Capítulo 30

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Narra Marielle:
—Eso es lo que importa, que seas feliz— acaricie su mano con la punta de los dedos.
—Te extraño— nos miramos en silencio por unos minutos—Quiero que volvamos...—Una voz nos interrumpió. Gaston entró y me abrazo por la espalda.
—¿A dónde quieren volver?— dijo en un tono algo extraño.
—Quiero que volvamos al escenario boludo, tengo muchas ganas de seguir tocando— camufló sus palabras. Gas le dedico una sonrisa paternal.
—Para manija, reponete tranqui esta semana y seguimos a full— se acerco a el y revolvió su mata de pelos alborotados.
—Gracias, sos lo más— contesto sonriendo y a la vez avergonzado en su mirada. Igual que yo.
Al día siguiente fue nuestra muestra, Gaston y yo exponiendo en el mismo lugar. Mi prima Abril se la pasó mirandolo, tan embobada como risueña. Hablando de cada obra, tremenda admiración le tenia. Por mi parte di vueltas en la galeria. De pronto, en el pasillo de la sala continua, alguien jalo mi brazo y me introdujo en una de las salas que por hoy permanecia cerrada. Pense en gritar, cuando la persona en cuestió giro mi cuerpo, enfrentandonos. —Guido...¿Que haces aca?— me respondio con un beso en los labios. Un beso muy apasionado. Sus manos acariciaban mi cintura jugando debajo de la campera de cuero.
—Necesitaba verte, ademas no me iba a perder la expo...toma— me entregó una pequeña bolsa celeste que traia en sus manos. En su interior habia una cadenita de acero quirugíco con un dije en forma de luna menguante, junto a este habia otro con forma de sol naciente.
—Quedate con uno y yo me quedo con el otro— pidió. —Son hermosos...Tomá— le entregue la luna —sos tan hermoso e inalcanzable como ella— tome el que tenía forma de sol.
—Sos como el sol, se que me vas a quemar pero no me importa— acaricio mi mejilla.
—me tengo que ir— gire mi cuerpo y el me tomó de sorpresa.
—Mucha suerte— beso mi cuello. Salí de ahí con miles emociones mezcladas. Abril me esperaba no muy lejos.
—¿Que te paso en el cuello?— Guido me habia dejado tremendo chupon. —dame tu chal— tome su pañuelo y con ello cubrí toda evidencia. Salí hacia la sala principal, escondiendo el collar en mi bolsillo. Gaston me miro algo extrañado...

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