Capitulo No 3

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Paso una semana y Katherine y yo teníamos una conexión bastante genial, era la amiga que siempre quise.

El profesor Wesley ya tenía sus notas devuelva y yo ya iba a la par con mis compañeros.

Entre a Física, la clase fue larga pero no me concentre mucho, no podía dejar de pensar en Peter. Cuando estás enamorada solo quieres saber qué hace, cómo está, y que está pensado esa persona en este momento. Y me emociona pensar que pronto lo veré, pues mi tía Ester y Sam pronto se casarán, en un mes así que lo volveré a ver.

Se acaba la clase y salgo deprisa pero el Se. Wesley me detiene.
-Wendy necesito hablarte-, me detengo dando la vuelta estando ya tan cerca a la puerta.

-Si? Pasa algo?-, digo algo nerviosa acercándome a su escritorio.

-Si... En el examen de ayer-, saca una hoja de su carpeta.-No le fue bien, creo que necesita ayuda.

-Lo que pasa es que el tema se me complica un poco lo siento. Lo haré bien la próxima vez-, mi mirada cae al suelo.

-No se si lo sepas pero podrías quedarte algunos días después de clases y yo te puedo ayudar a entender-, me dice el señor Wesley.

-No sabía quedé podia-, lo miro con esperanza.- Muchas gracias si se lo agradecería.

-Hoy podrías quedarte?

-Claro solo tengo que avisarle a mi tia-, le sonrió sacando mi celular.

-De acuerdo te veo luego-, dice el y yo salgo del aula.

Suena el timbre, termino por hoy el horario de clases así que era hora de empezar a caminar al aula del señor Wesley.

Entro y el aún no ha llegado así que me siento en la silla más cercana a su puesto de profesor que ahí, saco mi celular y empiezo a leer una novela que me había empezado a leer de Wattpad hace poco. Hasta que escucho la puerta sonar, volteo y es el profesor.

-Viniste! Qué bien me alegra verte aquí-, dice con su sensual sonrisa pintada en la cara.

-Claro y yo agradecida con usted-, el se sienta frente a mi.

-Que te parece si corresponde esa silla aquí a mi lado, para explicarte más de cerca?-, y así hacía yo. Poniendo mi silla a su lado me siento y saco una hoja de mi cuaderno.
El empieza a explicarme y es muy fácil entenderle. Me doy cuenta mientras habla que sus ojos son verdes casi miel, y su sonrisa tiene un hueco en la mejilla derecha que se le forma lo cual lo hace muy sensual.

-Me entiendes?-, dice el.

-Claro que si-, respondí insegura me distraje pensando en que era muy lindo para ser mi profesor, para ser tan prohibido.

-No te ves convencida-, busca mi mirada con una sonrisa.

-Lo verdad es que vamos algo rápido...

-Esta bien vamos de nuevo.

Volvía a explicarme y de nuevo me enbobo, que me está pasando?

-Esta bien esta vez si-, finjiendo una sonrisa. Esta vez tampoco.

Al terminar yo recojo mis cosas de su mesa y le agradezco, cuando voy a salir me dice,-Wendy quieres ir a comer algo? Es viernes y las vacaciones de Navidad comienzan hoy, me acompañas?

-Si... Claro porque no-, digo algo insegura. Pensé que podía ser una cita pero era imposible que le gustará.

Llegamos a su auto, era un auto negro con vidrios blindados.

-Y cuéntame cómo llegaste a Argentina?-, me pregunta arrancando el auto.

-Mis padres murieron, y vine con mi tía...-, dije algo tímida.

-Oh, lo siento. Quiero conocerte cuéntame qué te gusta, que cosas odias y si tienes novio tambien-, soltaba una sonrisa al decir eso.

-Me gusta mucho salir a correr y montar bicicleta aunque hace mucho no lo he podido hacer, no me gusta para nada el picante-, le sonreía, el reía.-Y no tengo novio, tuve pero... Estoy muy lastimados aun... Y tú?-, le pregunto cambiando el tema.

-Tambien me gusta el deporte. Sabes? Deberíamos salir a correr juntos un día de estos, que te parece?

-No suena raro para nada-, era sarcasmo obvio es raro. Tú profesor de física trotando contigo? En que planeta.

-Y no tengo novia así que somos de los mismos.

Llegamos al Starbucks más cercano a la escuela. Yo pedía un frapucino y Wesley un late cargado.

Nos sentamos en una mesa en la esquina, hablamos de nuestras vidas, el me contó que tenía un gato, se llama White ya que es negro quiso contrastarlo eso me dio mucha gracia, también me contó que sus padres eran separados y que el no quería ser profesor de física su sueño era trabajar en la NAZA así que se estaba preparando para ir. Yo por mi parte le conte de mis padres y mis abuelos, lo poco que viví en Miami, y muy poco de Peter ya que cuando lo mencioné las lágrimas vinieron a mis ojos. Y tuve que frenarme de hablar de él.

Derrite mi corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora