Onzième.

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Fue un momento realmente cálido y esperado, cuando el príncipe Hemmings dio un paso hacia adelante y abrazó a Michael, quien de inmediato sonrió mientras le devolvía el gesto a su mejor amigo. Fueron varios meses de lejanía, de la falta del otro, de no lograr complementarse con nadie y de hacer cada uno, sus actividades solo, sin la mayor esperanza en luego de estas, toparse con el otro esperándolo.


Michael recordó que en cada enfrentamiento con su padre, Luke lo iba a ver mientras bebía limonada helada, dejando un vaso para él luego de su derrota en manos de Kabir Clifford. Michael conocía que si en medio de ese enfrentamiento, desviaba la vista hasta el costado derecho del campo de batalla, lograba ver a Luke quien no despegaba su mirada de él en ningún momento de tal actividad.


Luke, por otra parte, recordó como todas las mañanas desayunaba en compañía de Michael justamente antes que comenzaran a vestirlo, tiempo en que él se iba para comenzar sus actividades. También recordó como el institutor, cuando eran pequeños, le había enseñado a leer al príncipe y este corrió hasta su guardián para él enseñarle a leer y escribir, con aquella iniciativa, Michael iba al salón del institutor cada día esperando por Luke para que saliera a enseñarle todas las cosas que había aprendido de ciencias, filosofía y fenómenos que le llamaban la atención a ambos. También, como olvidar cuando Luke era pintado para sus cuadros cuando era pequeño, y siempre tenía una expresión enojada en su rostro, así que era un requisito tener a Michael en esa habitación cuando al pequeño príncipe le hacían sus retratos, costumbre que se repitió por los años.


Se había extrañado, se habían hecho falta, pues una parte vital de su rutina diaria, les había sido arrebatada de un momento a otro, de raíz.


Se separaron del abrazo con unas sonrisas y sus ojos cristalinos por la emoción de ese momento, por algo tan especial que había sido tan esperado.


  —¿Estás más fuerte? 


—¿Estás más alto?—devolvió la pregunta Michael, haciendo que ambos soltaran una carcajada.


Por otra parte, Ashton admiraba las dimensiones de tal palacio, como también todos los jardines y la vegetación verde que hacía todo tan colorido. En Reino Unido, con ese clima tan crudo,  no existía tanto césped ni tantos arbustos como habían en todo el reino de Canberra.  Así que los ojos hazel de pintor, quedaron enamorados de esos tonos y no podía esperar por el pronto amanecer para verlo todo con más detalles, ya sintiéndose inspirado para pintar todo aquel paisaje.


  —Estos son solos los jardines que limitan el palacio. Como la estructura de este es una rectangular de gran dimensión, al centro podrán encontrar los jardines de flores junto a las fuentes de mármol. Los jardines traseros tienen una estructura de laberinto, que te llega hasta la cintura, donde al centro se encuentra la fuente principal con las rosas blancas de la reina en honor al príncipe, como también las enredaderas que ya comenzaron a florecer, además que junto a estas, hay dos grandes árboles de cerezo plantado también a petición de la reina—explicó Calum, llamando la atención de Ashton que abrió sus ojos a más no poder por todo lo que podría pintar.


  —Por favor, necesito ver todo eso...¡Tengo que pintarlo todo!—chilló Ashton demasiado emocionado, logrando sacarle una carcajada a Calum y captando la atención de Michael junto a Luke quienes se acercaron hasta ellos.

Sword and Crown 》MukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora