Cap38.-'' Elige algún lugar cálido, te quiero desnuda tanto como sea posible ''

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Nunca lo había visto tan enfadado pero en la superficie estaba tranquilo. Llevé mis rodillas a mi pecho y lo escuché hablar, deseando poder escuchar el otro lado de la conversación. Colgó el teléfono y desapareció en su dormitorio, reapareciendo unos minutos más tarde con sus zapatos y una chaqueta ligera.

—¿A dónde vamos? —Salí del sofá y caminé hacia él.

—Tú te quedas aquí. —Sentí mi corazón hundirse. Caminó hacia mí y tomó mi rostro entre sus manos—. Voy a ir a pagarle a Sophia y a sacarla de nuestras vidas.—Me dio un beso en la frente, presionando sus labios con fuerza y quedándose por un segundo adicional—. ¿Has pensado ya dónde iremos después de la graduación? —preguntó, tomándome por sorpresa. Pensé que después de que hubiésemos descubierto quién estaba amenazando a Liam, no tendríamos que irnos—. ¿Qué? —Sus cejas se juntaron en confusión.

—¿Todavía quieres ir?

—Por supuesto. ¿Por qué no habría de hacerlo? Sólo elige algún lugar cálido. Te quiero desnuda tanto como sea posible. —Él sonrió maliciosamente y se volteó para irse—. No le abras la puerta a nadie —advirtió y cerró la puerta detrás de él. Suspiré y miré alrededor.

Me dirigí de nuevo al sofá y encendí el televisor mientras pensaba en todos los diferentes lugares a los que podíamos ir Liam y yo.

Me di cuenta que después de la graduación él y yo ya no tendríamos que ocultarnos, por lo menos no después de un tiempo. Me animé ante la idea de caminar con él de la mano por la calle. Me había enamorado perdidamente de él y quería ser capaz de decírselo al mundo. También pensé acerca del pago de dos millones de dólares que él estaba haciendo para poder estar conmigo. Podría haber terminado lo que teníamos. No había ninguna prueba de que alguna vez hubiésemos estado juntos, pero en lugar de eso le estaba pagando a su ex para poder continuar viéndome.

Mi pensamiento se interrumpió cuando alguien llamó a la puerta. Rápidamente apagué el televisor y me acerqué de puntillas a la cocina.

—Sé que estás ahí —gritó una mujer, irritada. Eché un vistazo por la mirilla para ver a Angela, la secretaria del instituto, al otro lado.

Agarré el teléfono y le marqué a Liam.

—¿Qué pasa? —preguntó en cuanto se respondió.

—¡Angela está aquí! —dije en voz baja, caminando de regreso al dormitorio para alejarme de la puerta.

—Mierda. Probablemente vio mi auto abajo y piensa que la estoy evitando.

—¿Tu auto está abajo? ¿Cómo tú...?

—Stephen me recogió. Él quería ir conmigo para el intercambio de dinero. Sólo quédate en el interior y en silencio. Ella se irá pronto.

—Está bien. ¿Y qué hay de mi auto? —Estaba mordiendo mi labio cuando ella volvió a llamar a la puerta.

—Lo moví antes de irme. Está estacionado al otro lado del edificio. Cassie, lamento todo esto. —Pude oír la tristeza en su voz.

—No te preocupes —contesté y colgué. Me paseé por la habitación hasta que la casa quedó en silencio. Cuando estuve segura de que se había ido fui a la cocina y  miré por la mirilla. No había ni rastro de ella. Suspiré y volví al sofá para ver la televisión. 

Señor Payne // HotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora