La reina y la bruja

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El día después del plan había llegado, como habían quedado todos fueron llegando al Roni's listos para lo que se venia. Regina no pudo dormir muy bien pensando en que tal vez las cosas no salieran como las habían planeado pero ella sabia que siempre Queen la que años atrás había ido de la mano con ella, tenia unas ideas que resultaban favorables.
—¿Estan todos preparados?.—
—Eso es lo que creemos.— Respondió Hood con su arco y flecha en manos.
—Bien, recuerden una vez tengamos el libro nuestros poderes volverán a la normalidad.—
—¿Ustedes están seguros de que quieren hacer eso?—
—Ya habíamos quedado en eso Hood.—
—Pero es que no sé, me parece muy arriesgado. Por qué mejor no llevan esa piedra sin que tengan que meter sus poderes allí y así la intercambian por el libro.—
—Gothel no es boba, sé que ella me pedirás pruebas de que realmente esta piedra contenga los poderes.—
—Regina tiene razón flechero. Soy bruja y sé lo muy astuta que llegamos hacer, tú deberías estar tranquilo por que no tienes ningún poder que dar.—
—Yo no, pero Queen si.—
—No te preocupes mi hermana sabe lo que hace.—
—Zelena tiene razón, sé lo que hago y quiero hacerlo, ahora apartate que esto puede ser peligroso.—
Los cinco se juntaron al rededo de la piedra la cual eyectaba e inyectaba cualquier cosa mágica.
Extendieron sus manos hacia ella dejando que esta eyectara toda la magia que poseían en sus cuerpos, al termino todos quedaron agotados pues fue como si les quitaran la energía te tenia. Después de unos minutos tratando de recuperarse, al fin Regina se incorporo y tomo entre sus manos aquel objeto el cual brillaba palpitante.
—Ya tenemos esto ahora hay que darnos prisa, Gothel me pidió estar allí antes del amanecer. ¿Todos recuerdan lo qué deben hacer?.—
Si. Respondieron al unisono. Regina quería que todo saliera bien, no quería que hubieran sorpresas pues de esto dependía la vida de sus hijos y ahora la de Lucy también.

Ya teniendo todo lo que necesitaban todos se encaminaron al bosque cada uno quedándose en el lugar que le correspondía. Habían quedado en que si algo se salia de control todos saldrían al rescate de Regina.
Regina miraba y miraba su reloj desesperadamente pues creía que tal vez Gorhel se había echado para atrás o que se dio cuenta de la trampa que le montarían.

Pasaron algunos minutos y Gothel se hizo presente en el lugar tomando de sorpresa a Regina.
—Veo que ya estás aquí.— La morena sobresaltada se giro para verle a la cara.
—Gothel, que manía de aparecer de repente. Te dije que vendría no sé por que te sorprendes.—
—Recuerdo que ayer no estabas tan segura de darme lo que te pedía.—
—Muy bien lo haz dicho, ayer, hoy es otro día.—
—Que bueno que hayas cambiado de opinión ya que esto te conviene.—
—Si, si, como sea. Vamos al grano, Gothel. Dame el libro y yo te entrego lo que me pediste.—
—No me creas ingenua, Regina. Sé que una vez que tengas el libro ya no me darás lo que te pedí. Por que no hacemos algo, tú tiras lo que trajiste allí en medio de las dos y yo hago lo mismo.—
—Eres ¡estupida! ¿o qué?. No ves que es magia lo que traigo, podría causar estragos.—
¿Estupida? Esas palabras no se las había dicho Regina jamás, o bueno no desde que se había vuelto buena.
Gothel comenzó a sospechar sobre si de verdad estaba tratando con Regina o todo era una trampa.
—No te daré el libro. No hasta que me digas por que Regina no fue quien vino hacer el cambio.—
—¿De qué hablas? Te has chiflado.—
—Por favor Queen, puedo oler tu mal carácter desde lo lejos. ¿Sabes las consecuencias de todo esto? Regina me ha engañado y le dije que esto tendría consecuencias.—

—¿Y creerías que dejaría a Regina sola en esto?.—
Queen hizo un gesto de cabeza dándole señal a Hood para que saliera de su escondite.
Al salir este tomo su arco y colocando una flecha en el apunto a la cabeza de Gothel.
—Ahora Gothel, hagamos esto por las buenas. Tú me das ese libro y Hood no te clavara esa flecha.—
Gothel bufo y embozo una leve sonrisa en sus labios.
—¿Crees que le tengo miedo a el flechero y su arco?.—
—No hagas las cosas más difíciles Gothel, dame el libro.—
Gothel no daría su brazo a torcer al contrario quiso usar magia encontrar de ellos dos, pero Hood fue más rápido y lanzo una de sus flechas sin piedad.

Por fortuna Gothel tenia los reflejos bien desarrollados y logró tomar la flecha entre sus manos.
—¿Eso es todo lo que tienes Queen?.—
—Que bueno que lo preguntas. ¡Ahora!.—
De repente algo cayo desde arriba de un árbol, una especie de trampa que hizo que Gothel quedara atrapada en ella.
Ya que estaba encerrada Queen tomo el libro y sonrió satisfactoriamente.
—Tenias razón cariño, esta trampa realmente funciona.—
—Como te dije tía, así fue como atrape a Alicia mientras espiaba.—
—Y realmente funciono. Ahora estarás allí atrapada hasta que así lo decidamos.—
—¿Piensas qué esta jaula me va a detener?. ¿Olvidas que poseo magia?.—
—No, no lo olvido. Pero tampoco olvido que un amigo ya estuvo encerrado en una la cual llevaba los mismos elementos. ¿No es así Rumplestiltskin?.—
—Así es querida, igual a la mía.—
A Gothel todo le había salido mal, no solo le habían quitado el libros si no también las ganas de obtener todos el poder.

Los héroes una vez más lo habían hecho, habían logrado vencer el mal y ahora que todo estaba de vuelta en las manos de ellos, no desaprovecharian ni un segundo para traer de vuelta a Henry y Rachel.
Ni si quiera pensaron en devolver la magia a sus respectivos dueños, si no que todos pensaban en crear esa poción la cual traería a la vida a los hermanos Mills.
—¿Necesitan ayuda para eso?.—
—No, Queen y yo podemos realizar esta tarea. Ustedes mientras tanto deberían ir y recuperar su magia.—
—No iremos a ningun lado, aquí nos quedaremos hasta que mis sobrinos estén de vuelta.—
—Entonces esperen aquí. Queen y yo iremos a hacer lo que nos toca.—
Ambas tomaron el libro y los ingredientes que una vez habían conseguido y se duriguieron al interior del bar donde mezclarían todo esperando que diera los resultados que esperaban.

El roloj corría y no se detenía y las ancias de todos en la sala aumentaban más pues las mujeres se estaban demorando demasiado en realizar esa poción.
—¿No creen que se están demorando mucho?.—
—Tranquilo Facilier estás cosas toman su tiempo.—
—Es que no sabemos si ellas necesiten ayuda Zelena.—
—Si necesitarán nuestra ayuda ya nos lo hubieran hecho saber.—
Al momento en que Zelena hablaba con Facilier, Queen y Regina aparecieron en la sala con un franco de color vinotinto.
—Hemos terminado.—
—¿Y? ¿funciona?.— pregunta Facilier desesperado.
—No lo sabemos, solo queda probar.—
Todos estaban con los nervios de punta, no estaban seguros si funcionaria realmente pero confiarían en el libro y en las capacidades de Regina y Queen.
Queen con un largo suspiro tomo la manta que cubría los ataules y la quito dejando al descubierto los cuerpos de ambos, luego Regina se acercó primero a Henry y abriendo el franco regó una buena cantidad en la boca de este esperando los resultados.

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