Capitulo 18

855 62 2
                                    

Isaac ♡

—Buenos días futura esposa te he tenido muy abandonada, pero estaba muy retrasado en él trabajó, espero verte pronto.

—Yo también he tenido mucho trabajo, te extraño.

Suspire ante la pantalla del celular y lo dejé a un lado, me concentre en los pendientes y en la pila de papeles que estaban sobre el escritorio, cuando me fastidie y empecé a estresarme decidí tomar un poco de aire y salir de la oficina, camine por la calle despejando mi mente, el olor del café llamo mi atención y sin dudar entre al establecimiento, mire el menú detenidamente, después de mucho pensar me decidí por un café helado, salí de ahí disfrutando mi bebida, mire a mi alrededor y lo vi, sentí como mi corazón recibió una puñalada, mi estómago se comprimió y mis manos comenzaron a temblar, las lágrimas amenazaban con salir y respire profundo, me di la vuelta y camine con prisa hacia la oficina, entre llorando al cubículo de Julián, al verme se levantó de inmediato y me abrazo, cuando las lágrimas se acabaron y pude respirar lo mire

—¿Qué paso? —pregunto preocupado.

—Fui a comprar un café. —los labios me temblaron y sentí mi boca seca

—¿Y luego?

—Salí muy feliz y vi a Isaac tomado de la mano de una chica muy linda y....y estaban muy felices.

—Abrió la boca y en seguida apretó los labios. — ¿Qué más paso?

—Me di la vuelta y regresé aquí. — me limpie las lágrimas que salían sin parar.

—Ren...tranquila, debes preguntarle quien era esa chica.

—No, se acabó, no me quería enamorar para evitarme esto. —me señale—No me vuelve a pasar, no pienso llorar por un hombre otra vez, además, no somos nada, puede hacer lo que quiera y yo también.

—Ren....

—Gracias por escucharme.

Me levanté y regrese a mi escritorio con esa sensación que odiaba y no extrañaba, sentía como si una mano estuviera apretando mi corazón con fuerza y no quisiera soltarlo, respire y regrese a lo que estaba, me concentre para enfocar mi mente en otra cosa, rato después terminé agotada, fastidiada y triste.

<<Ahh pero quería ser abogada, debería vender helados con Julio...helado...me hará sentir mejor.>>

Conduje a la heladería y en el camino sonó el celular

<<No le contestes Renata>>

Deje que sonará y en seguida llego un mensaje, decidí no mirarlo hasta llegar a casa, aparque en la heladería y suspire, baje del auto y me dirigí al mostrador

—Hola Julio.

—Ren, ¿Cómo estás?

—Bien.

—Te ves triste.

—¿Sí? —me mordí el labio.

—¿Mal día?

Suspiré y afirmé con la cabeza.

—Julio preparó un helado doble. —Tu favorito, la casa invita, no estés triste.

—Gracias. —sonreí sin ganas.

—Oye, sé que soy muy joven y a mis 19 años no se mucho, pero cuando quieras puedes charlar conmigo.

—Gracias. —sonreí ligeramente. — Nos vemos, vendré pronto.

En el camino a casa comí el helado e intente no pensar, al llegar lance el bolso, los zapatos y me metí a la cama, el celular comenzó a vibrar y era otro mensaje de Isaac, me mordí el labio, no quería abrirlo, pero la curiosidad era más grande.

Mi mejor decisiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora