-Primero acabaré contigo, y luego iré a por esa sucia chatarrera que osó arrebatarme a mi alumno. ¡Juntos podíamos haber gobernado toda la galaxia!
De repente, en la vorágine de dolor en la que se encuentra sumergido aparece como una centella, el vivo recuerdo de la muchacha de Jakku. Rey. La única que ha creído en su redención desde el principio. El amor de su vida. Jamás permitirá que nadie le haga daño, y mucho menos el monstruo abusador que ahora descarga sobre él toda su furia homicida. El brillante recuerdo de su dócil entrega en Naboo. Su blanca sonrisa. Su sedoso pelo oscuro. Su eterna mirada avellanada son el acicate necesario para sintetizar toda su Fuerza y convertirla en algo distinto. No es Oscura, tampoco Luminosa. Es una combinación de ambas, y lejos de confundirle le hace sentirse más seguro de sí mismo. Más cómodo con esa nueva variedad de Poder en su interior. Nota la debilidad de la criatura, en la forma en cómo se dispersan sus rayos azules por su adolorido cuerpo. Es el momento de enfrentarlo de una vez por todas.
Del mismo fondo de su garganta arranca un grito. Un alarido que le ayuda a alzar la cabeza y un brazo hacia Snoke y bramar entre dientes: -¡Nunca dejaré que llegues hasta ella! ¿Me oyes, monstruo? ¡Nunca! Y sin saber muy bien que está repitiendo los mismos actos de su tío Luke se incorpora del suelo y agarra el deforme cuerpo de su maltratador para elevarlo en el aire, y entonces lo lanza lejos de sí. Tan lejos que la criatura cae en las lenguas de fuego. Un espeluznante alarido brota del gaznate de la criatura justo cuando su ajado cuerpo entra en contacto con el abrasante calor anaranjado.
Ben camina hasta el borde de la pasarela justo para ver como el acerado de los ojos de Snoke palidece para siempre entre las ardientes olas de magma de Mustafar.
El joven cae de rodillas sobre la caliente pasarela que soporta durante eones, las altas temperaturas del lugar. Sus oscuros ojos contemplan la lenta fluidez de la lava hasta perderse en la inagotable cascada que se hunde en el núcleo del planeta. No siente orgullo en su acción, solo alivio. El consuelo que proporciona saberse libre para siempre de su carcelero. Solo le resta por hacer una cosa. Deshacerse del anillo de poder. Su auténtico sitio es regresar a su morada primigenia. Aquella que lo engendró. Con un suave movimiento adelanta una mano y abre los dedos. La sortija desaparece, al igual que Snoke, entre las perpetuas lenguas de fuego. El diamante negro jamás volverá a dar vida a otro monstruo. A nadie más. Nunca.
Se levanta casi sin energías y se dispone a regresar al TIE junto a su amigo Tetraites. Cuando se gira para iniciar el camino de vuelta. Un susurro se eleva en el aire recordándole sus orígenes, y también su destino revelado ese día.
-Ben... la profecía se ha cumplido en ti. Tú eras el auténtico elegido. Aquel que vendría a restaurar el equilibrio de la Fuerza y destruiría a los Sith.
Otra voz se une a la primera. Es tan inconfundible como la anterior, pese a ser solo la segunda vez que la escucha: -Ben, ahora solo debes cumplir un cometido. Ya sabes cuál, nieto mío. Posees todo lo necesario.
Su húmeda mirada observa el fondo de la caverna. Allí, de pie, envueltos por una nebulosa azulina están los dos Skywalker: Luke y Anakin. Enfundados en sus tradicionales e impecables túnicas de Maestro Jedi. Ambos le sonríen ufanos. Sin embargo, el rostro del joven sigue serio. Con voz atribulada pregunta: -Decís que soy "El Elegido". Yo no me siento así. Aún me siento miserable por la muerte de mi padre. Ni siquiera pude despedirme de mi madre. ¡No merezco la dignidad de ser "El Elegido"!
-¡Te equivocas, Ben! –Le contesta su abuelo: -Todo cuanto has hecho te ha conducido hasta aquí, en este día. Todos tus errores, tus tribulaciones. Todo ese tormento era parte del camino que debías recorrer para llegar hasta este punto.
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Black Diamond (La redención de Kylo Ren)
أدب الهواةHan pasado algunos meses, tal vez un par de años desde que Kylo Ren se enfrentó por última vez a las fuerzas rebeldes en Crait. Desde entonces nada ha vuelto a saber de Rey. Durante todo ese tiempo en el que Ben se ha convertido en Remperor ha busca...