La princesa Theodere fue escoltada hasta su habitación para su descanso luego de tantas horas de espera y angustia por el paradero de Michael. Había sido realmente difícil para ella ver el estado en que el guerrero había llegado al palacio, y mientras que Luke cargaba a su inconsciente guardián, ella le hacía preguntas a Calum respecto a la situación.
Al parecer fue un grupo no menor de rebeldes que lo reconocieron por un incidente hacía unos años atrás, y conociendo la ordenanza de la corona, en que ningún caballero puede abusar de su fuerza sin órdenes fuera del palacio, tales hombres se aprovecharon de aquella condición y le dieron tal paliza a Michael. Al parecer él no se había defendido en lo más mínimo, porque si en realidad lo hiciera, caería una condena sobre sus hombros que seguramente terminaría en la horca o en la hoguera por la falta de lealtad a la corona.
Luke desde que había llegado a la enfermería, no se había separado de Michael y sus ojos estuvieron fijos en el rostro de su guardián mientras lo curaban. Su preocupación era demasiada como para notar que su madre veía todo desde la puerta, que ella veía como de vez en cuando Luke tomaba la mano de Michael para darle un apretón con la esperanza que el guerrero se lo devolviera.
Estaba angustiado, estaba demasiado preocupado porque su guardián era lo más importante que el tenía en su poder. Los palacios, coronas, pinturas, oro, plebeyos, sirvientes, lujos, joyas, terrenos, no eran nada comparado con la vida de Michael.
Así que lo acompañó esa larga noche, recostándose sobre sus brazos cruzados en la cama de su guardián, esperando que pronto tuviera signos de respuesta. Calum lo acompañó una buena cantidad de horas, hasta que decidió ir a descansar a la cama que tenía su madre en su cocina para descansar, un pequeño lujo que tenía por ser la encargada de ese gran lugar.
A la mañana siguiente, Luke fue despertado de la forma más sutil, por Thedere, pues el desayuno no iba a empezar sin él y ya conociendo en algo el carácter del rey Arthur, prefería que Luke se ahorrara ese mal rato y estuviera con otras ropas para tal primera comida. Fue muy difícil para Luke separarse de Michael, sobretodo luego de tantos años, pasar toda una noche juntos, pero Theodere tenía toda la razón y Luke no se encontraba en las condiciones mentales y físicas para lidiar con los ataque de poder que tenía su padre.
Como se mencionó, para el príncipe de Camberra fue muy difícil separarse de su guardián, así que la princesa Thedere se tuvo que dar una vuelta por el palacio para buscar a Calum, el cochero amigo de ambos hombres. Luke había puesto esa condición para irse de la enfermería, así que Calum cooperaría de todas formas para evitar que Michael estuviera solo y se despertara confundido.
Calum guió su caminar hasta la enfermería y lo único que vio fue la ancha espalda del príncipe frente al recostado Michael. El cochero se acercó, y los pasos de este hicieron que Luke volteara su rostro para verlo. Le dedicó una cansada sonrisa.
—Es increíble que tengas que pasar por cosas así para valorar a las personas...—rompió el silencio Luke, para volver a mirar a Michael. Sintió la mano de Calum en su hombro y como le daba un apretón de consuelo.
—Príncipe, el peligro siempre a uno lo hace más fuerte, atento y preparado. Ayer Michael le habló de esa forma porque era necesario, para ambos. En pocos días ya no serán los mismos guardián y príncipe que han sido todas sus vidas, serán el Rey y el Comandante en Guerra del ejército de Camberra. Ya no tendrán solo la responsabilidad del otro, sino toda la de un reino.
El príncipe escuchó las ciertas palabras de Calum y suspiró, cubriéndose el rostro por la frustración.
—Ayer fui un estúpido, un idiota. Cometí un error por la furia del momento. Tengo que aprender esto de a poco, hacerme la idea que Michael no será todo para mí, pero es difícil Calum, es difícil agregando además todo lo que siento por él.
Con timidez, guió su mano hasta la frente de Michael y la acarició. El calor de Michael lo quemaba, lo hacía temblar. Michael era demasiado para él, era algo así como lo único que tiene el riesgo o de tener por completo, o de perderlo para siempre. Lo único que no tenía el control como rey de esas tierras.
—Lo sé príncipe. Usted me dejó claro sus sentimientos frente a Michael y déjeme confesarle que yo no me podría negar a los encantos que usted destaca y que para mí son imperceptibles o no de mi interés por mi inclinación. La atención de Michael como usted menciona, sus gestos, sus fortalezas y debilidades, y lo que usted destaca, ese particular brillo que tiene en sus ojos. Usted es el mejor que conoce a Michael, y la verdad es que no dudo que todos sus sentimientos y emociones sean las más auténticas y sinceras que puedan existir.
Luke se volteó y le dedicó una sonrisa humilde a Calum conmovido por esas palabras tan puras que entregaba, pero el cochero pronto perdió su vista en el rostro de Michael e hizo una mueca.
—Michael también lo conoce muy bien príncipe, que hasta sus nuevas actitudes lo sorprenden. Ayer, antes que tal incidente ocurriese, estábamos en los establos y se notaba molesto, quizás frustrado e irritado. Se abrió un ambiente de conversación y salió el nombre de Wyatt a la luz.
—Oh no...
—Oh sí. Estaba molesto porque era obvio el parecido físico que tienen, pero Michael estaba molesto que sus actitudes desagradables también se relacionaran con el Lord y que, por consecuencia, estas llegaran a relacionarse con él. Estaba muy frustrado y molesto.
—¿Celoso?—preguntó el príncipe con una mueca, observando a Calum que tenía su vista concentrada en el rostro de Michael.
—¿Qué? Puff, no...—acentuó su mueca continuando con su vista sobre el rostro de Michael—. El dijo que se pondría celoso de Thedere, pero de Wyatt jamás...
Y un silencio cubrió la enfermería.
Un silencio profundo.
Un silencio absoluto.
Hasta que Calum abrió su boca y comenzó a negar.
—¡Yo y mi estúpida bocota! ¡No, no no! Príncipe, usted no ha escuchado nada, no piense en...
Y una sonrisa ya había cruzado por completo el rostro del príncipe de Camberra, ante la confesión de su fiel amigo Calum.
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Sword and Crown 》Muke
Storie d'amoreLos reyes de Camberra, el reino más importante de Oceanía, debieron pasar por muchos obstáculos para ser padres, pero cuando la reina dio a luz al príncipe Hemmings, todo fue iluminado en ese lugar lejano y aislado del mundo. La familia real estaba...