Capitulo 19

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Hola linda no pude darte esto de frente, porque te hubieras molestado y tal vez ni siquiera lo hubieras aceptado, tengo mucho que decirte y sé que esta será la única forma en la que sabrás todo... tengo tantas cosas explicarte...cuando te veo todo se me olvida automáticamente, pero la verdad son tantos los sentimientos que tengo hacia ti..., espero termines de leer, sé que no quieres saber nada de mí y tienes tanta razón al no querer hacerlo, te falle y nunca fue mi intención hacerlo, desaparecí y hasta años después regrese a darte una explicación, fui muy cobarde y me arrepiento de haberlo hecho de esa forma, quiero que sepas que sigues en mi corazón, que te ame de verdad y que me arrepiento todos los días de haber caído en una tentación, quiero contarte lo que paso, ya que nunca hubo oportunidad.

Días antes de la boda, tú estabas en la oficina con Julián y Ana fue al departamento donde vivíamos a buscar a Miguel porque no le contestaba el teléfono y acababan de tener una discusión y ella creyó estaría en casa conmigo, platicamos un buen rato sobre su discusión con Miguel y le ofrecí una cerveza, después nos pusimos un poco ebrios y ella me acorralo en el sillón, hasta que terminamos teniendo relaciones, debo confesarte que menciono algo que entendí después, ella dijo "Siempre he querido lo que Renata tiene, a ti" , hoy entiendo y sé que no se refería a mí, que realmente buscaba arruinar lo que tu tenías, y lo lamento, lamento haber caído en sus provocaciones, me lamento cada día, sí, si pensaba decírtelo, pensaba contarte, pero nunca hubo oportunidad y no quería arruinar nuestro futuro matrimonio, así que lo oculte, hasta que, al ver que la boda seguía en pie, Ana mando ese mensaje para arruinarlo todo, no la culpo a ella del todo, si yo hubiera puesto un alto, esta historia seria otra.

Quiero que sepas que te amo, que aunque no me creyeras, si caí en depresión y me refugie en las drogas, pague muy caro haberte engañado de esa manera, y al verte con Miguel y saber que están casados me ha destrozado de nuevo, era de esperarse, siempre los mejores amigos terminan sintiendo algo por el otro, solo quiero que seas feliz, y estoy muy orgulloso de la mujer que eres hoy, has crecido bastante como persona; Me voy de tu vida para siempre sabiendo que estas perfectamente bien y eres feliz, me iré lejos, empezare de cero, gracias Renata por haberme dado lo mejor de ti y de tu vida, siempre tendrás un lugar en mi corazón y perdóname por todo el sufrimiento que te cause.

Carlos.


<<Después de tantos años, viene a mover sentimientos que ya se habían esfumado, viene a revivir el pasado que tantos meses pase intentando enterrar, no sé qué hubiera sido de mí sin Miguel, Diana, Julián y Claudia a mí alrededor, sin mis padres abrazándome todos los días y soportando la depresión que compartía con Miguel, esto era lo que tanto necesite hace años para poder salir adelante sin tanto esfuerzo y sin tantas preguntas que no podía responder, me siento confundida y aliviada a la vez, hoy sé que nuestro matrimonio de todas formas hubiera fracasado, desde que se fue de mi vida , me sentí libre, me pude encontrar a mí misma sin necesidad de aparentar algo para que él me aceptara, hoy puedo decir que todo rencor hacia Carlos se ha ido, y espero que empiece bien su nueva vida>>

—Mire la carta y susurre. —A pesar de todo el dolor, no puedo negar que me hiciste feliz, Adiós Carlos.

Me levante, guarde la carta en mi bolso y camine a la oficina de Julián.

—Ñoñazo... necesito irme. —me mordí el labio.

—¿Estas bien?

—Eso creo, necesito a Diana, prometo ponerme al corriente, ¿Te puedes encargar?

—Claro Ren, Te quiero y cualquier cosa llámame.

—Bien, gracias ñoño. —lance un beso al aire.

—Camine al lugar de Claudia. —Cancela mis reuniones por favor, necesito irme.

—Sí, no se preocupe

—Ya le avisé a Julián.

—De acuerdo, no dude en llamarme cualquier cosa que necesite.

—Gracias Claudia, te quiero.

Salí de la oficina con un sentimiento extraño de paz y tranquilidad, tenía la necesidad de contarle a Miguel y a Diana, subí a mi auto, encendí un cigarrillo y a los pocos minutos aparqué en la oficina de Miguel.

—Hola Wendy.

—¡Ren! —sonrió. — Pasa.

—Gracias.

Camine a su oficina y me pare en el umbral, Miguel estaba concentrado dibujando un plano, era arquitecto y no tenía idea de muchas cosas de las que hablaba o hacía, y tampoco es que me interesara mucho saber de arquitectura, toque la puerta y levanto la mirada

—Ren... ¿Qué haces aquí?

—¿Estas ocupado? —me mordí el labio.

—Algo.

—¿Puedes suspenderlo?

—¿Estas bien?

—Si, eso creo. —comencé a jugar con mis manos.

—¿Quieres que salgamos por un café? —se levantó de su lugar y tomo su saco.

—¿Podemos ir a casa de Diana?

—¿A tomar café? —arrugo las cejas.

—Si.

—Bien, pero me traerás de regreso a la oficina.

—Sonreí. —Te regresare en taxi.

Aparque en el edificio de Diana, tocamos la puerta y mi amiga abrió sonriente.

—Woow chicos ¿Qué hacen aquí?

—Miguel se alzó de hombros y empujo a Diana ligeramente para que lo dejara entrar, se recostó en el sillón y puso los pies sobre la mesita de centro. —¿Me das café? — esbozo una sonrisa infantil.

Mi amiga miro a Miguel y le saco la lengua, fue a la cocina y enseguida regreso con las tazas de café, me senté en el sillón junto a Miguel y Diana frente a nosotros, saque la caja de cigarros del bolso y los mire.

–Chicos, necesitaba hablar con ustedes de algo importante

Encendimos los cigarros y asintieron con la cabeza.

—Hoy Claudia me dijo que había llegado un sobre para mí. —saque el sobre del bolso. —Es una carta de Carlos.

—Ohh...—dijo Diana – ¿Estas bien?

—Asentí. —¿Puedes leerla en voz alta por favor? —estire la carta.

Miguel se incorporó y Diana leyó la carta, cuando terminó me miro confundida y en seguida a Miguel.

—Recuerdo ese día, pero no discutimos, yo estaba en la oficina también porque tenía que entregar un proyecto al día siguiente. —puso las manos en su rostro y negó con la cabeza. —Con que fue ella...y siempre quiso lo que tú tenías y me lo volvió a repetir, pero.... ¿Por qué me uso a mí? Y....todavía tiene el descaro de buscarme y solo porque cree que estoy casado contigo. —se pasó la mano por el cabello.

—Tenemos que terminar de cerrar ese ciclo, ahora eres feliz con Claudia y necesitaba que lo supieras, ya sabemos lo que paso y es hora de dejarlo ir Migue, como en ese entonces hicimos que salieran de nuestras vidas, tenemos que hacerlo de nuevo.

—Tienes razón soy feliz con Claudia y ella es totalmente distinta.

—Diana se levantó y abrazo a Miguel y en seguida a mí. —Me alegro que se termine esto y Renata, es hora de que tú también sueltes todos tus miedos y abras tu corazón.

Mi mejor decisiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora