Vingtième Cinquième

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—Atacaré y solucionaré la pobreza y el hacinamiento. Se necesitan más escuelas, más oficios y que las madres puedan hacer sus actividades tranquilas, para que todos rindan su cien porciento. Con escuelas, obreros trabajarán en construirlas, mujeres y hombres se educarán para ser maestras y maestros, además se necesitará mano de obra para todas las construcciones de nuevas viviendas. Se mejorarán las vías de viaje y se conectará con más lugares, para que los recursos del norte del palacio, lleguen a los del sur, y los del sur, puedan llegar al norte. Con estas nuevas vías, el reino finalmente contará con una equidad.


El príncipe sonrió cuando vio a su moreno amigo sonreír y asentir ante sus palabras. Esos meses de viaje a regreso al reino de Canberra, se los había pasado educando a Calum, mostrándole el plan e inculcándole la importancia que él tenía en aquel. También él, desde su perspectiva de súbdito y servidor del palacio, le dio ideas y nuevas perspectivas que el príncipe no dudó en anotar entre sus variadas notas, donde había letra tanto de él, como Sir Ashton, como la reina Victoria del reino Unido, y como también del reciente esposo de aquella, el rey Albert. Todos ellos habían cooperado en desarrollar un buen plan para el reino del que Luke era heredero.


  —¿En cuánto tiempo pronostica su ascendencia al trono, príncipe?


—Acabamos de pisar territorio del reino. En una semana tendría una fecha de coronación y firma de término de período de regencia. Debo recordarte que como monarca, debí haber ascendido al trono en mi cumpleaños número veintiuno, ya estoy a meses de cumplir veintitrés.


—Y por la misma razón, su padre firmó el compromiso de alianza matrimonial con el reino de Cairns, porque por su edad, sería mal visto asumir el trono sin una potencial princesa a su lado... —divagó Calum y el príncipe Luke asintió por el acierto de sus palabras. 



.          .          .


  —¿Y por cuánto tiempo te quedarás esta vez, Michael?—preguntó con su dulce voz, la princesa Theodere, caminando por los corredores del palacio acompañada del guardián, quien el día anterior había llegado a las instalaciones para comenzar el entrenamiento.


—El mes pasado, solo me quedé tres días porque solo fui instructor de espada. En esta ocasión me han dado la responsabilidad de ser tutor de espada y lucha cuerpo a cuerpo, por lo que estimo que estaré en estas tierras durante cinco días a una semana. Puede estar tranquila que me verá seguido, princesa.


La princesa observaba con cautela el perfil del hombre que la acompañaba, quien siempre tenía su vista enfrente y una de sus manos posicionada frente a la espada que llevaba en su cintura, ese arma del cual era amo, el más respetado por aquella habilidad.


—Entonces quisiera mostrarte mis habilidades en el piano, es el arte que mejor se me da. 


Michael asintió aceptando el ofrecimiento, y la princesa comenzó a guiarlo entre los corredores para llegar a la habitación donde aquel piano se encontraba, el lugar donde por horas practicaba. La princesa Theodere estaba convencida que mostrando sus mejores habilidades, lograría llamar la atención de quién más deseaba en aquellos momentos, Michael.

Sword and Crown 》MukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora