—¿Cómo supiste de esto?.—
—Me ofendes hija, yo lo veo todo aunque estemos lejos.—
—Hablo en serio, ¿cómo supiste?.—
Cora metió su mano en la manga de su vestido y saco un pequeño espejo de mano el cual se lo mostró a su hija.
—Me entere a través de mi espejo, te he estado vigilando todo este tiempo. Sé lo que haces, para donde vas y con quien andas.—
—¿Cómo te atreviste madre?.—
—Tranquila, si no lo hubiera hecho, tú habrías cometido una barbaridad.—
—¿De qué hablas?.—
—De bebé claro, ¿creiste que te dejaría hacer lo que pensaste en hacer con esa criatura?.—
—¿Qué hiciste? Dime, ¿qué hiciste, madre?.—
—Solo te diré que evite que mataras a tu bebé.—
—No, no, ahora lo entiendo todo, por eso me estado sintiendo tan mal. Nunca aborte, esto es tu culpa.—
—Culpame todo lo que quieras, pero más culpable te sentirías tú cuando los años pasaran y te llegara este recuerdo.—
—Pero me tome la poción.—
—Si, una poción que gracias a mí no hizo su efecto. Gracias a que te estuve vigilando llegue a tiempo para hacer que la poción no afectara en nada al bebé. ¿Estás loca? ¿Pensaste en matar a tu propio hijo?.—
—No quiero tener este hijo, no lo quiero y no lo tendré.—
—Eso ya lo veremos cuando veas que tu barriguita vaya creciendo.—
—Jajajaja, pudiste evitar que en el primer intento este bebé muriera, prr te aseguro que en el segundo no sera así.—
—No habrá un segundo intento.—
—¿Qué estupideses hablas ahora?.—
—No tocadas a ese bebé, agrege un ingrediente a tu poción que no solo evito el aborto, si no que también hechizo tu vientre. Ni tú, ni nadie podrá tocar a esa criatura. Ahora querida, debes relajarte y disfrutar de tu maternidad.—
—ERES UNA...—
Intento irse encima de ella pero Cora sabía de sus intensiones así que actuó más rápido que ella y con magia la retuvo en el lugar.—¿Una qué? ¿Una bruja por salvar la vida de tu hijo? Créeme esto me lo agradeceras más adelante.—
—Eso jamás pasara por que jamás voy a querer a está cosa.—
—Hablas como si fuera un objeto y eso que hace parte de tí. Ya es tuyo, lleva tus genes, tu sangre, todo de tí aunque te cueste aceptarlo.—
—Te vas arrepentir madre, te lo juro.—
—Bla, bla, bla, hablas y no haces nada. Llevas hablando de una maldición y hasta ahora no te he visto avanzar en nada.—
Regina estaba a reventar de la ira que sentía y más por que no podía hacer nada en contra de su madre.—¡Maldita sea la hora en la que fuiste mi madre!.—
—Si, eso ya me lo haz dicho y sé que eso no es lo que sientes. Ahora, debo tratar algunos asuntos, quiero visitar a viejos amigos ya que estoy aquí.—
Desaparecí sin dejar rastros en la habitación y al momento Regina fue liberada, su ira estaba tan al extremo que comenzó a tirar todas las cosas que había en su tocador.
—¡Maldita seas Cora Mills! ¡maldita y mil veces maldita!.—Mientras Regina descargaba su ira en sus cosas, Cora se paseaba por el bosque como si nada. ¿A quién sera que buscaba? La respuesta a la pregunta se hizo visible cuando detrás de ella salio Facilier.
—Aquí estoy, tal y como pidió verme.—
No se veía nada bien, él pobre eataba destrozado y dolido pero sentía curiosidad por conocer a la madre de la mujer que amaba.
—Oh querido, que puntual. ¿Te he dicho qué los hombres puntuales ganan puntos conmigo.—
—Vamos al grano, ¿para qué pidió verme? ¿viene a recalcarme todo lo que su hija me dijo?.—
—Estás muy a la defensiva y eso esta bien, pero puedes estar tranquilo, no vine ni a decirte nada de lo que mi hija te haya dicho y tampoco vine para formar una revolución. He venido por que te quiero ayudar, si, aunque suene raro y me veas con esa cara quiero ayudarte.—
—¿Y debo creerle? Por que hasta donde yo sé, jamás se ha interesado por la felicidad de su hija.—
—Puedo ser muy dura con mi hija pero esto me hace mucha ilusión y quiero que todo salga bien. Sé que mi hija no quiere traer al mundo a ese bebé.—
—Espere, Regina dijo que se había tomado una poción para abortar.—
—Eso era lo que ella creía, yo evite que eso pasara así que mi hija aún está embarazada.—
—¿No está engañándome?.— Cora negó rápidamente con una amplia sonrisa.—Siempre quise que mi hija me diera nietos pero ella decía que eso jamás pasaría y mira ahora donde estamos.—
—Entonces, si quiere ayudarme. ¿Y de que manera lo hará? Por que Regina no quiere saber nada de mí.—
—Lo sé, te mando al carajo y te dijo cosas horribles que solo un corazón como el de ella y el mío puedes hacerlo.—
—¿Cómo sabe usted que ella me dijo cosas horribles?.—
—He estado observando a mi hija todo este tiempo.—
—Significa que nos ha visto...—
—Si y mejor no entremos en esos detalles, vamos al grano. Mi hija no quiere saber nada de tí y mucho menos del bebé que lleva en su vientre, te propongo algo.—
—Depende de que se trate todo esto.—
—Es sensillo. Mi hija debe lanzar esa maldición a como de lugar, es por eso que necesito que ella tenga todos sus sentidos conectados en esto. Tú dejas que Regina lance la maldición y claro a cambio tendrás a tu hija.—
—Todo suena bonito pero, ¿en qué momento Regina vuelve a estar conmigo?.—
—Veras Facilier, cuando agrege ese elemento a la poción de mi hija evite que el bebé muriera pero ese elemento tiene ciertos efectos secundarios.—
—¿Qué efectos secundarios?.—
—Para ser más precisa, si ese bebé llega a pisar una tierra llena de magia morirá, es por eso que la maldición se debe lanzar sea cual sea el caso.—
—¿Qué? sabia que nada de esto era bueno, creí que de verdad quería ayudar pero veo que no. Nunca se intereso en Regina por que pensé que de verdad se interesaría en el bebé.—Cora rodó los ojos al escuchar a Facilier hablar acerca de Regina y todo ese cuento del amor.
—Querido, si no me interesara por la criatura ¿crees que la hubiese salvado del aborto? Agradece que llegue a tiempo para evitar una catástrofe, gracias a mí el bebé está a salvo.—
—Pueda que tenga razón pero, si Regina atento con tras la vida del bebé ¿qué le hará pensar que no lo hará de nuevo?.—
—Eso no pasara, he hechizado el vientre de Regina. Créeme a ese bebé no lo tocara ni el mismísimo ser oscuro. ¿Ahora si crees en que de verdad quiero ayudar?.—
—Bien, si debo salvar a mi bebé lo haré.—
—Eso quería oír. Otra cosa, por mucho que Regina te haya dicho que te alejaras de ella, haz caso omiso, ella te necesita más que nunca. El embarazo no es cosa fácil. Y ahora si no es más me retiro, no estamos viendo.—
La alianza entre Facilier y Cora por salvar al bebé estaba hecha, juntos haría lo que fuese por salvarle la vida. Aunque claro, a Cora también le convenía que esa maldición se lanzara, a decir verdad lo hacia por dos motivos. La satisfacción de ver como su hija al fin cogió el camino que ella habia querido durante toda su vida y por salvar al bebé que más adelante se convertiría en su niet@

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VodooQueen
FanfictionShip inspirado en la serie Once Upon A Timé. los personajes no me pertenecen, son originales de la cadena ABC.