Capitulo 30

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No dormí en todo la noche estuve haciendo la maleta aún decidiendo cómo llevaría todo mi armario de nuevo a otro país. Esta parte yo siempre me he hecho bolas pues suelo ser complicada para muchas cosas.
Termine de empacar y estar aguara con todo a las 3 de la mañana. Pero en ese momento aún no me había dado cuenta de la hora, fue apenas cuando decidí recostarme un rato en mi cama antes de salir al aeropuerto.
Cerré los ojos y poco tiempo después sentí que la cama a mis espaldas se hundió como si alguien se acostara tras de mi, y en menos de nada sentí un brazo un poco peludo pasando sobre mi cintura para abrazarme.
-Mm...-, sólo murmuré quejándome del hecho de que si Peter estaba aquí era porque ya teníamos que estar listos para salir. -Que hora es?
- Las 3:15 de la mañana es hora de despertar, tenemos que salir en media hora al aeropuerto, despierta bella durmiente-, dijo dándome un ligero y lindo beso en la mejilla.
-No he descansado nada! Apenas hace unos minutos acabe con eso-, sin abrir mis ojos señale tras de nosotros donde estaban mis dos maletas.
-Tranquila en el avión podrás descansar, es un viaje largo, vamos!-, dijo Peter sentándose a mi lado aún acariciando mi panza suavemente con su mano.
-De acuerdo... Me pondré de pie-, jadee sentándome y acercándome al borde dónde estaba Peter.
-Wen... Yo tengo que decirte algo-, me dijo mientras entrelazo nuestras manos y sin dejar de mirarlas. No me miraba aún a los ojos.

-Que pasa?-, dije mientras con mi otra mano arreglaba lo que podía mi cabello

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-Que pasa?-, dije mientras con mi otra mano arreglaba lo que podía mi cabello.
-Te he tenido que decir algo desde el día en que hable con mi madre pero el miedo me mataba, no sabía cómo lo tomarías-, al decir esto por fin sus ojos estaban en los míos, con sus cejas haciendo una expresión de terror. Entonces supe que debía empezar a preocuparme.
-Te escuchó! Tienes toda mi atención!
-Pues... Mi madre me ha dicho que para que te quedes tendría que decirte algo así que...-, tomo aire y siguió hablando.- Quieres ser mi novia?-, no podía entender lo que pasaba porque según lo que antes habíamos quedado iríamos despacio y realmente no hemos tenido tiempo para tener una cita normal poco tenía imaginado que sería.
-Pero claro que si! Que mejor forma que llegar allí y decirle a todos en cara que estamos juntos?!-, respondí sin refutar lo que mi cerebro si estaba cuestionando. Pues era lo que yo quería desde el comienzo Peter fue quien dijo que quería darme tiempo y ya me lo había dado así que era un momento perfecto.
Peter tenía una expresión extraña, algo consternada y a la vez con una sonrisa tímida.
-Realmente lo quieres?-, dije yo poniendo mi mano en su cuello acercándome un poco a él.

-Claro que quiero-, y sin responder nada más me beso con fuerza sin detenerse ni pensarlo

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-Claro que quiero-, y sin responder nada más me beso con fuerza sin detenerse ni pensarlo.
Fue un beso decidido y profundo. Sus labios iban al mismo ritmo que los míos éramos buenos en lo que hacíamos. Hasta que él se detuvo y apoyó su frente en la mía sin tener mucha distancia entre sus labios y los míos.
-Entonces tengo que arreglarme para el gran día-, le dije sin dejarlo decir más.
-De acuerdo, entonces estaré afuera esperándote-, beso mi frente al decir esto me sonrió después camino despacio a la salida. 
Me puse un buzo de la vino tinto corto con un pantalón negro y mis tenis blancos.
Al estar lista salí de la habitación, Peter, Sam y mi tía Rut estaban listos en la cocina esperándome.
-Bueno vamos, déjame ayudarte con eso-, dijo Sam al verme llegar a donde ellos, tomó mis maletas y salió. Y acompañado de Ester salieron adelantándose y yo esperaré a Peter para ayudarle a bajar las escaleras.
———————
Llegamos al aeropuerto una hora tarde, ya que el tráfico estuvo algo lento por un accidente llegando.
-Tia tienes que llamar a la madre de Peter! Recuerda que dijo que te comunicarás con ella hoy!-, le dije a Rut mientras caminábamos rápido a la salida internacional.
-Ustedes entren y haga todo para entrar a tiempo-, dijo ella en el momento en que ya estábamos en la salida, hora de despedirnos.
-Yo la llamaré en el momento en que se vayan, tranquilos-, Peter estaba en silencio poniendo mucha atención a todo lo que pasaba, se veía extraño.
-Está bien, muchas gracias por todo tía, te veré del otro lado en una semana-, la abracé muy fuerte tratando de evitar que mi voz se quebrantara.
-Tranquila no será mucho que estaremos sin vernos. Avísame cuando estén en casa de Peter, estaré atenta-, dijo mi tía Rut mientras salíamos del abrazo.
Asentí y me despedí de Sam mientras mi tía despedía a Peter. Cuando salieron del abrazo mi tía le terminó de decir a Peter,- ella está en tus manos. Si le pasa algo me las pagaras-, luego sólito una risa al decir esto Rut.
Logramos llegar a la sala de espera con 5 minutos de anticipación para que nos hicieran entrar al avión.
-Lo logramos aún con tu pierna así!-, le dije feliz a Peter mientras estábamos esperando a que llamaran para hacer la fila.
-Me alegra poder empezar viviendo contigo desde ya-, dijo Peter mientras me abrazaba por los hombros.
-Aunque creo que deberíamos empezar por saber que piensa tú madre!-, le dije con una sonrisa y en beso mi frente. -Y a mi abuela! Creo que estará feliz de vernos juntos!-, cuando la mencioné su rostro se quedó paralizado y entendí que Peter estaba teniendo problemas, tiene que decirme.
-Que sucede Peter, has estado raro desde esta mañana o antes, muchos días antes. Qué pasa.
-Nada bebe, tal vez-, me interrumpió el sonido de la persona encargada de recibir lo tiketes de viaje.
-Damos ingresó a todos los pasajeros con destino a California- Miami.
-Vamos entremos antes que esto se llene-, dije yo buscando mi pasaporte en mi chamarra.
Llegamos al avión y apenas miramos nuestros asientos, decidí dejar a Peter hacerse en la ventana, quedando yo hacia el pasillo.
-Mi madre ya sabe que vamos a llegar allí hoy, me acaba de escribir-, dijo Peter guardando el celular en el bolsillo.
-Que bueno! Al menos alguien nos recibe en el aeropuerto. Voy a descansar un poco-, le dije a Peter acostándome en su pecho, en instantes quede totalmente profunda.

Derrite mi corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora