Mi mejor decisión

Capitulo 9

—Ahhh mi cabeza—me sobe las sienes.

—Julián entro corriendo a la oficina y grito — "¡Mugrosa ganamos el caso!"

—No. — hice un puchero. — Por favor no grites. —me sobe las sienes de nuevo. —Las crudas a esta edad no son las mismas que cuando estaba en la preparatoria.

—¿Por qué bebes entre semana? —hizo mueca de asco.

—Por creer que soy joven. – entrecerré los ojos. —Tonto.

—Licenciada estoy lista. —Claudia se asomó por la puerta con una sonrisa de oreja a oreja.

—Aghh es cierto, —recosté la cabeza en el escritorio. —lo había olvidado.

—La sonrisa de Claudia se borró al instante. —Podemos ir después. —agacho la cabeza.

—No...no...es que tengo cruda. —me levanté lentamente y tome mi bolso, me dirigí a Julián y bese su mejilla. — Me da gusto haber ganado el caso, te quiero, me voy con Claudia todo el día, te toca encargarte del despacho, nos vemos mañana, pasado, el día que reviva.

—Claro... te estas vengando porque yo me fui de viaje y te deje sola, pero te deje con Claudia ¿Yo que haré solo?

—Para eso están los pasantes, sirve que aprenden algo de ti, por ejemplo...—puse la mano en mi mentón — ¿Cómo no ser un ñoño?

—Muy graciosa. – hizo una mueca.

—Nos vemos, por cierto, hoy te ves muy guapo, me gusta tu saco ¿Saldrás con Diana? —elevé las cejas y sonreí.

—Se le subieron los colores al rostro. —Si, ya vete.

—Solté una carcajada. —Suerte ñoñazo.

Nos dirigimos a mi auto, ya en el interior puse el reproductor de música con el volumen bajo, moví ligeramente la cabeza de un lado a otro mientras cantaba, unas calles más adelante me estacioné frente a una cafetería.

—Claudia necesito combustible para mi cuerpo.

Entramos al lugar, el mesero se acercó a nosotras y pedí el desayuno para las dos, enseguida me sirvieron una taza de café, estaba tan agradecida al dar el primer sorbo, me disminuía la resaca.

—Perdona, tengo dolor de cabeza.

Claudia apretó una sonrisa y asintió, al terminar el desayuno fuimos directo al centro comercial.

—Primera parada "Salón de belleza.", ¿Lista?

—No....acomodo sus gafas.

—Claro que esta lista. —se acercó un chico algo afeminado a nosotras.

—Claudia se sonrojo. —Buenos días. —agacho la cabeza.

—Cariño saldrás de aquí siendo otra. —movió las manos exageradamente, tomo a Claudia por los hombros y la dirigió a una silla con un espejo enorme frente a ella, le coloco una bata color rosa y enseguida tomo su cabello con cara de asco—¿Te pasas el encendedor por las puntas o qué?, tenemos mucho que hacer aquí.

Me senté cerca de ellos y saqué el teléfono para distráeme mientras trabajaban con el desastre de Claudia.

Diana :)

—Ya casi llego.

—Estamos en el salón de belleza.

Isaac ♡

—Espero te hayan gustado las flores.

—Me encantaron, gracias, fue un detalle hermoso, lamento no haberte agradecido en cuanto las recibí, pero me ocupé acomodándolas en casa.