Sólo quiero... *terminada*

Capitulo 9

La palabras de Eric no fueron en vano, él iba a empezar a "luchar", pero no sabía que esa palabra significaba más bien conquistarme, pero él tiene que entender que yo no siento nada por el, solo resentimiento.

Aún no me ha explicado lo de la modelito rusa, tampoco es que me importe la razón, o tal vez es solo una excusa, para no saber porque no fui suficiente.

Lo único bueno que salió de él, fue abrirme los ojos, y ver más allá de mis propias narices.
Me equivoque miles de veces. A mi nunca me hicieron matoneo en la preparatoria, más bien, yo era la chica que lo hacía, tal vez no físico pero sí verbal, pensaba que el mundo estaba a mis pies, pero no.

Muchos en la ciudad donde vivo estarán hablando mal de mi, y me imagino que mi mamá sólo lo estará negando, pero ya no me importa, me levantaré y seré fuerte, tal vez esté embarazada a temprana edad, y no pueda disfrutar mi juventud, como unos dicen, pero agradesco no poder disfrutarla sino estar cada día enamorándome más de mi bebé. Y eso es mucho mejor.

Eric está empezando a enviarme regalos, como si pudiera comprar a mi bebé y a mi, si ese es su significado de "lucha" es mejor que se vaya rindiendo. Si todavía fuera aquella chica perfecta, ya estaría besando sus pies, pero ahora no, ya todo cambio, yo cambié.

Wyatt está enojado, cada vez que llegan flores o alguna otra cosa, él no las bota, mucho peor, él las quema. Yo no digo nada, en realidad, me gusta verlo enojado o celoso, porque lo hace ver sexy.

Me gusta Wyatt ya no puedo negarlo y según mi hermano tampoco disimularlo. Él es todo lo que quise que fuera Eric, a penas me conoce y hasta ahora no me ha dejado sola, de algún modo esas muestras de afecto me hacen sentir bien.

Cinthya, bueno ella no ha cambiado en nada, y sigue molestando a mi hermano, pero lo extraño es que él solo la mira con diversión, y puedo apostar que también con una pizca de ternura, pero ella no se da cuenta, o tal vez si, y lo ignora. Algo paso aquella noche en el hotel y no me quieren decir.

Ayer Wyatt me invitó a salir y yo de tonta le dije que lo pensaría, la verdad es que tengo miedo, no quiero decepcionarlo, o algo parecido, tampoco quiero atarlo, o sea, estoy embarazada, ya se que eso no es un impedimento eso me lo dejo claro la señora Francelena, pero aún así no puedo evitar sentirme nerviosa.

Por eso a pesar de todo voy a aceptar su propuesta.

Me paro de mi cama, y me dirigo a la habitación de Wyatt.

La puerta está abierta, algo que me da curiosidad, lo escucho hablar por celular.

- no, ya no lo haré - dice Wyatt

La otra persona le responde algo que lo hace enojar aún más.

- Mira te hablaré claro ¿okey? No voy a volver contigo, eso ya quedo en el pasado, ahora estoy con otra persona, y no me importa que esté embarazada, se que amaré a su hijo, como si fuera mío...

No logro terminar de escuchar por qué entro y lo abrazo por la espalda, huele tan bien.

El se tensa un momento, pero luego al ver mis manos se relaja y cuelga.

Siento su cuerpo vibrar de la risa pero no me suelto, me encanta estar así, su olor me tranquiliza.

- Eres una chismosa - dice volteándose , se queda viéndome con adoración, y sus labios con una hermosa sonrisa tierna.

Me encojo de hombros, y lo vuelvo a abrazar, las hormonas me enloquecen.

Él me rodea con sus brazos, hundiendo su cara en mi cuello. Su respiración en mi piel, hace que me erice.