Capitulo 15

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Me senté y contemple a las personas que estaban a mí alrededor, ellos sonreían, bromeaban y miraban el menú, los mire detenidamente sin que se dieran cuenta, mire a Diana, mi mejor amiga, la persona más divertida y leal que pueda haber, inteligente y cariñosa, hicimos click desde que se sentó a mi lado en la mesa de la cafetería de la escuela, ha sido mi compañera desde entonces, en seguida Miguel, mi mejor amigo en el mundo, siempre incondicional y protector, nuestra primera borrachera fue cuando le rompieron el corazón a los 18 años; siempre hemos estado juntos los 3, nos hicimos amigos porque Miguel sentía algo por Diana, así que sin conocerla muy bien se acercó, carraspeo nervioso y le dijo que quería salir con ella alguna vez, sonreí ante ese recuerdo, de ahí Julián, mi amigo de la universidad, era extraño estar sola y no conocer a nadie en un salón de clases, él sonrió cuando me senté a su lado y compartimos ideas sobre el tema que la maestra impartía, desde entonces es mi gran confidente, salía siempre con nosotros tres y fue cuando Diana se enamoró de él, pero mi tímido amigo prefirió desarrollarse profesionalmente antes de iniciar algo con alguna chica, después la tímida Claudia, recuerdo perfectamente cuando recién inauguramos el despacho y nos volvíamos locos, hasta que la vimos atravesar la puerta con su solicitud de empleo bien elaborada y sus lentes resbalándose por su nariz, nos inspiró confianza y desde entonces ha estado cuidándonos las espaldas, y por ultimo Isaac, me está volviendo loca su forma de ser y su sonrisa, ah y esos músculos que quiero que carguen mi trasero, me siento tan afortunada de tenerlos a mi lado y conservar su amistad a lo largo de tantos años, crecer con ellos ha sido maravilloso; Tome mi celular y les pedí que miraran a la cámara para tomar una foto, todos se acomodaron en seguida y sonrieron.

《Otra más a mi colección. 》

Estuvimos comiendo y bebiendo en el restaurante hasta tarde, Miguel se estiraba por encima de la mesa y le decía a Isaac.

—Shoo—se pegó en el pecho con el dedo índice— pagoooo.

—Isaac tenía los ojos rojos y prácticamente cerrados de lo borracho que estaba—No, no, no. —movía las manos negando.

—Claudia quiero ir al bañioo— Diana la tomo de la mano y se tambalearon rumbo al sanitario.

Yo los miraba a todos con una tonta sonrisa sin moverme de mi lugar, me sentía sumamente borracha.

—Shaa vamonosh —dijo Julián.

—Claro, claro, pero yo pago. —insistía Miguel poniendo dinero sobre la mesa.

Isaac tomo su celular e hizo una llamada, cuando las chicas regresaron del baño nos hizo una señal a todos para que lo siguiéramos, nos subimos a una camioneta y dentro de ella Miguel se empezó a quejar un poco del dolor de cuello.

—Miguel, thu ni siquiera podiash tomar—me apreté las mejillas con las palmas de las manos.

—Ups, lo olvide.

—¡Hey! —dijo Isaac con una sonrisa malévola en la cara—Compremosh mash alcohol, pero...—se mordio el labio— ¿¡Qué les parece shi nos vamosh a la playa!?

—¡Wuuuu! —Diana aplaudió.

—¡Vamossshh!—grito Miguel.

El chofer se detuvo en una tienda y los hombres salieron del auto para comprar alcohol y cigarros.

—Me siento ebria. —sobe mi cabeza y me recargue en el hombro de Diana.

—Yo también, pero estoy muy contenta.

—Claudia nos miró con una sonrisa de oreja a oreja —Igual yo, es la primera vez que salgo de viaje con amigos.

Mi amiga y yo chocamos las palmas con Claudia.

—Veras que nos vamos a divertir.

Me incorpore y por la ventana visualice a los chicos caminar hacia el auto, Isaac abrió la puerta y nos entregó algunas latas de cerveza.

Todo el camino seguimos bebiendo, cantando y riendo, horas después nos encontrábamos frente a un hotel, salimos disparadas al baño en lo que nuestros acompañantes borrachos encontraban habitaciones disponibles, al regresar a la recepción Julián se acercó a nosotras tambaleándose.

—Thenemosh cuarto. —agito las llaves.

—¡Vamonosh de antro! — dijo Diana aplaudiendo.

Yo seguía sin decir nada, solo sonreía y seguía sus pasos, camine tras ellos tomada del brazo de Isaac, el alcohol estaba dejando de hacer efecto en su cuerpo, y me miraba fijamente.

—¿Estas bien?

—Bien borracha. —reí.

—Y así te sigues viendo hermosa.

—Sonreí y me recargué en su hombro. —Me siento suuuuuper mareada.

—¿Quieres que nos quedemos en la habitación? —me miró preocupado.

—No, quiero sheguir en la fieshtaa, además si nosh quedamosss, no me contendría. —dije como si nada.

《Gracias vomito verbal, bueno estoy ebria, a estas alturas no importa mi vergüenza, ¿Qué tal si funciona?, ¡Estúpido alcohol, te odiaré mañana! 》

—Levanto las cejas, sonrió y acerco su boca a mi oído —Uhmmm ¿En que no te contendrías? —sonrió coqueto.

—Golpe ligeramente su hombro. —Cállate, nooo te dire mash.

Me dirigió al auto con cuidado, el chofer nos llevó a un bar, por fuera estaba lleno de luces, se escuchaba la música y había mucha gente esperando, Isaac me tomo de la mano, les hizo señas a los demás para que nos siguieran, entramos fácil saltando a toda la gente que estaba formada, el mesero nos dirigió a una pequeña salita, nos acomodamos y empezó todo de nuevo, más alcohol a nuestro organismo, la música sonaba tan fuerte que teníamos que gritar para escucharnos, nos dirigimos a la pista y comenzamos a bailar, Diana con Julián, Miguel y Claudia, claro Isaac y yo, él se acercaba lentamente provocando más a mis hormonas alcohólicas, rosaba su nariz en mi mejilla y sonreía, mi boca se secaba y me mordía los labios queriendo parecer seductora, mi mente ya no tenía control sobre mis acciones, así que no me importo y comencé a acariciar los músculos de sus brazos mientras bailábamos muy pegaditos al ritmo de la música, gire y moví las caderas ligeramente hasta restregar mi trasero en la parte baja de su abdomen, el correspondía e inundaba su nariz en mi cuello, volví a girar y lo mire directamente a los ojos, aunque no podía enfocarlo bien, me sentía tan borracha que lo veía borroso, seguimos bailando un rato más, después nos sentamos y empecé a hablar, no sé ni siquiera que estaba diciendo, el solo sonreía y decía "Eres muy graciosa".

《 ¿Eso será un cumplido? 》

—¿Te cuento un shecreto? —recargue la mejilla en la palma de mi mano.

Asintió y se acercó para escuchar.

—Tengo sueño. — sonreí de forma infantil.

—Mi amor son las seis de la mañana.

—¡Ohhhh! —abrí los ojos como pude. — Me dijiste mi amor, je. —sentí mariposas en el estómago y mareo por tanto alcohol.

Diana estaba recostada sobre la mesa, Julián dormitaba en la silla, Claudia miraba al vacío y Miguel bailaba solo en la pista.

—Traeré a Miguel y nos vamos ¿De acuerdo?

Asentí, segundos después Isaac regresaba casi cargando a Miguel, ya que este tenía un brazo alrededor de su cuello y arrastraba los pies, no sé como, pero entramos todos a la camioneta y todo se volvió oscuro. 

Mi mejor decisiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora