apoyo.—
—¿Ahora usas el chantaje, papá?.—
—No, no, no es chantaje solo quería que supieras lo mucho que me gusta contar con tu apoyo.—
Después de unos minutos sin responder nada, Rachel al fin se digno en hablar.

—Esta bien.—
—¿A qué te refieres con esta bien?.—
—Cuenta conmigo para esta noche.—
—¿De verdad? Oh gracias hija, gracias.—
—Pero, no esperes a que sea linda con ella.—
—No era lo que quería escuchar.—
—No sere linda con ella, pero tampoco la tratare mal, estaré en un estado neutro ¿de acuerdo?.—
—Si, de acuerdo. Gracias otra vez.—
—Si, ya, ahora iré a mi habitación tengo tareas que hacer. Avisame cuando deba bajar.—
—Si claro, ve, yo te llamare.—
Facilier sentía que el corazón se le quería salir, por fin tendría a las dos mujeres a las que más quería juntas y sin pelear. Facilier además de ser un buen padre, buen trabajador, buen "novio" era un buen cocinero. No, la verdad es que no, pero hacia lo que más podía.

7:00pm Roni's

Toc toc.
—¿Quien?.—
—Soy yo hermana.—
—Zel, pasa.—
—Bueno, pero que tenemos aquí. Mi hermana colocándose linda para atender un bar.—
—Ah no, no, esta noche no estare presente en el bar.—
—¿Cómo qué no estaras presente? ¿me dejaras sola?.—
—No, Henry te ayudara esta noche.—
—¿Y puedo saber para dónde vas?.—
—Lo siento hermana pero hay cosas que es mejor dejarlas en secreto.—
—Oh vamos, que te cuesta decírmelo. Es un chico ¿verdad? Oooh por tu cara definitivamente es un chico, ?quien es el afortunado.—
—Muack, te quiero hermana, adiós.—
—Pero, hey, no me has dicho con.... Si claro, adiós.—
A pesar de que Roni lo le dijo nada a su hermana, ella no se quedaría con la duda y no descansaría hasta saber con quien se estaba viendo su hermana.

7:30 casa de facilier.

—Rachel, ¿ya estás lista?.—
—En un momento bajo, papá.—
—Bien.—
Al instante el timbre sonó y una sonrisa se dibujo en el rostro de Facilier, sabia que había llegado ella, la mujer con la que se estaba dando otra oportunidad, la mujer por la cual estaría dispuesto a luchar, la mujer que amaba. Sin dudarlo se quitó el delantar que llevaba puesto y fue abrir la puerta.
—Roni, llegaste.—
—Si, aquí estoy.—
—Que bueno, la cena ya casi esta lista y yo, oh rayos, yo aún no me visto, lo siento es que me concentre...—
—¿Vas a quedarte ahí parado excusándote o me dejaras pasar?.—
—Si, si claro.—
—Claro ¿qué?.—
—Claro que pases.—
—Bueno, pues quitate del frente para poder que yo entre ¿no?.—
—Oh si, claro, es que...—
—¿Qué te pasa? ¿estás nervioso o algo así?.—
—Neevioso, ¿yo? Ahm no, no, para nada, estoy bien.—
La mentira más grande que jamás se escucho. Si estaba nervioso y mucho, parecía cual típico adolescente que tendría por primera vez su cita, y eso era algo que a Roni le parecía muy lindo aunque no lo dijera.
Verlo así nervioso por ella, era algo que realmente le llamaba la atención pues le daba a entender que quería que todo saliera bien por que ella estaría presente y eso era algo que jamás le había pasado ni si quiera con el mismo Daniel.

—Ahm... ¿Quieres algo de tomar?.—
—Si, agua estaría bien.—
—Si, claro, ya te la traigo pinte cómoda.—
—Aquí tienes, agua fresca y muy fría.— Las manos le temblaban y comenzaba a sudar. No es que no haya tenido antes una cita, no, es solo que saber que estaría Rachel y ella juntas eso era lo que lo ponía nervioso, quería que esa noche todo saliera perfecto.

Después de unos minutos Rachel bajo a la sala y se encontró cara a cara con Roni. No podía hacer nada, ni decir nada, le había prometido a su padre que esa noche se portaría bien.
—Rachel, hija, ya estas aquí, que bueno.—
—Ahm... Buenas noches Roni.—
—Buenas noches Rachel.—
—Rachel, Roni ¿pueden darme unos minutos? Debo ir a cambiarme soy todo un desastre.—
—Si ve, aquí te estaré esperando, no iré a ningún lado.—
—Gracias, ya vuelvo.—

No sé si eso era buena idea, dejar a Rachel con Roni solas en un lugar donde hay jarrones, cuchillos y toda clase de armas. Pero al parecer Rachel estaba actuando como toda una mujer madura, estaba dejando atras sus indiferencias para poder cumplir lo que prometió.
—Oh, casi lo olvido, te traje estos chocolates, no sabia que traerte o que te gustaría pero luego pensé en que a todas las mujeres nos gusta el chocolate ¿no?.—
Ahora la nerviosa era otra. Roni pensó pues que tal vez Rachel se los tiraría en la cara pero para sorpresa de la mujer mayor eso no fue lo que sucedió, La chica tomo los chocolates y dio las gracias cosa que sorprendió bastante a Roni.
—De nada, Rachel, esperó te gusten, son mis favoritos.—
—Pues cuando los pruebe de mandare a decir con papá si me gustaron o no.—

Vaya, quien lo diría ¿Roni y Rachel teniendo una conversación como personas civilizadas que son? Eso si que es nuevo, pero quizás era el momento de dejar las diferencuas atrás.
Entre risas, cena, y charla. La noche fue transcurriendo y era el momento de que Rachel se fuera a dormir pues mañana tendría que estudiar. Se despidió de ambos no sin antes llevarse los chocolates.
—En un momento voy a darte las buenas noches.—
—Si, allá te esperaré, hasta pronto Roni.—
—Que descanses Rachel.—
La joven subió a su habitación dejando a los dos mayores solos. Pero no es lo que se imaginan, jamás Facilier estaría en la cama con Roni estando su hija en el lugar, así que si, solo se quedaron a conversar un poco.

Comentarios.

Buenas noches, tardes, mañana, lo que sea que es en su país.
No sé pero me pasa algo extraño con esta historia y es que me gusta bastante, me emociona poder escribir sobre ellos dos cosa que se que no a todos les pasa pero bueno.

Me siento tan emocionada con esta historia que hoy escribire hasta cansarme.😂 Bai babys. 💋

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