—¡INACEPTABLE!
Luke observaba cualquier detalle del despacho del rey intentando, justamente, evitar mirarlo a él mientras soltaba aquel sermón y regaño hacia ambos. Por otro lado, Michael estaba erguido, con sus manos entrelazadas enfrente de su cuerpo, con su frente en alto escuchando con atención al rey Arthur, mostrando todo el respeto que merecía por ser el monarca de tan importante reino, y porque la verdad, quería que él creyera que escuchó sus palabras, que jamás se volvería a repetir, y los dejara en paz.
—¡COMPLETAMENTE INACEPTABLE Y PELIGROSO HABERSE PRESENTADO EN EL PUEBLO ASÍ COMO ASÍ! Luke, ¡ERES EL PRÍNCIPE DE ESTE REINO! ¡EL HEREDERO!—exaltado el rey continuó, justo cuando su hijo observaba sus uñas—. Eres su única opción luego de mi paso por la corona, Luke, y debes entenderlo. Si algo te sucediera, los otros reinos declararían la guerra apenas comience a padecer cualquier problema de salud por mi edad. Pronto tu serás quien velará por este reino y te andas metiendo sin seguridad en sus centros y por el amor de Dios, con sólo una persona perteneciente a la seguridad real.
—Pero Michael es el mejor...—se atrevió a interrumpirlo el joven príncipe, haciendo que Michael arrugara su ceño y se lamentara mentalmente por lo siguiente que intuía que sucedería.
—¡MICHAEL AÚN NO LLEGA A SU CEREMONIA DE SECCIONES!—gritó el rey, molesto porque su hijo no respetaba su momento de hablar—. Michael aún no está capacitado para enfrentarse a ninguna de aquellas situaciones. Y obviamente debe ser el mejor, porque si no lo es, no podría corresponder a su papel como tu guardián, como tampoco a su próximo puesto como comandante de guerra, así que me desilusionas Michael...—ahora se dirigió al joven guerrero que se mantenía en silencio observándolo—. Esta era tu oportunidad para demostrar que tan capaz estás de cuidar al príncipe, y no lo demostraste, pues aceptaste ir con él conociendo que posiblemente se enfrentarían a peligros y que tu, como eres apenas un solo caballero contra miles de adversidades, lo más seguro es que no podrías haberle entregado la atención que requería si es que la necesitaba.
—Su majestad, estoy completamente avergonzado de mis actos—hizo una reverencia el pelinegro, por fin inclinándose para rodear sus ojos ante el desagrado de estar con tan molesto monarca que jamás lo había aceptado ni tratado como lo merecía.— Espero que acepte mis disculpas y que el castigo que se me vaya a entregar, sea adecuado para pagar mis actos mal obrados.
—¿Qué?—chilló el príncipe al lado de su amigo inclinado, logrando que este una vez más, pusiera una mueca de sufrimiento en su rostro por las interrupciones de Luke que le costarían caras. Agradecía estar inclinado para sufrir solo, unos segundos.— ¡Tienes que estar bromeando padre! ¡Yo he sido quien ha obligado a Michael para salir de las instalaciones sin la protección ni seguridad necesaria! ¡Si no fuera por él, hubiese ido solo corriendo más peligros de los que posiblemente viví hoy! ¡Gracias a él estoy en mi salud plena mientras hablo contigo!
Michael lo único quería es que se callara, que guardara silencio y que por favor dejara que el rey terminara con su sermón. No quería ni pensar como su padre lo castigaría, como lo expondría o como lo privaría de hacer cosas. Entre el rey y el comandante, no sabría cual de ambos tenía un peor temperamento a la hora de tratarse de él.
—¡ÉL ES CONSCIENTE DE LO QUE SUCEDE ACTUALMENTE EN EL REINO Y TE EXPUSO! ¡PERFECTAMENTE PUDISTE IR EN CARAVANA, LUKE! ¡ERES EL ÚNICO Y MERECES TODO!
—¡PERO YO SOLO QUIERO A MICHAEL!
El grito del príncipe hizo que su pecho subiera y bajara por el aire que utilizó. Michael había roto el protocolo de la reverencia, para observar a Luke con impacto, pues no esperaba que él fuera capaz de desafiar tanto a su padre. Esa situación ya se había salido de control.
—Luke...—murmuró el rey sin poder creer la rebeldía y la furia con la que su hijo actuaba.
—¡TIENES QUE ENTENDERLO!—volvió a gritar desde lo profundo de sus pulmones, de su estómago, con toda la fuerza que podría acumular su largirucho cuerpo—. ¡LO ÚNICO QUE NECESITO ES MICHAEL! ¡NO UN REINO LLENO DE FALENCIAS! ¡NO UNA BURBUJA LIMITADA CON RESTRICCIONES! ¡NO MÁS PROTOCOLOS! ¡NO CONOCER A PRINCESAS NI DUQUESAS! ¡SÓLO NECESITO A LO MÁS REAL QUE TENGO QUE ES MI MEJOR AMIGO!
—Ange guardien...—susurró Michael. No sabía como sentirse al respecto, no sabía como tomar las fuerzas de Luke como para enfrentar a su padre y defenderlo, confesarle lo importante que era él para su vida. Luke jamás había explicado eso a un tercero, ni siquiera al mismísimo Michael.
—Michael, retírate—ordenó el rey, palabras que Michael no podía desobedecer.
Caminó hasta la puerta, y justamente antes de salir, le dedicó una mirada a Luke por sobre su hombro, quien tenía su azulada mirada ya puesta en él. El príncipe le asintió con suavidad, comunicándole que estaría bien, logrando que Michael finalmente apartara su mirada y saliera del despacho.
Lo último que escuchó Michael, fue el sonido de la palmada, el gemido de dolor de Luke, y el sonido de libros caer.
Michael, recordando su antigua costumbre, se deslizó al lado de la puerta para tomar asiento y esperar paciente a que su amigo saliera, sin poder involucrarse con el enemigo más grande que Luke podía tener y él único del que no podía defenderlo.
Su padre...
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Sword and Crown 》Muke
RomanceLos reyes de Camberra, el reino más importante de Oceanía, debieron pasar por muchos obstáculos para ser padres, pero cuando la reina dio a luz al príncipe Hemmings, todo fue iluminado en ese lugar lejano y aislado del mundo. La familia real estaba...