Capitulo 27

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Me vestí y mi celular sonó, caminé a la mesa por él, era un número desconocido y conteste.

—Hola.

—¿Renata?

—Si. —fruncí el ceño.

—Soy Esteban.

<< ¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah!, mi corazón se va a detener en cualquier momento, que castigo divino, este hombre es el diablo en persona, me ínsita al pecado, ¿Porque me emociona tanto?, ah sí porque es parecido a Zac Efron.>>

—Carraspee nerviosa. —Hola.

<<Disimula, disimula, omite tu tonta sonrisa.>>

—¿Cómo estás?

—Bien muchas gracias, dime.

—Estrada me pidió que me pusiera de acuerdo contigo para que me des los documentos que firmaste.

—Ah claro, bueno sería el lunes en mi despacho, te mando la dirección en un mensaje.

—De acuerdo, gracias bella.

Colgué y al girar sobre mis pies choqué con el pecho de Isaac, estaba parado tras de mi con los brazos cruzados.

—Me asustas. —le di un golpe en el brazo.

—¿Quién era?

—Arque una ceja y me cruce de brazos. —¿Para qué quieres saber?

—Pues sonreíste mucho y jugaste con tu cabello.

—¡Ostias!, de verdad hice eso, maldito diablo. —No es verdad.

—Sí y yo no soy celoso, pero te vi sonreír mucho.

—Exagerado. —rodé los ojos.

Regrese al sillón e Isaac me miró molesto, enseguida hizo un puchero y se sentó a mi lado.

—Le bese la mejilla y lo abrace. – Te quiero.

—Y yo a ti. — sonrió. —Por cierto, quiero presentarte a mi mamá.

—Abrí los ojos sorprendida y me incorporé. —¿Qué?

—Le voy a presentar a mi futura esposa. —se alzó de hombros.

—Trague saliva nerviosa. —Ah, de acuerdo.

<<No, no quiero, no quiero.>>

Beso mi cuello y acaricio mi musculo, nerviosa suspiré y cerré los ojos, en ese momento su celular sonó, se levantó en ese instante, sin mirar la pantalla, me tomo de la mano levantándome del sillón.

—¿Que sucede? —estaba desconcertada.

—Tranquila amor cámbiate, ponte un vestido lindo.

—¿Para qué?

—Deja de hacer tantas preguntas.

—Odio no saber. —camine a mi habitación molesta. —¿Cómo debe ser el vestido? —grite.

—Pues todos los vestidos son iguales. —grito y camino hacia la habitación.

—¡Claro que no! —gire sobre mis pies para mirarlo. —Existen los vestidos casuales, de noche, para antro, para la oficina, así como los zapatos.

—Ay por dios. —se tapó la cara con las manos.

—Necesito saber la ocasión. —sonreí con sarcasmo.

—Bien, ponte lo que quieras, solo te llevare a dar una vuelta al centro comercial.

—Hice una mueca y lo miré molesta. —Te odio.

Mire el closet, no tenia muchas opciones, que estupidez querer que me pusiera un vestido solo para ir al centro comercial, ¡¿Que vestido sería adecuado para ir?!, mire con detenimiento y al ver que no tenía nada acorde a su rara idea, ignore su petición y elegí una falda negra lisa, un par de botines y una blusa casual.

—Así estas perfecta, vámonos.

Subimos a su auto y me retoque el maquillaje, condujo unos minutos hasta que llegamos a una colonia donde había casas enormes.

—¿Dónde estamos? –mire por la ventana.

—Déjate llevar, puede que esta vez sí venda tus órganos. –sonrió.

Golpe su pierna, después se estaciono afuera de una casa con pared de piedra y un portón negro, bajamos del auto y abrió la puerta de la casa, entre a un enorme jardín con luces iluminando los pequeños arbustos, caminamos hacia la puerta principal y visualice un letrero en el ventanal de la casa, era el dibujo de una chica y un chico mirándose a los ojos, a un lado decía "¿Quieres ser mi novia?, Yo sé que si futura esposa", mire a Isaac sonriente y lo abrace.

—¿Porque siempre das todo por echo? —le dije al oído.

—Porque me quieres. —me dio un beso en la mejilla.

Lo mire a los ojos y descubrí lo mucho que me gustaba ese color miel y sus largas y negras pestañas, coloque mis brazos alrededor de su cuello y lo bese, en ese instante escuche aplausos y el jardín se ilumino por completo, mire a las personas que estaban ahí, Miguel, Claudia, Diana, Julián, Jazmine, Julio y una señora que no conocía.

—Ren, ella es mi madre. —me tomo por los hombros.

—Un gusto, soy Renata. —sonreí.

La señora hizo la misma mueca que Jazmine la primera vez que me vio, en seguida cerró los ojos, respiro profundo y esbozo una sonrisa forzada, tomo mi mano y se presentó.

—Me llamo Lorena.

—Isaac miro a su madre y rodo los ojos. —Bueno es mi novia y estaba ansioso porque la conocieras.

Me tomo de la mano y me dirigió a la mesa del jardín donde estaban todos, estaba llena de cervezas y comida chatarra, en la esquina había una torre pequeña de hamburguesas, contenta tomé una y me senté a un lado de Julio.

—Mastique contenta y lo empuje ligeramente con el hombro. —¿Por qué no trajiste helado?

—Comenzó a reír. —Si lo hice.

—¡Júralo! — di otra mordida.

—Traje tu sabor favorito.

—¡Eres el mejor del mundo!, oye, ¿Ya eres novio de Jasmine?

—En eso estamos. —se sonrojo.

—Wuuuu. —lo empujé de nuevo con el hombro.

—Diana se acercó y me dio un beso en la mejilla. —¿Estas contenta?

Asentí sin dejar de comer.

—¡Bebamos! —me acerco una cerveza.

Termine la hamburguesa y comenzamos a platicar entre todos, bebimos unas cuantas cervezas y al poco rato la madre de Isaac se despidió, al acercarse a mí me dio un ligero abrazo.

—Lo siento, aun soy un poco celosa con mi hijo.

—No se preocupe, espero coincidamos pronto.

—Claro. — Sonrió, le dio un beso a su hijo y salió de la casa.

—Tu madre me odia. —entrecerré los ojos.

—Es como Jazmine, después te amara, ¿Qué te pareció tu sorpresa?

—Me encanto. —me coloqué de puntitas y lo abracé.

—Se soltó de mi abrazo, tomo mi mano y me dirigió al interior de la casa. —Te prometí que te traería a mi casa.

—Gracias, estoy muy feliz.

Mire alrededor, todo era de un estilo minimalista, elegante, tan... él, me llevo a un cuarto que estaba al fondo, abrió la puerta y un delicioso aroma a su colonia inundo mi nariz, respire profundo, y mire su habitación, era bellísima y sencilla, los muebles color negro igual que la sala, sabanas color blanco, una televisión enorme empotrada en la pared, pero lo más bello, una foto nuestra en la mesita de noche, cerró la puerta con seguro y se mordió el labio.

—No te vas a escapar de mí.

Mi mejor decisiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora