Capítulo 35

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Narra Marielle:
— ¿No me vas a felicitar?— Le reto Gaston. Guido lo miro sin entender e inmediatamente se levanto a saludarlo.
— Te felicito hermano— Me miro a los ojos.
Esperamos que estuvieran dispersos y nos escapamos al patio de atrás.
— ¿Cómo estas tan segura que es de Gaston?— Pregunto lo que tanto estaba evitando.
— Nosotros nos cuidamos siempre—  Ese era mi razonamiento para negar lo que podría ser sin dudas evidente.
— Si, salvo cuando estuvimos en mi casa...El día de la muestra—  tomo mis manos entre las suyas.
—Puede ser...— No me animaba ni siquiera  a pensarlo.
—Mira, anda al medico para saber de cuantas semanas estas...Si son dos meses—  Sus ojos se cristalizaron, bajo la cabeza y me beso las manos.
— Te prometo que voy a ir, vamos a dentro— No queria levantar la perdiz.
Varios días después saque un turno para hacerme una ecografía. El medico estaba apunto de llamarme y Gaston no aparecía. Chequee el celular por quinta vez. Tenia un mensaje suyo 《No voy a poder ir, tengo un compromiso, disculpame amor》 Lo leí y deje en visto. Me puse de pie, iba a entrar cuando tocaron mi hombro. —¿Qué haces acá?— Guido estaba ahí con una bolsa rosada en sus manos. — Vamos que nos esperan— Sonrió. Entramos juntos. El ecografó nos miro, me indico lo que debía hacer e hizo algunas preguntas. — ¿Es el papá del bebe?— Nos miramos inquietos. — El tío, el padre no pudo venir—  Contesté. Luego, coloco el gel y deslizo aquel aparato sobre mi vientre plano. Nos indicó donde mirar, en que parte se encontraba el pequeño feto. — Lleva ocho semanas de embarazo— Un total de dos meses. Mire a Guido y asentí. Era el padre. Salimos de la sala algo shockeados, hasta contentos.
— Yo sabía que era mio, vi esto y no me contuve...— Abrió la bolsa. De ella saco un body muy pequeño, color negro con la lengua de los stones. — La o lo vas a hacer rollinga jaja—  Reí tomando la prenda en mis manos.
— Mientras sea rockero/a, que escuche la banda que quiera— Rió a carcajadas. Luego me acarició la mejilla — ¿Vamos a comer algo?—Asentí, moria de hambre. Almorzamos y luego nos despedimos — Me pasaria la vida entera con vos—suspiró—  Pero me tengo que ir—  Beso mis labios...

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