Capitulo 53

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El sol entraba por la ventana y los rayos de este daban directo a mi rostro, abrí los ojos y me desperece, el brazo de Isaac rodeaba mi cintura, lentamente lo aparte y me levanté para darme un baño, al salir él se desperezaba mientras miraba su celular.

—Buenos días guapo.

—Hola dueña de Alcaraz. —estiró los brazos.

—Aun mojada me abalance a él. —Métete a bañar, vamos a desayunar, damos un paseo y regresamos por las maletas.

Me dio un beso y se levantó de la cama, se bañó mientras yo me arreglaba y preparaba las maletas, al estar listos caminamos por las calles hasta encontrar un lindo restaurante para desayunar, y después entramos a un museo, tomamos muchas fotos, compramos souvenirs y regresamos al hotel por las maletas, subimos al avión y entrelazamos nuestras manos.

—Este viaje me hace rectificar que quiero estar contigo siempre. —me miro y sonrió.

—Eres mi mejor decisión.

Nos dimos un beso y me recargue en su hombro mientras miraba nuestras manos entrelazadas y nuestras pulseras a juego.

Isaac era el hombre que siempre había buscado, era lo que le hacía falta a mi vida, ese complemento que te hace ser mejor persona y crecer en varios aspectos, me hacía sentir completa, plena y feliz, tenía la sensación de tener una vida perfecta solo cuando él estaba presente, había cambiado mi forma de ver el amor, y poco a poco iba disolviendo mis miedos.

Un par de horas después bajamos del avión y Diana nos esperaba con Julián afuera de su auto, al verme se quitó los lentes y me abrazo.

—¿Cómo les fue? —pregunto emocionada.

—Muy bien, conocí a Mario Casas. —di pequeños saltitos y le mostré la foto.

—Wooow, es hermoso.

—¡Hey!, no más que yo.

—Lo siento amor, —Diana miro a Julián. —pero si es más hermoso que tú.

—Lo mismo me contesto Renata. —Isaac rodo los ojos.

Subimos al auto y nos reunimos en casa de Diana con todos para entregarles sus souvenirs mientras bebíamos cerveza y les contábamos sobre nuestro corto viaje, rato después nos despedimos.

—Chicos nos vamos, estamos muy cansados.

Cargue a Baileys y tomamos un taxi rumbo a mi departamento.

—Gracias por este mini viaje amor.

—Gracias por este mini viaje amor

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Desperté sin ganas de ir a la oficina, pero Julián me mataría, así que eso me dio fuerzas para levantarme, me di un baño y me vestí, salí rumbo a la oficina y al llegar salude a todos, entre a mi lugar y me puse al corriente, ni siquiera mire la hora, solo me importaba terminar, tecle las ultimas letras y me recargue en el respaldo de mi la silla, suspire y busque mis cigarros, necesitaba salir, al caminar hacia la puerta mi celular sonó, conteste como siempre sin mirar mientras encendía el cigarro en el patio.

Mi mejor decisiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora