Quarantième Première.

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Nadie se explicó el gran cambio de humor que vivió el rey Luke, pues ante los ataques que unos sirvientes presenciaron con violencia, lanzando objetos y amenazando, pronto el rey había salido demasiado relajado y feliz de su despacho, con su guardián y comandante en guerra a sus espaldas con un rostro serio, como era usual. Ya los sirvientes ante oír los comentarios de otros, se habían preparado para recibir gritos, llamados de atención y humillaciones, tratos que el rey Arthur les entregaba seguido, pero se sorprendieron cuando el rey Luke estaba demasiado lejos de aquellas acciones.


Los sirvientes debían hacerle un altar al comandante en guerra.


Muchos pensaron que qué hubiese sucedido si el rey Luke, cuando pequeño, no tuvo esas detenciones por parte de Michael, que era un destructor por naturaleza, que metía cosas de valor en los bolsillos de sirvientes para luego acusarlos de robo, que muchos terminaron sin trabajo y viviendo en la calle por las ocurrencias de un príncipe de cinco años, hasta que ese ángel le había enseñado modales y el bien junto al mal. Si Michael no hubiese hecho eso, seguramente ahora estarían en presencia del peor rey de todo el mundo, abusando a sirvientas, dejando a hijos bastardo, acusando a todo el mundo para ver el espectáculo bélico de tortura, decapitación y hoguera.


  —Princesa Theodere, por fin despertó—saludó el rey, sentándose al principio de tan alargada mesa, a la vez que los sirvientes ya ponían una servilleta en sus piernas y deslizaban tal silla hacia adelante para que el rey estuviera cómodo.


—Lo siento su majestad, pero ayer fui a mis aposentos demasiado tarde y cansada, por lo mismo no pude acompañarlo en el desayuno—se disculpó la princesa y el rey asintió, disfrutando los nuevos tratos que tenían ante él sus antiguos iguales. La relación asimétrica y llena de poder, fue lo mejor que le podía entregar tal título.


Theodere y Luke despegaron sus miradas para observar los ruidos y la llegada del tercer comensal, un Michael  serio pero notablemente relajado, que tomó asiento al costado de Luke y negó cuando los sirvientes iban a ayudarlo a tomar asiento, él podía hacer todo, desde poner una servilleta en sus piernas y deslizar su silla para estar más cerca de la mesa.


—Escuché las buenas nuevas Michael, pero la verdad es que esperaba que me comentaras personalmente que serías padre...—murmuró Theodere con una mueca en su rostro, llena de sarcasmo, elevando su copa con jugo natural para brindar, Michael le entregó una sonrisa.


—No se preocupe princesa, que aquel niño no es mío. Tina es una gran amiga, desde que soy un adolescente, pero déjeme decirle que apenas sea padre, usted será una de las primeras personas en saber...—susurró el guerrero, chocando sus copas, pero interrumpiendo el gesto ante la desesperada tos del rey Luke.


Michael se puso de pie y preocupado comenzó a golpear su espalda, mientras que los sirvientes estaban cerca ante cualquier complicación.


—¿Ya piensas en tener hijos luego de todo lo que te comenté en la mañana?—logró preguntar el rey cuando se calmó.


Michael arrugó su ceño ante la confusión.


—Por supuesto, necesito que mi linaje siga...—explicó con obviedad Michael—. Usted también debería pensar en herederos, es el rey de...


Sword and Crown 》MukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora