Recuerdos

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Apartamento de Facilier.

🎶 Amaneció y me encontré con que emprendiste un largo viaje, mi corazón se te escapo del equipaje y se quedo fue pa' llenarme de recuerdos.

Amaneció y el gallo viejo que cantaba en la ventana, hoy no canto pues tú no abriste en la mañana y hasta el viento se devolvió por que no estabas.

Eres el aroyito que baña mi cabaña, eres el negativo de la foto de mi alma, eres agua bendita que crece en mi cultivo, eres ese rayito que me calienta el nido.

—Pensé que me habías dicho que no te gustaba la música.—
Facilier se encontraba cómodamente en su apartamento tomando un café en el sofá. Cuando escucho la voz de Regina casi se atraganta con el café pues no esperaba ver a nadie allí y mucho menos de imprevisto.
—Regina, ¿qué haces aquí?.—
—Está hermosa la canción, pero como dije pensé que no te gustaba oír música.—
—Oh no, no, es que a esta hora Rachel siempre se levantaba y colocaba algo de música.—
—Entiendo, y tú la colocas para no sentirte solo y no extrañarla. ¿Verdad?.—
—La música me acerca a ella. ¿Qué haces aquí? ¿cómo entraste?. No creo que estés aquí por un café.—
—No olvides que ya poseo magia. Y tienes razón no estoy aquí por un café, vine por otra cosa.—
—Dime que ya sabes donde se oculta Gothel.—
—No, esa no es la razón aunque me hubiese encantado venir por eso.—
—Entonces si no se trata de nuestros hijos, no sé por que estás aquí.—
Regina tomo asiento en una de las sillas que estaban frente a Facilier y tomando un largo suspiro continuo hablando para contar el por que motivo estaba justo allí y a esa hora.

—Estoy aquí por que Queen, Queen creo una poción con algunos de los elementos que alcanzaron a venir con la maldición.—
—¿Poción de qué? ¿Es algo que nos ayudara a rescatar a nuestros hijos?.—
—No, que más quisiera yo que eso pasara, pero no. La poción es para recuperar la memoria.—
—Oh, así que, quiere saber algo del pasado.—
—Así es, y preparo lo suficiente como para ella y para mí. El hecho es que no estaba segura si tomarla o no, pero algo dentro de mí me decía que debía hacerlo.—
—Entonces, si la bebiste.—
—Si y ahora entiendo por que hiciste todo esto.—
—No estoy entendiendo. ¿Hacer qué?.—
—Lo de llevarte a Rachel lejos, lo de buscar incansablemente una cura para ella. Ahora entiendo que no solo lo hiciste por ella, también lo hiciste por mí.—
—Regina, deberás quisiera entenderte pero creo que mi cerebro no funciona del mismo modo que en la tarde.—
Regina sin saber que decir o como actuar, se levanto de la silla y le bajo un poco al reproductor de música quedando ella de pie frente a Facilier.

—Hablo de aquella poción que me tome en el bosque encantado, la poción que use cuando me entere que estaba embarazada de tí. La misma poción que hizo que Rachel este donde esta ahora.—
—Regina por favor.—
—No, por favor tú, vine aquí hablar así que escucharas todo lo que tengo para decir. Ahora entiendo por que la alejaste de mí, fui un monstruo con ella desde un principio, yo misma me encargue de darle la enfermedad con la que ella sufrió por muchos años.—
—Regina, fue una simple poción, ni tú, ni yo sabemos si eso fue lo que causo la enfermedad.—
—Sabes que no miento, sabes que esas pociones son demasiado fuertes, sabes tanto como yo que lo hice por que la quería muerta y ahora el destino se encargo de darme lo que anhele.—
—No es tu culpa, tú solo estabas confundida.—
—Claro que es mi culpa, es por eso que Rachel está muerta, yo la mate, YO LA MATE.—
Al termino de sus palabras Regina rompió en llanto, ahora entendía el por que había encontrado a Queen llorando en el sementereo, ahora todo encajaba, todo empezaba a tener sentido.
Facilier que no le gustaba ver así a Regina y que además siempre quiso protegerla y cuidarla para que ella sintiera que tenia alguien quien confiaba en ella, alguien quien tenia fe en ella, se acerco y trato de abrazarla pero ella se rehúso.

—No te me acerques, no debes estar cerca de una asesina como yo.—
Entre el llanto Regina comenzaba a reír como loca ya que el shock que sentía en esos momentos provocaba eso.
—Que irónica es la vida, unos tratando de dar vida y yo matándola. Me merezco todo esto que me está pasando, yo me he encargado de causarles daño y dolor a las personas que solo han querido brindarme su apoyo y amor.—
—No digas eso, tú eres una buena mujer, haz hecho que entre héroes y villanos formen una alianza por combatir el mal. Tú eres especial, no una asesina.—
—Lo dices para que me sienta bien pero sabes que, no te creo, no creo en nada. Si no me hubiera tomado esa poción nada de esto estaria pasando. QUE NO ME TOQUES, yo me encargue de matar a mi hija y de destrozarte el corazón, te trate mal, te hice sentir mal. Destruí lo poco de bondad que había en tu corazón.—
¿Seria el fin de VodooQueen? ¿sera que Regina se sentía tan culpable que ya no quería estar cerca y darle la cara a Facilier? Nadie se imagino que esto pasaría, pero Facilier no descansaría hasta que Regina dejara de llamarse asesina.
—No me toques, alejate de mí y te voy a pedir un favor, cuando recuperemos a Rachel quiero que también ella se aleje de mí. No quiero que ella sepa nada de esto y menos que soy su madre, todo se quedara como antes. No quiero que mi hija viva con que su madre no la quería.—
—Regina espera, no te vayas.—
—Solo estaremos juntos cuando vayamos a salvar a Rachel, luego cada uno tomara caminos diferentes. Adiós Facilier.—
Dolía, el corazón de Regina dolía. Pensó que lo mejor había sido no tomarse esa poción, pero ya no había marcha atrás, ya le tocaba vivir con esa culpa.
Al dejar el apartamento de Facilier atrás, tomó rumbo hacia el albergue donde esperaba encontrarse con Queen. Llegó al lugar ahogada en llanto, pues no podía evitar recordar lo que antes había pasado.

Albergue.

—Regina, ¿qué tienes? ¿qué te pasa?.—
—Necesito hablar con Queen.—
—Si claro, pero dime, ¿te encuentras bien?.—
—Si estoy bien, solo quiero hablar con Queen por favor.—
—Ven, te llevare donde ella.—
Cuando ya Hood reunió a Regina con Queen, salio del lugar y las dejo solas. Tenia curiosidad por saber que había pasado y por que Regina estaba así, quería ayudar así como una vez ella hizo con él. Pero sabia que no debía meterse entre los asuntos de ellas dos.
—Oye Regina, ¿qué te pasa? ¿por qué lloras de esa forma?.—
Regina no quiso hablar, solo se lanzo a los brazos de su mitad "malvada" y la abrazo sin tener ganas de despegarse de ella.
—Tranquila, lo que sea que te paso cuéntamelo.—
—Ya lo sé todo, Queen.—
—¿De qué hablas?.— Ambas se separaron lentamente y se miraron a los ojos.
—Hablo del pasado. Me tome la poción que me diste y ahora entiendo por que estabas así cuando te encontré.—
—Regina, tranquila, todo está bien.—
—No, eso no es cierto, nada esta bien. Que no te das cuenta, por mi culpa Rachel está muerta, yo desee esto, yo la mate.—
—¿Qué dices? Regina, aquí tú eres la mitad buena, nada es tu culpa. Es culpa mía, me deje llevar más por mi venganza que por lo que realmente importaba.—
—No, puede ser que ahora estemos separadas pero en ese tiempo eramos una y aún siendo malvada sabia que había algo de bondad en mí pero no quise escuchar esa parte, solo me concentre en Nieves y mi venganza. Rachel pago con su vida mis errores.—
—Pues si eramos una, las dos tomamos la decisión, así que no es solo culpa tuya, juntas actuamos mal. Pero cuando traigamos de vuelta a Rachel todo se solucionara, tú podrás volver a estar con Facilier y los tres nos encargaremos de contarle sobre nosotras.—
—Eso jamás pasara, prometeme que no le dirás nada a Rachel.—
—Pero ella debe saber que su madre no está muerta, debe saber que de hecho tiene dos.—
—Rachel no se merece una madre como yo, no después de lo que le hice. Ella tenia razón al odiarme tanto.—
—Pero Regina...—
—Prometemelo, Queen. Promete que no dirás nada.—
—Pero igual Facilier se lo dirá, ella tiene derecho.—
—Facilier no dirá nada por que yo se lo pedí. Ella tiene derecho a tener una buena madre y yo no soy la indicada. Así que debes prometer.— Después de haberlo pensado tanto, Queen se digno en prometerle a Regina que jamás Rachel escucharía algo de la verdad que proviniera de sus labios.

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