Rachel

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Bosque encantado, horas después del nacimiento.

La decisión estaba tomada y Facilier estaba destrozado por dentro, no solo había perdido a la mujer que amaba si no que también tenia entre sus brazos a su hija quien parecía más muerta que viva.
Después de que Regina se bebió aquella poción qje la haría olvidar todo lo vivido con Facilier, el mayor decidió dejar las cosas en orden, chasqueo los dedos y al segundo todo había quedado como era antes. Ya no había una cuna, ropa de bebé, trajes maternos, incluso hasta el cuerpo de Retina yacía en su lecho con sus atuendos de Reina.
—¿Le diste la poción.— Preguntó una voz desde la entrada de la habitación.
—¿Dónde se había metido usted?.—
—Veras querido, no solo Regina es la única que debe olvidar, todos en el reino lo deben hacer y es exactamente eso lo que estaba haciendo. He guardado todos los recuerdo de todos en este atrapasueños.—
—Así que mientras su nieta llegaba a la vida ¿usted se dedicaba a eso?.—
—Querido, si yo no hago el trabajo bien, nadie lo hará. Además, recuerda que nadie puede saber lo que paso aquí excepto claro, tú y yo.—
—No, claro que no, usted tampoco debe saber nada.— Facilier le arrebató el atrapasueños y amenazo con borarle los recuerdos a Cora.

—¿Pero qué haces? ¿acaso te volviste loco?.—
—Usted va a condenar a toda esta gente a la tristesa y el abandono, usted no se merece saber nada de esto, ni de que su hija pues ser mejor, ni de que tuvo una nieta.—
—Querido, baja ese atrapasueños. Un mal movimiento y podrías causar un caos.—
—Camine hacia allá, ¡ahora mismo!.— Exclamo Facilier indicándole a Cora que fuera hacia el peinador de la habitación de Regina.
—No tienes que hacer esto, yo solo quiere ayudar.—
—¿Ayudar? O ¿quiere quedarse con mi hija para hacer lo mismo que hizo con Regina?.—
—¿Qué dices? Jamás le haría daño a mi niet@.—
—Entonces si reconoce que durante todos estos años lo único que ha hecho es causarle dolor a Regina.—
—Por que no hablamos mejor.—
—¡No necesito hablar nada con usted! Ahora, quiero que eche lo que queda de la poción en esa agua y se la tome.—
—Primero quiero que sepas que hay una manera de que la bebé resista hasta que la maldición sea lanzada.—
—¡Callese!.—
—Te estoy diciendo la verdad. Debes llevarla donde una bruja llamada mamá Odie, ella te ayudara a salvarla mientras tanto.—
—Haga lo que le pedí.—
—Claro que....—
—¡Hagalo ahora mismo! O devolveré la memoria a todos y así Regina jamás lanzara esa maldición.—
—No entiendes, si Regina no lanza la maldición tu h...—
—¡Callese y hagalo!.—
—Está bien.— Cora tomo la poción y echo en la jarra de agua lo ultimo que quedaba de ella.
—¡Ahora bebala!.—
Cora asintió y tomando un baso bebió del agua que contenía la poción y al momento el cuerpo de esta cayo desplomado en el suelo.

Una vez que ya todo hubo concluido Facilier desapareció del castillo sin dejar huella alguna, sin dejar rastro, sin dejar si quiera su olor.
Este mismo se apareció en la cabaña donde alguna vez él y Regina prometieron crear un futuro, la misma cabaña que el había adecuado para los tres, la misma cabaña que llamaría hogar.

Facilier coloco a la bebé en un canasto abrigando bien su cuerpo con una manta y alzo su mano para tratar de hacer magia y salvar a su hija, pero fue interrumpido por una voz que le dijo no te muevas.
—¿Quién es usted y qué hace aquí?.—
—Vine aquí por que alguien me necesita. Soy Odilia, pero puedes llamarme mamá Odie.—
—¿Mamá Odie?. Entonces Cora tenia razón.—
—¿Qué tiene que ver esa bruja en todo esto?.—
—Ella hizo que me separara del amor de mi vida e hizo que mi hija se separara de su madre.— Mamá Odie se acerco al canasto donde estaba la pequeña y poso ambas manos en la cabecita de esta.
—Está niña no durara mucho. ¿Quién me dijiste que era su madre?.—
—Regina, Regina Mills.—
—¿Estas diciéndome qué esta pequeña es nieta de Cora?.—
—Si, ¿conoce a Cora?.—
—Fue ella quien me pidió la ayuda y aunque ella y yo no nos llevemos bien, un recién nacido no tiene la culpa de nuestros problemas.—
—¿Cómo supo que estaba aquí?.—
—Mamá Odie lo sabe todo. ¿Pensabas usar magia negra en la bebé? ¿estás demente?.— Tomo su bastón y le dio un golpe en la cabeza.

—Que no ves que la niña lo que necesita es magia pura, es la única que puede ayudarle con la oscuridad que alberga dentro.—
—¿Puede salvarla?.—
—Da gracias que la bebé aún respira, con dificultad pero respira.—
—Entonces salvela.—
—Antes debes saber algo. Una vez que yo salve a tu hija ella debe irse de esta tierra y por nada del mundo debe estar en un lugar con magia y menos si es magia oscura.—
—¿Por qué?.—
—Por que la magia que lleva dentro es la que hace que se consuma, sin embargo algún día lograras salvarla de esta condena, bueno, tú no pero si alguien más.—
—¿Y quién es?.—
—Lo sabrás cuando ese día llegue, cuando el día en que el olvido y el amor se encuentren entonces la oscuridad más pura podrá salvarla.—
Mamá Odie hizo presión en las cines de la pequeña y un rayo de luz blanco comenzó a salir de ella haciendo que los ojos de la pequeña se abrieran de golpe y su llanto se empezara a escuchar.

Mamá Odie casi que sin fuerza cayo de rodillas en el suelo mientras Facilier tomaba entre sus brazos a la pequeña.
—Hola mi pequeña, mi pequeña Rachel.—
Mamá Odie se sorprendió al escuchar el nombre y le pregunto.
—¿Sabes lo que significa ese nombre?.—
—No, no tengo idea.— Respondió el contrario sin dejar de sonreír y acariciar el rostro de la pequeña.
—Encanto y elegancia.—
—Perdón, ¿qué?.— Pregunto Facilier quien no había prestado atención a ninguna de las palabras dicha por mamá Odie ya que estaba con su mente en la pequeña que tenia entre sus brazos.
—Que eso significa el nombre Rachel.—
—Entonces elegí el perfecto, por que es un encanto y además lleva la elegancia de su madre.— Mamá Odie sonrió ante esas palabras y despidiéndose desapareció del lugar.
—No lo olvides, debes llevarla lejos si quieres que sobre viva.—

Comentarios.

Informó que este es el penúltimo flashback de la historia. 💋

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