Black Diamond (La redención de Kylo Ren)

Capítulo 31

Rey y Ben llegan al nivel 88 casi a la carrera y sin dilación entran en el "Meltdown Café". Un famoso antro donde se reúnen a beber los mayores criminales de la galaxia. Rey arruga la cara. El olor allí dentro es nauseabundo. Mucho peor que en la cantina de Maz Kanata, allá en Takodana. Tantos cuerpos humanos y alienígenas sudorosos y hacinados en las mesas, infectan el aire volviéndolo casi irrespirable. Putrefacto es la única palabra que le viene a la mente a la muchacha para poder describirlo.

Ben le indica con la mirada una mesa justo en el fondo. Allí les esperan los Caballeros de Ren, entretanto se entretienen con unas bebidas: -¡Por fin, llegáis! Exclama Spiculus. Los demás les observan por detrás de los cristales de sus sucios vasos:

-¿Queréis unas quemaduras de Tatooine? Pregunta un animado Crixo, puesto en pie para ir a pedir otra ronda a la barra. Rey niega vehemente con la cabeza. Solo imaginarse bebiendo de esos asquerosos vasos hace que su estómago se revuelva. Ben tampoco está por la labor de beber nada en aquel antro insalubre. El simpático Crixo se encoge de hombros sin entender tanto remilgo, y camina hacía la mugrosa barra donde le espera una encantadora camarera Twi'lek, de piel azul e increíbles ojos amarillos, cuyos tentáculos no dejaban de moverse coquetos.

Tetraites les alcanza unas sillas y ambos se sientan sobre ellas. Ben les apremia con voz grave: -Debemos irnos de inmediato. –Ya está de nuevo metido en su papel de Maestro de los Caballeros.

-Espera al menos a que acabemos esta ronda, Kylo. –Responden al unísono los gemelos Vero y Prisco, incapacitados para hacer o decir nada, el uno sin el otro.

-¡No hay tiempo! Tengo... tenemos- Rectifica e incluye a Rey pidiéndole disculpas de reojo: -nueva e inquietante información. Al parecer, los rebeldes han demostrado por una vez, tener iniciativa, y preparan una encerrona mortal para "La Primera Orden".

Preocupados, todos cambian el rictus. La rubia Flamma interroga con tono urgente: -¡Cuéntanos!

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Mientras, Finn, Rose y Chewie aterrizan en Toydaria, y su primera impresión es que está desierto, al igual que ahora lo está Lannik. Como recompensa a su dilema, Poe les informa: -Los toydarianos han abandonado esta parte del planeta. Era demasiado lluviosa y la naturaleza se empeñaba en ganar terreno a la civilización continuamente. Por eso nuestro proyecto tuvo que ser construido de esta manera. Tras unos altos árboles salen a un claro y ante ellos aparece una extraña construcción de hormigón armado en forma de pirámide invertida, custodiadapor varios soldados rebeldes fuertemente armados. Aquella edificación no ha podido ser realizada en pocos meses dada su estructura y eso junto al enorme conjunto de tareas realizadas para llevar a cabo la complicada misión para acabar con "La Primera Orden". Finn murmura con voz ronca por la sorpresa:

-¿Cuándo fue diseñado este plan, Poe?

-¿A qué te refieres, Finn? Responde el piloto mientras camina hacia la entrada al edificio:

-A que es demasiado enorme para ser producto de un mes o tal vez; dos. ¿Desde cuándo ha estado pergeñando "La Alianza", esta matanza?

Dameron para en seco y se gira para contestar: -No es una matanza, amigo. Esto evitará que haya más futuras muertes. Terminará con la guerra. Y... a tu pregunta sobre el tiempo que se lleva preparándola, te diré que hace un año. Justo después de La Batalla de Crait.

-¿Tanto tiempo? –Exclama sorprendida Rose Tico: -Y, ¿Por qué no sabíamos nada?

-Al principio no se tenía demasiada fe en que este proyecto saliera adelante. Luego, cuando todo se concretó, el Consejo de "La Alianza" tomo la decisión de llevarlo en secreto. Solo unos pocos estaban al corriente. Yo lo supe poco antes del fallecimiento de la General Organa. –Les cuenta un cariacontecido Poe que añade para concluir: -¡Vamos dentro! Tengo que hablar con esos técnicos para ver qué es lo que falla, y cuanto van a tardar en repararlo.