Bosque encantado, día del parto.
Dos meses habían pasado desde que Cora le aconsejó a Facilier que lo mejor era salvar la vida de su niet@ también dos meses habían pasado desde que Facilier le había dicho a Regina que no veía la hora en poder tener a su bebé en brazos.
Parecía ser que el día estaba alegre por el acontecimiento que se vendría ya que por la ventana de la habitación de Regina ese día habían llegado de visita dos tiernos amigos pájaros a cantarle a la ventana, el sol brillaba radiante pero no quemaba, el olor de las flores se había hecho más intenso de lo normal y en el castillo todos andaban de un lado a otro tratando de dejar todo listo pues en cualquier momento podía suceder el parto.Mientras que todos en el castillo tenían una sonrisa de oreja a oreja, Facilier tenia una enorme trsitesa. ¿Por qué? Si debía ser el mejor día de su vida, si debía estar feliz, si su corazón debía estar alegre por que finalmente tendría en sus brazos a ese bebé pero no, no era así. Él sabia que después de todo esto él y Regina se separarían y quien sabe por cuanto tiempo.
La decisión era difícil de tomar, él quería salvar a su bebé, después de todo era uno de sus regalos más grandes, pero eso indicaba que debía seoararse del amor de su vida, de su otra mitad, de su motor, de su alma gemela.Por otro lado los nervios de Regina comenzaban a notarse al ver que Facilier no estaba en el castillo, al ver que esto tendría que enfrentarlo sola, pero eran solo eso, nervios. Ella sabia muy bien que Facilier jamás la dejaría sola, que él jamás la abandonaría y que él le había jurado estar con ella pase lo que pase.
—Regina, hija, vas abrir un agujero en el piso si sigues andando de un lado a otro.—
—No puedo quedarme quieta, papá. No sabiendo que el bebé puede llegar en cualquier momento y Facilier no esta aquí.—
—No debes preocuparte eso le puede hacer daño al bebé, de seguro él está muy pronto a llegar, sabes como es él.—
—Pero él sabia que estoy muy pronto a dar a luz, sabe que no debe irse.— Los nervios de Regina aumentaron e hicieron que ella comenzara a llorar. Henry al ver que su hija estaba desesperada se cerco a ella y la abrazo sobando levemente su espalda.
—No te pongas así por favor, me haces sufrir. Calmate.—
—No quiero hacer esto sola, tengo miedo, papá, tengo miedo de que Facilier se haya arrepentido de tener un futuro conmigo.—
—No digas eso. Jamás vi a un hombre tan seguro de querer tener una familia, ni si quiera yo tenia la más mínima seguridad que tiene él.—
—Pero no está aquí.— Llanto y más llanto y Facilier nada que aparecía, nada que asomaba su triste rostro, nada que se dejaba ver.
—Hagamos algo, yo iré con algunos guardias a buscarlo y lo traeremos ¿de acuerdo.—
—No, por favor no te vayas.—
—Hija, él debe estar aquí, no se puede perder este momento.—
—Pero si te vas yo me quedo sola.—
—Las sirvientas estarán al pendiente, vendré lo más rápido que pueda te lo prometo.— Henry abandono el castillo y se fue con unos guardias en busca de Facilier, no tenían idea en donde buscar pero no descansarían hasta encontrarlo.Regina se miraba al espejo y se preguntaba que había hecho mal, que había hecho para que Facilier se echara para atrás, aunque estaba en un limite de nervios jamás imaginados ella estaba segura que seguiría adelante, sola o con él.
—¿Por qué llora una hermosa dama cómo tú?.— Preguntó una voz varonil y fuerte que hizo que Regina se fuera la vuelta y corriera hacia aquel hombre.
—¡Facilier! Creí que no vendrían, tenia tanto miedo.—
—No debes temer, dije que jamás te dejaría pase lo que pase.—
—No sé, pero pensaba que no vendrían.—
—Nunca pienses que te dejare y jamás olvides que te amo.— El hombre al verla así en ese estado seco sus lágrimas con besos que él mismo le daba por todo el rostro.
Regina se apego a él como garrapata pues no quería que se volviera a ir y la dejara sola.
—¿Dónde está tu padre?.—
—Salio a buscarte.—
—Bueno, pues no me encontrarán allá fuera. Ahora ven, sientate aquí en mis piernas quiero que por ultima vez estemos los tres juntos.—
—¿De qué hablas? ¿cómo qué por ultima vez?.—
—Hablo de que después de hoy, ya el bebé no estará en tu vientre.— Regina asintió y se sentó en las piernas de Facilier mientras él acariciaba su rostro.—Seras la madre más hermosa que se haya visto jamás.—
—Y tú el mejor padre.—
En esos momentos Facilier sintió que algo mojado bajaba por su pantalón peto no comprendia que era.
—Regina, ¿has hecho del uno?.—
—No, estoy nerviosa pero no para tanto.— Regina se levanto y efectivamente el pantalón de Facilier estaba mojado al igual que el vestido de Regina, ella comprendió pues lo que acababa de ocurrir.
—Facilier, acabo de romper fuente.—
—¿Qué? ¿cómo qué Rompiste la fuente? ¿significa que se rompió qué cosa en tu interior?.—
—Eso significa que el bebé vendrá.— Todo muy libro, todo muy bbonito pero era el miembro del dolor. La morena comenzó a gritar de dolor mientras Facilier no sabia que hacer.
—¿Y qué hago?.—
—Ve por la partera, debe estar allá abajo.—
Fue corriendo rápido pero cuando llego a la planta baja se encontró con una sorpresa, todo estaban tirados en el suelo dormidos. Asombrado sin saber que hacer se llevo las manos a la cabeza buscando entre la gente a la partera pero ella al igual que todos estaba dormida.
—FACILIER.— Se escucho el grito de Regina desde arriba haciendo que Facilier subiera rápidamente.
—Aquí estoy.—
—¿DÓNDE ESTÁ LA MALDITA PARTERA? AHHHHHH.—
—Yo sé que grutaras más cuando te diga pero, creo que no va a poder asitirte.—
—¿QUÉ? AHHHHHHH.—
—Calmate, buscaremos una solución.—
—DUELE, DUELE MUCHO. HAZ ALGO RAPIDO.—
—Si, si, solo respira.— Pobre hombre no sabia ni que hacer, caminaba desesperado de un lado a otro.
—FACILIER.—
—Estoy pensando.—
—PIENSA RAPIDO.— ¿Piensa rápido? ¿acaso ella lo dejaba pensar con sus gritos? Pensó y pensó hasta que se le ocurrió algo.—Vas a tener que dar a luz sin partera.—
—¿DE QUÉ HABLAS? AHHHHH.—
—Hablo de traer al bebé juntos.—
—TÚ NO SABES DE PARTOS.—
—No, pero es la única opción.—
—QUIERO A PAPÁ.—
—Lo sé amor pero él no está, no está la partera, no están las sirvientes, solo estoy yo.—
—AHHHHHHHHH.—
—¿Confias en mí?.— Regina solo lo miraba con una cara de te voy a matar, juro que cuando salga de esto te voy a matar pero él no tenia la culpa. Al fin Regina acepto la propuesta de Facilier y se acomodo en la cama lo mejor que pudo mientras que él tomaba unas cuantas toallas limpias junto con un platon de agua.
—Vamos hacerlo amor, tú puedes.—
Regina asintió y se puso en posición de parto pero cuando Facilier vio aquel espectáculo ya no le gusto nada.
—¿Se supone que el bebé saldrá por tu vagina tan estrecha?.—
—FACILIER.—
—Es que no creó que salga por allí.—
—FACILIER.—
—Puedes ahogarlo.—
—¡FACILIEEEEEER!.— Regina ya airada de soportar tanto dolor lo tomo del cuello y lo atrajo hasta su rostro.
—ASÍ COMO ERES HOMBRE PARA METERME ESTE BEBÉ, SE UN HOMBRE PARA SACARMELO.—
Si, si, si. Fue lo único que supo decir el obre hombre.
Se acomodo alfrente de ella y abrió sus piernas.—Lista, ahora puja.— Regina comenzó a pujar y la cabecita del bebé comenzó asomarse pero jo era suficiente debía hacer su mayor esfuerzo.
—No puedo, duele mucho.—
—Así como eres fuerte para arrancar corazones, se fuerte para traer a este bebé. Anda, puja.—
Siguió y siguió pujando hasta que al fin el bebé salió. Facilier teniéndolo en sus brazos contemplaba aquel bebé con gran asombro pues al fin su deseo se había cumplido pero su rostro cambio al ver que el bebé no lloraba y no se movía y que además su corazón estaba fuera de su pecho.
—Facilier, dame a mi bebé.—
Pero la morena no optenia respuestas pues Facilier había recordado lo que Cora le había dicho antes.
—Facilier, ¿pasa algo?.—
El mayor cogió una manta y cubrió al bebé con ella.
—No pasa nada. Por que no tomas algo de agua.—
—No quiero agua, dame a mi bebé.—
—Necesitas el agua, luego ya podrás cargarla.—
—¿Cargarla? significa ¿qué es una niña?.—
Facilier con la bebé en brazos fue al peinador donde estaba la jarra de agua y echo allí la poción.
—Toma.—
—No me haz respondido, ¿por qué no llora.—
—Tomate el agua por favor.—
La morena bebió el vaso de agua y al momento calló en un sueño profundo dejando caer el vaso al suelo.Facilier en esos momentos comenzó a llorar pues sabia que ya había pedido al amor de su vida.
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VodooQueen
Fiksi PenggemarShip inspirado en la serie Once Upon A Timé. los personajes no me pertenecen, son originales de la cadena ABC.