81. C de: "Cinco."

463 67 15
                                    

—¿Que hacemos aquí? No entiendo —no pude evitar hacer evidente mi preocupación.

—Solo espera aquí...

—¿Que? ¡¿Vas a dejarme sola?! —me alarmé mas aún.

—Todo esta bajo control, Brid. Solo espera aquí —me dedicó una sonrisa relajante, que en cuestión no me relajó nada y empezó a dar pasos hacia adelante dejándome ahí, sola.

—No me dejes —supliqué en un susurro que pareció no escuchar y menos mal, porque soné bien dramática. 

Me abracé a mi misma mientras intentaba descifrar con la mirada a donde se dirigía y que se suponía que hacíamos en este lugar que para ser sincera, parecía un basurero. Y a esta hora de la noche. Y en nuestra primera cita. Estupendo.

—Listo —dijo con una gran sonrisa de satisfacción saliendo detrás de un gran contenedor de basura.

—¿Ahora si me vas a contar? ¿No me digas que usaste estos contenedores de baño? Teníamos baños de verdad en el restaurant—le vi impaciente.

—Aún no, y no, no los usé de "baño" —hizo comillas. —¿Segura que no traiste el papel contigo? —se echó a reir en mi cara y yo no supe que contestar en ese momento.

Sin mas empezó a caminar a no se donde y aunque a regañadientes, tuve que seguirle. Era eso o esperar ahí solo a ser devorada por osos.

Se detuvo a esperar que yo le alcanzase, tomó mi mano y sin decir nada mas seguimos caminando. Poco a poco nos ibamos alejando de ese basurero. Eso era bueno.

Llegamos a un pequeño centro comercial, habían muy pocas casas por esos alrededores. Podía contarlas exactamente con los dedos de la mano.

—Buenas noches —saludó él muy amable al señor de la tienda.

—Buenas, compadre —correspondió el saludo de la misma manera.

—Eh, buenas noches —dije yo un poco nerviosa. No quería parecer mal educada.

—Buenas, comadre —me regaló una sonrisa y yo no pude evitar reir por lo de comadre.

El caballero junto a mi que toda esta noche no ha echo mas que jugar al misterioso, tomó un carrito y empezó a desplazarse por los pasillos.

—Bien, Brid. Esto es lo que haremos, empieza a tomar alimentos de primera necesidad como si de un huracán 5 se tratase y ve echándole en el carrito. No te preocupes por el dinero, ¿Vale?

—¿Que sucede? ¿Viene un huracán? ¿Tu lo sabias? ¿Por que hasta ahora me lo dices? Dios mio, estoy fuera de casa. Siquiera cerré las ventanas de mi habitación, no le dije a mi mamá que la amo, no he... —Eh, si. Podemos decir que lo dramática estaba de vuelta.

—Okay, calmate —se echó a reir—. Dije como si viniera, no que viene. Además estamos juntos, ¿recuerdas? —siguió recorriendo el pasillo de los enlatados.

—Oh, eso significa que si viniere un huracán, sería tipo "Oh, no. Ellos están juntos, mejor vuelvo después" —Si, digamos que me extresé... solo un poco.

El no paraba de reir. ¿No se daba cuenta que esta desesperada, angustiada, confundida, extresada, nerviosa y enamorada?

—Si, Bridget Drama White. ¡Como usted diga! —se burló tomando unas latas de atún. 

Entonces entendí que tenía esta batalla perdída y me rendí. Rodando los ojos también empecé a tomar algunas latas y las eché en el carrito.

—Gracias —le dijo al señor cuando terminó de pagar.

—Es un placer servir, mi compadre. Y a la comadre, me la cuida mucho eh. Creo que le va a tocar hacer dieta después de una cena como ésta —señaló las bolsas de la compra y ambos emoezaron a reir como retrasados. Yo estaba disfrutado que en pocas palabras me dijeran que iba a quedar gorda y que se rieran de mi en mi propia cara.

Lo estaba disfrutando

En serio.

Cuando se aburrieron de reirse de mí, el mal compañero que tenía a mi lado, tomó las bolsas saliendo del lugar y yo le seguí. 

—Estas muy seria —emitió la primera palabra despues que habíamos abandonado la tienda.

—No, para nada —dije seria. Lo siento amigos, así soy.

—Si querías unas fotos así a lo Tumblr en el carrito solo debiste decirmelo eh.

—Solo quiero estar en un lugar seguro  donde no tenga miedo a que nos asalten o que osos feroces nos devoren, creo que no es mucho —solté un suspiro.

—Te tomas las cosas muy apecho. No te preocupes tanto, que yo ya me estoy ocupando. Sonríe ¿si? —le dediqué una cara de pocos amigos.

Solo dimos unos pocos pasos en silencio cuando el volvió a hablar.

—Deberías usar esa alma letal mas seguido.

—¿Que alma letal? —ahora si que estaba confundida.

—Tu sonrisa.

¿Que?

Como en respuesta, el continuó.

—Matas cuando sonríes.

¿Que?

—Disparas justo al corazón, y yo soy victima de ello. En resúmenes, sonríe... Sonríe porque me matas cuando lo haces.

Bueno, la que estaba casi muerta en estos momentos era yo, pero okay.

Y por pura inercia, no pude evitarlo y se me escapó una sonrisita.

—¿Lo ves? De eso hablo, ya. Puedo morir tranquilo —empezó a recostarse de mi como si estuviera cayendo.

Drama.

—Aun no caballero. Espera a que esté en casa, sana y salva.

—¡Que insensible! —fingió ofenderse.

¿Lo digo yo o lo dicen ustedes?

D-r-a-m-a.

Me había entretenido tanto con sus piropos que podía jurar y los sacaba de Pinterest, que hasta ahora me percataba que habíamos regresado justo a ese basurero abandonado.

—Bienvenida otra vez, ¿Mesa para cinco? —me hizo una invitación el "caballero misterioso"

Esperen.

Dijo.... ¿Cinco?

◇◇◇♡◇◇◇

Solo diré que:

1-Volvi temprano :) amenme! (Okay no)

2-infinitas bendiciones porque los amo ♡

3-Ya me dio hambre, estaré cenando, chauuuuuuuu pueesss

Desconocido a la vista.  #1 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora