Maraton 2/2
Me froté las muñecas con cautela mientras él se levantaba de la cama y se ponía los jeans. Tomó mis pantalones y camisa, y los arrojó sobre la cama, sin mirarme a los ojos. Me puse mi ropa rápidamente preguntándome qué había hecho mal. Agarró mis bragas rasgadas del suelo y las deslizó en su cajón de la cómoda y salió rápidamente de la habitación. Terminé de vestirme y lo seguí. Estaba en la mesada de la cocina, sirviéndose otro trago. Caminé detrás de él, envolviendo mis manos alrededor de su cintura.
―No ―dijo en voz baja mientras apartaba mis manos. Se tomó de golpe otro trago y me sentí mortificada.
―¿He hecho algo mal? ―pregunté, preocupada de que no hubiera disfrutado tanto como yo. Así no era exactamente como me había imaginado mi primera vez, pero no me arrepentía. Él no contestó, sólo se quedó mirando a lo lejos―. Me voy a ir. No vivo lejos de aquí ―dije, dejando que mi voz se apagara.
Se sirvió otra copa, sin apartar los ojos de la botella. Me escabullí por la puerta delantera, esta vez no trató de detenerme. Me abrí paso por la escalera poco iluminada. Me di cuenta que mis libros todavía estaban en su auto, pero decidí dejarlos allí. Estaba requiriendo toda mi fuerza para no romper a llorar. Sólo quería llegar lo más lejos posible de aquí. Saqué mi teléfono, pero me di cuenta que no tenía a quien llamar. Crucé los brazos sobre mi pecho y caminé rápidamente hacia mi casa. Los efectos del alcohol casi habían desaparecido y me hubiera gustado que no lo hubieran hecho. Pude ver las luces reflejadas en el edificio en frente de mí cuando un auto se dirigió a mi lado y se detuvo.
―Entra ―dijo el Sr. Payne airadamente. Me negué a mirarlo y comencé a caminar más rápido. El auto rodó lentamente a mi lado mientras yo continuaba―. ¡Entra! ―gritó más fuerte y me di cuenta de que estaba realmente cabreado.
―¡Vete a la mierda! ―grité en respuesta, sorprendiéndome a mí misma. Detuvo el auto de golpe y saltó de él. Me detuve, preguntándome qué iba a hacer mientras avanzaba hacia mí. Él sólo llevaba sus jeans y nada más―. Déjame en paz ―grité furiosa, pero continuó avanzando hacia mí.
―Vamos ―dijo mientras me agarraba del brazo, empujándome hacia su auto.
Traté de liberarme, pero él apretó su agarre. Abrió la puerta y esperó a que yo cumpliera. Lo fulminé con la mirada y me deslicé en el asiento. Se dirigió hacia el lado del conductor y entró, cerrando la puerta detrás de él con fuerza.
―No debería haber dejado que te fueras ―dijo con calma.
―¿En cuál oportunidad? ―pregunté y él agarró el volante con fuerza, sus nudillos tornándose blancos. Me miró con enojo y de pronto me arrepentí de mi actitud.
―No soy bueno para ti, Cassie. ―Suspiró. Levanté la vista para mirarlo a los ojos. Parecía triste y enojado, pero no estaba segura de si estaba dirigida a él o a mí.
―Sí, lo entiendo. No me quieres. ―Puse los ojos en blanco y luché contra las lágrimas que habían resucitado de nuevo.
―¿No te quiero? ―se rió, su rostro agitado por la confusión―.Cassie, acabo de tenerte. ―Su expresión se volvió seria otra vez―. ¿Es eso lo que querías para tu primera vez? ¿Una persona atándote? ¿Follándote y humillándote? ―preguntó y me di cuenta de que estaba molesto consigo mismo y no conmigo. Me relajé un poco y pensé sobre cómo responder...
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Señor Payne // Hot
Fanfiction¿Como su vida puede cambiar de un segundo para otro? ¿Puede confiar en él?