Mamá Odie

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Departamento de Facilier.
Toc toc.

—Regina, ¿qué haces aquí?.—
—¿Puedo pasar?.—
—Si, si claro, pasa.—
—Gracias.—
—Y.... Bien.—
—Ya no aguanto más.—
—¿De qué hablas Regina?.—
—Hablo de todos esto, de lo que ha pasado estos últimos días, siento que me estoy volviendo loca y no sé que hacer.—
—Oye calmate, perder la cordura en este punto en el que estamos puede ser trágico.—
—¿Cómo puedes estar tan tranquilo con todo esto?.—
—Bueno, por que sé que desesperándome no conseguiré nada. Además debo estar tranquilo para ayudarte a calmarte.—
—Pues no lo estás logrando.—
—Bueno, viniste aquí, eso significa que encuentras algo de calma ¿no?.—
—Se podría decir que si.—
—No te preocupes, hallaremos la forma de recuperarlos. Estaba pensando en que podíamos ir por Gothel o Rumple, ellos deben saber algo.—
—¿Crees que si Rumple supiera ya no me lo habría dicho?.—
—Bueno, pues tú no le haz preguntado o ¿si?.—
—No, desde que se rompió la maldición no he hablado con él.—
—Entonces ¿me acompañas?.—
—Está bien. Si ninguno de los dos saben nada o no nos dicen nada, entonces iremos a la biblioteca.—
—Oh, créeme, hablaran sea como sea. ¿Por qué a la biblioteca?.—
—Aunque no lo creeas, alguien con sus libros lograba encontrar muchas respuestas a nuestras preguntas.—

Ambos caminaban por las calles de Hyperion buscando una respuesta sobre como traerlos de vuelta, existía la posibilidad de ir al inframundo y hacer lo mismo que hicieron con  Hook pero era una posiblilidad que podía falla ya que no se iba a un lugar dos veces y salir ileso y menos después de lo que paso con Hades. De seguro él se encargaría de que nadie saliera de aquel lugar.
—¡Maldita bruja!. Ahora ¿dónde se mete?. Cuando la encuentre le diré hasta de que se va a morir por haberme engañado. Debe de estar buscando la manera de robarse la magia de Hyperion. ¿Tú qué piensas, Facilier? Facilier, Facilier.—
—¿Qué?.—
—¿Qué te pasa? ¿en qué piensas? Hace rato te estoy hablando. ¿Escuchaste algo de lo que te dije?.—
—No, bueno si, es decir no. ¡Ven!.—
—¿Qué pasá?.—
—Creo que he visto a alguien. Alguien nos está siguiendo.—
—Facilier, espera. Este hombre me hará enloquecer más de lo que estoy.—

¿Ver a alguien? ¿a quién? O tal vez ya la locura de Regina se le había pegado a Facilier. ¿Cómo podía ver a alguien en un lugar tan desierto como lo era ese callejón? ¿estaria empezando a ver visiones? De todas maneras sea visión o no, él tenía que estar seguro que lo que vio era real.
—¿Qué es este lugar?. ¿A quién viste? ¡Oye! Responde.—
—Shhhh, no hagas ruido.—
De repente ambos comenzaron a ver como una figura se paseaba de un lado al otro como ocultándose de ellos.
¿Qué hacia alguien en un lugar como una fabrica abandonada? O mejor aún, ¿por qué los seguía?.
La respuesta la obtendrían cuando hablaran cara a cara con la figura aquella, que al parecer para ambos era algo misteriosa.

—¿Quién está allí?.—
—Shhh, te dije que no hagas ningún ruido.—
Al momento de escuchar a Facilier, Regina uso su magia y con un movimiento de manos la figura que se movía de un lado a otro, ahora estaba con sus pies inmóvil.
—Ves, así es más fácil.—
—Vamos a ver quien es.—
Cuando vieron de quien se trataba, Facilier se quedo estático pues no podía creer que ella se encontrara allí. Jamás se lo imaginó, o bueno, no pensó encontrársela.
—¿Mamá Odie?.—
—Hola, querido.—
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—Oh, con que usted es la que ayudo a que Facilier alejara a mi hija de mí.—
—No te estoy entendiendo muy bien querida.—
—Oh si, claro que me entiende muy bien. Usted hizo....—
—Regina por favor, dejemos ese tema para más adelante. Lo que quiero saber es que hace usted aquí, ¿por qué nos seguía?.—
—¿Yo los seguía? O ¿ustedes me buscaban?.—
—¿De qué está hablando? Nosotros buscábamos a otra persona.—
—Bueno, y entonces, ¿por qué me encontraron?.—
—Mire mamá Odie, ¿qué hace aquí? es lo que quiero saber?.—
—Lo mismo que ustedes, buscando respuestas y ahora me doy cuenta sobre cual es mi destino aquí en este extraño lugar.—
—¿Y cuál es?.—
—Ayudarte, como lo hice antes.—
—Ja, entonces si sabia de lo que yo hablaba ¿no?.—
—Regina.—
—Regina, ¿qué, Facilier? Está mujer debe saber que arruino mi oportunidad de ser alguien mejor.—
Al parecer a Regina no le había agradado mucho el ver a la persona que en un tiempo atrás ayudó a Rachel a salvarse pues creía que gracias a ella "perdió" su oportunidad de ser madre. Pero, ¿de verdad mamá Odie no sabia quien era ella? O solo se estaba haciendo la turista.
Sin dejar que los amantes continuaran con su discusión. ella los interrumpió.

—¿Y ella quién es? Facilier.—
—Ella Regina, la reina malvada.—
—No, te equivocas. Ex, ex reina malvada.—
—Si perdón. ex reina. Ella es la madre de mi hija ¿lo recuerda?.—
—Oh vaya... Que pequeño es el mundo. Que iba a pensar yo que algún día conocería a la esposa del gran brujo.—
—No es mi esposa y ya no soy un brujo, mamá Odie.—
—¿No es tu esposa? Es una lastima, hace buena pareja. En fin, tal vez si ella dejara de usar magia contra mí, de pronto podríamos hablar.—
Facilier le hizo un gesto a Regina dándole a entender que la liberara de la magia pero Regina se rehúso, ya estaba acostumbrada a tratar con brujas y sabia que contra un ataque, ella contraatacaría.

—¿Quieres que nos ayude o no?.—
—Está bien, pero estare pendiente ante cada movimiento que haga.—
Giro su mano e hizo que la contraria volviera a quedar libre.
—Gracias, Regina. Y bien, ¿en qué te puedo ayudar está vez? ¿para qué requieres mis servicios?.—
—Yo no requiero nada.—
—¿Seguro? No sé si sabes que cuando alguien me encuentra es por que me necesita.—
—Pero yo no la estaba buscando.—
—Tal vez no, tal vez si. Eso depende de ustedes.—
—Estoy muy seguro, fue un placer volverla a ver mamá Odie.—
Cuando Facilier y Regina se disponían a salir del lugar, sus pasos fueron interrumpidos por la voz de mamá Odie cuando les dijo algo que les llamo la atención. 
—Lo mismo digo. Ah Facilier, espero que puedas salvar a tu hija.—
—¿Qué sabe usted de mi hija?.—
—Yo sé muchas cosas, no se te olvide con quien hablas.—
—¿Sabe usted cómo salvarla?.—
—Entonces si me necesitas.—
—¿Hay una manera de salvarla?.—
—Siempre la hay querido, siempre la hay. Pero...—
—Pero, ¿qué?.—
—Ustedes están tan empeñados en salvarla a ella y al chico que olvidan lo más importante.—
Regina no se pudo quedar callada al oír que mamá Odie había mencionado a Henry, bueno no lo había mencionado con nombre propio pero ella sabia que gablaba de él.

—¿Qué sabe usted de mi hijo?.—
—Ya lo dije, yo sé muchas cosas.—
—¿A qué se refiere con que nos olvidamos de lo más importante?.—
—Me refiero a que ustedes quieren salvarlos, pero, ¿saben sin son ellos lo que necesitan ser salvados? O ¿son ellos los que los deben salvar a ustedes?.—
—Salvarnos, ¿salvarnos de qué?.—
Por unos segundos hubo silencio de parte de mamá Odie, pero no por mucho ya que Regina cada vez se intrigaba más y más con sus frases incomprendidas.
—Hable, ¿salvarnos de qué?.—

Mamá Odie saco de su bolsillo un amuleto antiguo tallado en madera y con figuras un poco extrañas.
—Esto es lo que ustedes necesita para darse cuenta.—
—¿Qué es eso?.—
—Es mi talismán. ¿Dónde lo encontró?.— Respondió Facilier con un tono un tanto tembloroso, pues le habían llegado los recuerdo de lo que años pasados había hecho con él.

—Lo importante no es eso, lo importante es que esto les ayudara a saber en que momento deben actuar. Dame tu mano querida.—
—¿Qué? Claro que no, no sé lo que hará con eso.—
—Querida, no haré nada malo, aunque el talismán haya pertenecido a Facilier no significa que aún sirva para la magia negra. Créeme no haré nada malo. Si quieres salvar a los chicos, dame tu mano.—
Regina miro a Facilier y el le hizo un movimiento de cabeza haciéndole saber que todo estaría bien, que confiara en ella.
Cuando Regina dio su mano, mamá Odie pincho uno de sus dedos dejando que su sangre corriera por las ranuras del talismán.
Regina no comprendia lo que trataba de hacer, quito su dedo rápidamente del talismán y miro a mamá Odie sin saber que haría.

Luego tomo la mano de Facilier e hizo lo mismo.
—Ahora, este talismán sera quien les diga en que momento deben actuar. Cuidenlo, es como un tesoro.—
—¿Qué se supone que hagamos con esto?.—
—Regina, este talismán conserva la magia, cuando su luz se apague es por que la magia que tenia se le acabo.—
—Exacto. Este talismán está ligado a tus hijos, Regina. Cuando la magia en el se acabe es allí donde deben traerlos de vuelta.—
—No entiendo nada, ¿cómo se supone que los traeresmo de vuelta? Y ¿por qué no lo hacemos ahora? Además no sabemos como hacerlo.—
—Ya les dije lo que debían saber, ahora de ustedes depende. Mientras haya magia busquen la manera de traerlos de vuelta. Créanme ellos estarán esperando.—
—Bien, digamos que esto funciona. ¿Cómo hizo usted para ligar este talismán a la vida de mis hijos.—
—Eso es algo que sabrán más adelante. Ahora deben unirse y confiar el uno del otro. Solo así podrán salvarlos.—

No entendían mucho lo que pasaba pero si en algo tenia razón mamá Odie era que ese talismán era como la poca esencia de vida que quedaba.
Ahora ambos debían dejar sus indiferencias atrás y actuar como un equipo.

Comentarios.

Y aquí estoy, tratando de desatrasarme con ustedes.
Tratare de darle otro cap más para que así la historia vaya llegando a su fin, de nuevo gracias por leer. Bai babys. 💋

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