Capitulo 43

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Hoy sería un día muy pesado, estoy segura de que en cuanto le dijera que tendría que ir a junta con Esteban y Jorge, no le gustaría, le di un beso en la mejilla y acaricie su cabello.

—De verdad te amo, me siento enamorada de ti. —susurre, le di otro beso en la mejilla y acaricie su hombro. —Es hora de levantarse dormilón.

El teléfono sonó y la llamada era de Esteban.

—Hola.

En seguida Isaac abrió los ojos.

<<Claro, ahora si se despierta.>>

—Ren, ¿Cómo estas, buenos días?

—Genial gracias.

—La junta es a las tres, nos podemos ver todos antes para comer y de ahí nos vamos ¿Te parece?

Isaac me hacía señales preguntando quien era, rodé los ojos y sonreí.

—Claro, les comentare.

—Genial, podemos ir a una pizzería muy famosa.

—De acuerdo, nos vemos.

Colgué e Isaac se cruzó de brazos.

—¿Quién era?

—Esteban.

—Agh Ken, ¿Qué quiere?

—Ok. —me senté a su lado. —Te contaré, —hice una mueca. —me pidió que te abandone para fugarnos juntos y casarnos en las vegas.

—Que graciosa eres. — me fulmino con la mirada.

—De verdad no entiendo tus celos con él, no me ve más que como una amiga, ya conviviste con él y se va a casar.

—¿Que te dijo? —me miro serio.

—¡Ay que humor!, que la junta es a las tres, pero en esta junta si estará Jorge, en fin, quiere que comamos algo antes de entrar, obvio nos invita a todos no solo a mi.

—¿Jorge no estuvo en la junta pasada?

—No.

—Hummm, de acuerdo, te acompaño a tu junta y te espero afuera.

—No es necesario, Claudia estará conmigo.

—¿Y?

—Rodé los ojos. — Que intenso.

Después de haberme arreglado, hable con los chicos y les comenté la idea de Esteban, accedieron aunque Isaac no estaba muy convencido, dimos un pequeño paseo donde nos tomamos algunas fotos y llegamos a la pizzería, elegimos una mesa cerca de la ventana y esperamos a que todos llegaran, mire el menú y en seguida a Isaac.

—¿Que se te antoja?

—Tu cuerpo.

—Ya. — le di un golpe en el brazo.

—Bien, pues pediré una pizza de camarón.

Hice una mueca y seguí mirando el menú sin estar convencida.

—Buenas tardes chicos. — saludo Esteban.

—Hola.

Isaac saludo serio y en seguida llegaron todos, al ver a Miguel su expresión cambio y aparentaba sentirse más cómodo, elegimos algunas pizzas y comimos casi sin hablar, estaban tan deliciosas que nos concentrábamos más en seguir comiendo, Esteban miro su reloj y en seguida a Claudia y a mí.

—Es hora.

Asentí, le di un beso a Isaac y lo miré.

—Confía en mí.

Mi mejor decisiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora