Capitulo 29

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—Necesito vacaciones. —le dije a Julián mientras me recargaba en su escritorio.

—No puede ser. — entrecerró los ojos. — Acabas de regresar de Canadá.

—Si, pero fue por trabajo. —sonreí.

—Ajaa...—se giró y empezó a escribir en su computadora. —Te deje muchos regalos en tu escritorio.

—Y es por eso que estoy aquí en tu oficina perdiendo el tiempo.

—Reeeennn....

—Siiiii....ya voy. —dije desganada.

Me levante, regrese a mi lugar y revise la pila de papeles que había sobre el escritorio, suspire y los dividí por secciones, una pila de urgentes, otra de más urgente que los urgentes, y la ultima de urge más que todos los urgentes, me mordí el labio y comencé a leer, como de costumbre cuando estaba más concentrada tocaron la puerta.

—Mmmmm. —dije sin mirar.

—Renata buenas tardes.

Esa voz....alce la mirada y abrí ligeramente la boca, mi versión de Zac Efron estaba ahí mirándome con sus hermosos ojos azules, su traje más caro que toda mi oficina y su colonia varonil, su sonrisa iluminaba todo el lugar y ahí estaba yo contemplándolo, mirando a esa belleza con la boca abierta y tal vez con una cara de idiota deslumbrada, en seguida me acomode y me levante para saludarlo.

—Esteban, que gusto. —le di un beso en la mejilla.

—Sonrió de lado. —El gusto es mío, vine por los papeles de Estrada.

—Oh pero claro. —camine al sillón y saque de mi bolso el folder, se lo estire y al ver su mano mi corazón se rompió, bueno.... no se rompió, solo me decepcione, sí, mi Zac Efron usaba un anillo de compromiso.

—Gracias, Ren...¿Puedo llamarte así verdad?

—Si claro.

—Necesito tu ayuda, ¿Me permites invitarte a comer?

—Si claro, nos vemos en un rato.

<< ¿Porque querrá comer conmigo?>>

—Gracias, paso por ti. —salió de la oficina.

Regrese a mi lugar para continuar con la pila de papeles, el tiempo paso volando y la espalda comenzaba a dolerme, me sentía estresada, se había acumulado todo, Esteban llegó puntual y respirar el aire de la calle me ayudo a refrescar mi mente, entramos a un restaurante pequeño y sencillo, ordenamos y cuando esperábamos la comida por fin hablo.

—Te cite aquí porque... bueno, no tengo amigas mujeres.

—Ok....

—Llevo algunos años con mi novia, y quiero pedirle matrimonio, pero no sé cómo, quisiera un consejo.

<<Que afortunada es de tener a un Zac Efron, ¿Como será ella?>>

—Claro... sí..., pero en Canadá dijiste que eras soltero. —dije un poco confundida de que me pidiera un consejo y de su mentira.

—Ya, para Jorge es incómodo el tema.

—No entiendo.

—Apretó los labios. —Bien, es que mi novia es...ex novia de Jorge, ya te contare después esa historia.

—Forme un círculo con la boca. —Ahora entiendo muchas cosas. —apreté los labios. —No sé qué tan prudente sea ayudarte con eso, Jorge es mi amigo.

—Por favor Ren, eres la única mujer a la que le tengo confianza. —Tomo mi mano.

—De... de acuerdo..creo.—hice una mueca y retire mi mano.— ¿Y qué tienes en mente?

Mi mejor decisiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora