Quarantième Huitième.

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No tenía sentido continuar practicando si Michael no los observaba ni les enseñaba, así que tanto la princesa Theodere y el rey Luke, decidieron que lo mejor sería dar por terminaba la lección de arco y hacer otra actividad. Su compromiso estaba ya en la boca de todos los sirvientes luego de la cena de la noche anterior, donde el rey comunicó el futuro matrimonio, aprovechando justamente que Michael estaba restringido de sus responsabilidades para no lidiar con sus posibles discusiones, aunque obviamente al final del día se lo dijo y recibió una respuesta que sinceramente no esperaba.


Por último debía mostrar un interés por Theodere aunque sus pensamientos estuvieran solo rondando en la presencia de su guerrero, en su persona tan atenta y tan fascinante que siempre le robaba el aliento. Debía continuar con la farsa e intentar que ese matrimonio, con el tiempo, existiese en cierta parte.


  —¿Qué le parece si vamos a montar? Será divertido princesa...—invitó Luke, a lo que la mujer rubia asintió feliz, hasta que notaron como en los jardínes del palacio llegaba un elegante carruaje, que Luke no tardó en reconocer.— ¿Me acompaña?—tendió su brazo esperando que ella entrelazara el suyo, y ambos caminaron hasta el carruaje que ya estaba siendo abierto para la visita.


—Leo, no es necesario, puedo hacerlo solo. Tengo el 'duque' pero sabes que no soy tan así—protestaba Calum, elevando su mirada para ver a lo lejos al rey de Camberra siendo acompañado por Theodere, quienes caminaban hasta él.


—El propósito de ser nombrado 'Duque' es que te sirvan, Calum—comentó Luke con una sonrisa que el moreno correspondió, entregándole una reverencia rápida, mientras que el monarca se separaba de Theodere y así era libre de abrazar a su amigo.


—¿Cómo ha estado, su majestad?—saludó a la princesa con una reverencia y aquella sonrisa gigante, distrayendo a la princesa unos segundos—. ¿Cómo va todo Rey? ¿Dónde está su sombra armada?—preguntó Calum estirando su cuello para ver a las espaldas de Luke, donde no avistó a Michael.


—He estado bien, Michael igual, pero ahora debió ir a hacer no sé que en el palacio, un asunto no menos importante, supongo—se encogió de hombros y luego volvió a enredar su brazo con el de la princesa—. Con Theodere planeábamos ir a montar un rato, ¿no quieres sumarte?


—No sabe cuanto extraño a los caballos, encantado voy con ustedes—aceptó Calum, poniéndose al costado de Luke, pero su aroma llegó hasta Theodere y aquello le robó una sonrisa.


Calum era muy agradable.


...     


La verdad es que el día fue entretenido para Luke, ver otra vez a Calum, compartir con él y Theodere que era muy divertida y sus ideas no eran nada parecida a las que esperaba él. En su estadía en Reino Unido, había conocido muchas princesas de diferentes reinos y edades, pero todas eran alejadas a aventuras y desafío fueras de sus palacios. Preferían pintar, tocar instrumentos, escribir o ser retratadas antes de aceptar una invitación a montar a un lago que terminó inesperadamente con todos con barro hasta sus rodillas, manchando tan costosas vestimentas.


Calum llevaba a su caballo y el de Theodere mientras ella charlaba con los tres, Luke escuchaba atento mientras él mismo llevaba a Relámpaga, riendo cuando era necesario y comentando cosas realmente concentrado, pero cuando dejaron los caballos y procedieron a dirigirse al palacio, una atmósfera tensa y extraña lo recibió, sobretodo de los distraídos sirvientes.

Sword and Crown 》MukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora