Capitulo 19

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Llegué a casa, era tarde pero aún tenía calor, me sorprendí que Peter no estuviera acostado en el sofa de la sala de estar con su pie en el mismo sofá con el gran yeso.
- Tía, y Peter?
- Hoy tenía cita en el médico, radiografias y esas cosas, Sam lo acompañó pero supondría que ya llegarian-, dijo ella mientras subía a su habitación, -me cambiare y pediré arroz chino, te parece?
Asentí mirándola desde la sala de estar. Al ver que entró a su habitación yo hice lo mismo y camine a la mía que estaba ya a muy pocos pasos. Tenía tanto calor que apenas pase abrí la puerta de mi recámara, abrí la puerta de mi habitación al mismo tiempo que subí mi camisa, permitiéndome no ver nada, así que cerré la puerta por pura ciencia y lógica. Al quitarle mi camisa mi mirada cayó al suelo, y mi camisa estaba en mi mano derecha, a ver una silueta recostada en mi cama, mire rápidamente asustada, y quedé en shock al ver a Peter. Quien me miraba también con sus ojos muy abiertos pero aún con su mirada en mi busto.
- Que haces aquí? -, dije asustada, con un hilo de voz sin poder moverme.
- Yo... Yo...-, aún miraba mi cuerpo, hasta que llegó su mirada a mi cara y se dio cuenta de lo roja y lo shockeada que estaba en la situacion. Entonces sonrió y su mirada fue muy tierna,- yo vine porque quería que supieras que pronto me quitarán el yeso, quería que fueras la primera...-, me miró sonriendo y viendo que aún no me moví solto una pequeña risa, - te juro que disfruto lo que veo, pero creo que aún no es el momento-, miro mi camisa y mi busto dándome la señal acompañado de la expresión diciendo,- no te piensas tapar?
- Ah... Si claro que si-, respondí por fin mí me puse de espaldas a él con mi manos con la camisa sobre mi pecho. Abrí mi armario que estaba justo al lado de la puerta y saque una pequeña blusa de pequeñas tiras color rosa pastel y me lo puse rápidamente mientras le dije,- pues creo que es genial que pronto te lo quiten...-, correo a mirarlo y añadí,- entonces dime! Cuando vuelves a la escuela?-, el seguía mirándome mientras hablaba. Realmente me sentía alagada, afortunada, por su mirada tan atenta, pues cuando el me miraba veía que le gustaba lo que veía, con un lógico deseo, pero también como si fuera la última mujer en el mundo y la primera para el, pero también me sentía muy incómoda, nunca nadie me había visto desnuda como lo hacía el, ni siquiera Wesley. Porque realmente con Wesley no fui capaz de estar en paño menores, el solo entro.
Y  justo fue el sostén que tenía para mis día de descanso, ese que está ya casi dañado...
- Pues me recomendó que me diera m tiempo, pero sé que me he atrasado mucho y si quiero quedarme tengo que responder con mis estudios el intercambio, así que me dijo que mañana podría volver, con la condición de tener a alguien a mí lado-, en ese momento ya pude volver a mirarlo a la cara sin sentir que mis senos resaltaban más que yo.- Y pensé que quien mejor que tú Wen.
- Entonces sería todo el día juntos?-, pregunté intentando no sonar incomoda... En mi cabeza pasaba que tendría que ir con él a ver a Wesley y no sabía lo que podía esperar de Wesley con Katherine, ahora con Peter podría ser mayor la dificultad.
- Si todo el día, si a ti no te incomoda, ya tengo mis muletas-, dijo el señalando al dado de la cama de abajo donde caen los pies, apoyadas en la ventana de mi habitación que daba a mi balcón.
- No claro que no será un problema, mañana estaremos juntos todo el dia-, le sonreí mientras sacaba mi pequeño pantalon de el armario que hacía juego con mi blusa. También color rosa.
- Entonces tenemos que celebrar esto!-, dijo Peter mientras yo caminaba al baño, que estaba al otro lado de la habitación, del otro lado de la cama.
Cerré la puerta y lo último que vi fue a Peter estirando su mano para sacar algo de debajo de mi cama.
- De acuerdo solo espera un poco, este calor me está volviendo loca-, respondí desde el baño.
Saque de mi pantalón el celular y tenía un mensaje de voz de un número desconocido, tenía un +1 así que tenía que ser de afuera, al escuchar escuché una voz distorsionada muy gruesa que decía - así que pronto volverás con Peter, bien... Ya te estaba extrañando espero me recuerdes me dolería mucho que no! Solo es pero que recuerdes aún cómo te dije cuando llegaste y cuando te fuiste te recuerdo este es mi lugar, y si no lo logras entender esta vez dile adiós a todo esto.
Yo pude recordar que cuando llegue a donde mis abuelos también tuve un mensaje anónimo que me amenazaba cuando llegue por Peter, y luego al llegar aquí esta misma persona me había escrito. Pero también recordé que antes no le puse atención entonces ahora tampoco lo haría.
Me cambié y tomé mi celular.
Al salir vi a Peter está vez acompañado de una caja de cervezas, eran seis exactamente.
- Que haces con eso?-, dije divertida sentándome a un lado de la cama.
- Pues tenemos que celebrar, no?-, dijo abriéndome más espacio a su lado.
- Pero tú no puedes tomar, estás tomando pastillas-, lo regañe sin dejar de sonar divertida.
- Por eso todas son para ti, claro no todas te las tomarás hoy... Hasta donde puedas.
- No, no yo no todo-, respondí hechando a un lado fuera de la cama.
- No, no-, me alcanzó a agarrar de la carrera pegándole más a el.- Tú tomarás por los dos!
- Pero mis tíos! Ellos puede que-, el me interrumpió y dijo.
- Ellos me las compraron, ellos saben y están de acuerdo. Para ser más exacto Sam está más de acuerdo.
- Bien... Pero promete que cuando diga no más, es no más.
- De acuerdo-, dijo con una risa y me besó la mejilla. - La idea no es hacerte daño.
Golpearon la puerta,- si? -, grite poniéndome de pie para acercarme a ella.
Peter guardo rápido la cerveza de nuevo bajo la cama.
- Estás con Peter? -, era mi tía Ester.
- Si claro que lo estoy-, dije ya abriendo la puerta.
- Pues tengo malas y buenas noticias, la mala es que no comeremos arroz chino, la buena es que Sam y Peter nos compraron pizza así que quería saber si querían un poco.
- De acuerdo iré a traer la mía y la de Peter contigo-, dije saliendo con Ester.
- Linda odio ser la tía aguafiestas pero por favor no vuelvas a echar seguro si estás con Peter sola en casa, de acuerdo? Nunca he estado de acuerdo don eso y lo sabes-, asentí cuando terminó de decir esto y me entrego ambos platos.
- Bueno, provecho para ambos-, añadió mi tía dándome señal de ya ir con Peter.
- Okey sin seguro,- dije cuando entré a mí habitación.
- Yo no tenía idea de que habías puesto seguro, creo que vas con otras intenciones conmigo-, dijo Peter divertido ya con las cervezas denuevo a su lado pero con el espacio guardado para mí.
Terminamos de comer, y empezó a darme botellas de cerveza, a medida que mas tomaba sentía un deseo pases alto de reírme, de divertirme con Peter así que todo lo que salía de su boca me hacía tanta gracias!
- De acuerdo entonces cuéntame, cual ha sido la vez que más miedo has sentido, sin contar lo de tus padres-, dijo Peter aprovechando que ya no estaba sobria y que era más la yo honesta que la tranquila y que sabía disimular un poco lo que pensaba.
- Bueno pues, cuando más miedo sentí fue cuando estuve viviendo con Elizabeth y tú empezaste a ser una mierda conmigo-, solté una risa.
- Ay! Wen no conocía ese lado grosero tuyo-, sonrió, y me acarició la mejilla.
- Fui un gran idiota por dejarme llevar por esa chica.
- Verte besarla es de los dolores maaas grandes que he sentido-, hice gran énfasis en el más al decirlo.
- Enserio? Cuéntame, porque?-, vi que se acercó un poco más a mí.
- Porque desde que te conocí te escogí a ti sin darme cuenta, y cuando supe que tú pensabas igual que yo realmente espere que fueras tú. Pero pasaste tan por encima mío, aún cuando sabías que ella no me quería allí.
- Pues supiste vengarte amiga-, dijo Peter volviendo a alejarse un poco de mi y su mirada cayo al suelo.
- De que hablas? Si no encontré a nadie que supiera sanarme?
- Cuando llegue y te vi con Wesley volví a sentir lo que siento cuando mis papás se van de viaje, cuando vuelvo a mí soledad como si no fuera una persona que merece amor, y lo sentí tan asi, porque el día en que tú estuviste en mi casa cuando estuve solo y tan mal, tú fuiste la única que me busco. Y te perdí...
- No me perdiste-, respondí tomando otro sorbo de cerveza.
- Ah no?
- Pero tampoco me ganaste-, le sonreí acercándome tanto a el que nuestras narices chocaron suavemente, ambos nos miramos fijamente a los ojos, aún cuando mirada seguía pérdida,- pero tengo que confiar-, añadí dejando que mis ojos cayeran a sus labios.
Ambos seguíamos mirándonos estando tan cerca, el cerro sus ojos y se corrió un poco más a mi lado, haciendo que nuestras caderas se tocaran, y mientras tanto su nariz acariciaba la mía, haciendo que mi corazón borracho se aserlerara, yo me lancé a besarlo sin pensar algo que claro yo nunca haría.
El correspondió pero de inmediato apartó sus labios, me miró y haciendo que nuestras frentes chocaras me dijo con su voz suave,- ahora no tiene porqué pasar, cuando realmente estés lista pasará-, respondió el. Una parte de mi se molestó con el, me arriesgue mucho, nunca haría eso, y me sale con que ahora tengo que esperar.
- No quiero esperar mas-, le respondí acercándome a besarlo, pero actuó rápido y se apartó.
- Yo tampoco-, me dijo mirándome de arriba abajo todo mi cuerpo y volviendo a mí rostro,- créeme que yo tampoco, pero te dije que lo iba a hacer bien.
Yo desesperada y cansada solo gemi,- ahhh, cuando no quiero que seas así lo eres-, me acomode en la cama, - y cuando lo deseo con todas mis fuerzas-, dije cerrando mis y me acosté en su pecho,- tú cambias todo.

Derrite mi corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora