VodooQueen

Todo está mejor

Los resultados de los exámenes no salieron como los doctores querían, pero tampoco salieron tan mal.
Lo bueno de todo esto era que Rachel ya podía volver a su hogar pero debía seguir todas las recomendaciones al pie de la letra. Ese mismo día Roni había estado en el departamento de Facilier buscando ropa limpia tanto como para él, como para Rachel.

Facilier estaba realmente feliz al saber que ya le habían dado de alta a su pequeña hija. Pero él no era el más feliz, la más feliz era Rachel ya que odiaba dormir y despertar en ese lugar.

Toc toc.
—¡Adelante¡— Exclama Facilier desde los adentro de la habitación.
—Hola, lamento interrumpir este momento pero, les traje ropa limpia a ambos, así que si quieren salir de este lugar deben cambiarse ya.—
—¿Estuviste en mi departamento? Pregunto Facilier con asombro y extrañeza.
—Si, estuve allá, perdón por inrrumpir en propiedad privada pero pensé que necesitarían ropa limpia y zapatos.—
—Eres increíble, Roni, gracias.— Se acerca a ella y deposita un peso en sus labios.

—Ejem, ejem.— Rachel aclara su garganta para darles a saber que ella estaba en el lugar por tanto no debían ignorarla o hacer demostraciones de afecto frente a ella.
—Oh si, lo siento hija, iré a cambiarme a otro lugar, ya vuelvo.—
—Vale papá.—
Cada vez que las dos mujeres se quedaban solas, la tensión entre ellas aumentaba ya sea por que no se soportaban, por que se apenaban o simplemente por que no tenían palabras para entablar una conversación.
—Tú deberías hacer lo mismo que tu padre, ¿no crees?.—
—Si, ya quiero salir de este lugar tan triste y agobiador.—
Rachel se incorporo en la camilla e intento levantarse pero sus fuerza aún estaba débiles. Roni al verla que luchaba para querer pararse, va y la toma del brazo.
—Ven, déjame ayudarte.—
—No, yo puedo sola.—
—De acuerdo, dejare que lo hagas.—
Soltó el brazo de la chica separándose lentamente de ella para darle espacio.
Pero todo era en vano, no podía por si sola aunque ella dijera que si.

Rachel maldice al darse cuenta que no podía, al menos no, hasta que se recuperara del todo.
—Déjame ayudarte.—
—Está bien, pero solo por esta vez.—
—Si, solo sera por esta vez.—
La vuelve a tomar del brazo y ayuda a pararse.
—Gracias, uhm... Podrías.—
—Si, claro.— Roni se gira para dejar que la chica se vista.
Una vez estando todos listos, los tres salen del lugar diriguiendose al apartamento de Facilier.
Todos estuvieron callados durante el trayecto a casa, peto se veían tan felices no solo por la recuperación de Rachel, si no también por que por segunda vez las mujeres no estaba peleando o discutiendo por ciertos temas.

Eso era lo que Facilier quería o pensaba, tener una familia como siempre soñó y lo cual nunca se hizo realidad, pero ¿estaba el destino dándole otra oportunidad? ¿seria tan real como se creía? ¿qué le aseguraba a él que todo no se destruiría como la primera vez? Él no lo sabia, a pesar de ser un brujo, no conocía el destino y lo que vendría con el, pero mientras durara aprovecharía el momento lo más que se le permitiera.

Al llegar al hogar, Facilier noto como por la casa ya no había sangre regada, se le hizo un poco extraño pero sabia quien podía haber metido mano en eso.
—Fuiste tú ¿verdad?.—
—¿Yo? ¿ahora de que me señalas?.—
—No te hagas, Roni. ¿Tú limpiaste el apartamento?.—
—Bueno, es que no quería que llegaran y encontrar este desastre.—
—Eres increíble ¿ya te lo he dicho?.—
—Eh... Si, de hecho me lo has dicho dos veces el día de hoy.—
—Pues nunca me cansare de decírtelo, mujer. Ven aquí.— La tomo por la cintura y la miro a esos hermosos ojos marrones que hacían que se perdiera en ellos.

—Ejem, ejem, no se por que se olvidan que estoy con ustedes.—
Ambos rieron al ver la cara que Rachel tenia justo en ese momento.
—Lo siento, es que no puedo guardar mis sentimiento.—
—Ya lo sé, pero no hagan eso mientras este presente. No quiero tener pesadillas después.—
—Ok, ya no lo haré, ¿alguien quiere comer?.—
—Si, yo tengo hambre, la comida en el hospital es un asco.—
—Oye jovencita, a la comida no se le llama así.—
—Pero es cierto, además como cocinaras con tus manos vendadas.—
—Cierto.— Facilier se quedo por unos minutos observando sus manos y descifrando como haría para cocinar, Roni no tardo en interrumpir todo y tomar la palabra ella.
—Yo puedo hacerlo, claro, si quieren.—
—No tienes por que hacerlo.—
—Pero quiero hacerlo, además no es por alardear pero preparo la mejor lasaña que jamás se han comido en sus vidas.—
—¿Ah si? Déjame descubrir eso entonces.—
—Bien, ya verán como les gustara.—
Roni entro rápidamente a la cocina y se coloco el delantar. Ambos se miraban el uno al otro y luego miraban a Roni con la rapidez en que hacia las cosas.

—Desearia que papá cocinara tan rápido como tú.—
—¡Oye! Que hago mi mayor esfuerzo.—
—Si, por que si no moriría de hambre.—
Los segundos y minutos transcurrian mientras ellos esperaban impacientes en la mesa, todos se alegraron al oír la campana del horno sonar dando señal de que la comida estaba lista.

Rachel ayudo a poner la mesa, no quería sentirse inservible a pesar de que el doctor le dijo que no hiciera el más mínimo esfuerzo. Pero su padre sabia que si la interrumpía ella se pondría mal al saber que no podía hacer nada por si misma.
Así fue como todos compartieron la mesa acompañado de una rica lasaña hecha nada más y nada menos que por la reina malva, que ya no era tan malvada, bueno.... Ya no era malvada.

Parecían ser la familia perfecta, pero había un pequeño detalle no todo duraria para siempre. Es la realidad de la vida de lo cual todos eran consientes, aunque les gustaría que eso si durara para siempre.
Era increíble como todo cambio para bien, al parecer la recaída de Rachel hizo que se unieran más, al menos para algo sirvió haber pasado un mal rato. Y que más da, si después de la tormenta vendrá la calma, aunque también dicen que cada rosa tiene una espina.

Comentarios.

Hola, holaaaaaaaa. ¿Cómo va su fin de semana? El mio aburrido, pero encuenteo distracción cada vez que escribo.
Aquí les dejo este nuevo cap y espero que lo disfruten mucho. Bai babys. 💋