Capitulo 24.- '' Voy jodidamente a matarlo si pone su mano sobre ti de nuevo ''

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—Mucho tiempo sin vernos —dijo Jeff sonriendo de oreja a oreja.

—¡Hola! —respondí, dándole un medio abrazo, con cuidado de no acercarme demasiado.

—Estaba esperando que esta noche tuviéramos la oportunidad de bailar —dijo tímidamente. Asentí pero no tenía ninguna intención de bailar. Sobria, tenía dos pies izquierdos a lo mucho. Mi bolso vibró y lo miré, dejándolo dentro de mi bolso.

«Voy jodidamente a matarlo si pone su mano sobre ti de nuevo»

—¿Sabes qué? ¡Me encantaría bailar! —dije, agarrando la mano de Jeff y arrastrándolo a la pista. Estaba tan llena de gente que no tenía opción más que estar contra él mientras movía mis caderas con la música, tratando desesperadamente de parecer que estaba disfrutando.

Después de un rato, casi olvidé que estaba haciéndolo por venganza y empecé a disfrutar. Claire y Becka se unieron a nosotros con un par de chicos del instituto y todos reímos y bailamos juntos. Me di vuelta, escaneando la barra por Liam.

Él estaba de pie frente a mí, la bonita y pequeña rubia presionada contra él mientras le susurraba al oído. Sentí mi corazón hundirse en mi estómago mientras estaba allí, devolviéndole la mirada. Sus ojos se estrecharon.

—¡Vamos! —gritó Becka agarrando mi brazo. Le di la espalda a Liam dando mi mejor esfuerzo para verme impávida, pero me estaba muriendo por dentro.

—¡El Sr. Payne se fue! —le dijo Claire a Becka y me esforcé por escuchar.

—No es como si tuvieras una oportunidad con él de todos modos —disparó Becka de vuelta, moviendo su cabello. Eché un vistazo a la barra. El Sr. Payne no estaba por ninguna parte a la vista y la bonita rubia que estaba toda encima de él tampoco estaba.

—Voy a usar el baño —grité en el oído de Becka.

Me abrí paso a través de la multitud hasta el otro lado del edificio. Para tan ocupado como el lugar estaba, el baño estaba prácticamente vacío. Me quedé de pie en el lavabo, mirándome por un largo rato. Sabía que venir aquí fue una mala decisión. Me abrí paso a través de la gente de vuelta a la barra y me ordené otro trago. Lo bebí mientras veía a todos mis nuevos amigos bailar y pasar un buen rato. Ellos eran ajenos a mi ausencia. Bebí otro, sola mientras miraba mi celular. Ningún mensaje nuevo. Me detuve en el número de Becka mientras los veía.

«Mi tía llamó. Quiere hacer las paces.»

Presioné enviar y esperé a que ella respondiera.

«¡Será mejor que me llames mañana!»

Su mensaje resplandeció en mi pantalla y di un suspiro de alivio. Estaba demasiado atrapada en su diversión para discutir conmigo. Terminé mi bebida y dejé la copa sobre la barra antes de abrirme paso al exterior. El aire de la noche era frío y maldije a Becka bajo mi aliento por vestirme como una muñeca Barbie viviente.

Abrí el Internet en mi teléfono y traté de buscar un servicio de taxi. No pude conseguir señal lo suficientemente fuerte así que sostuve mi teléfono en el aire. Después de un momento, me rendí y caminé hacia la acera en frente del club. Un elegante auto negro se detuvo a mi lado y mi corazón saltó en mi garganta mientras la ventana bajaba. Me detuve, esperando a que él dijera algo, negándome a mirar en su dirección.

—Entra jodidamente al auto. —Su voz fue baja y sin exención. Tragué fuerte, luchando contra la rabia que había sentido cuando pensé que se había ido con la otra mujer—. No me hagas repetirlo. —Mordí mi labio y abrí la puerta, nunca encontrando su mirada.

Arrancó rápido en el tráfico y rápidamente envolví el cinturón alrededor de mi cintura. Lo odiaba, pero sabía que todo lo que pasó esta noche fue mi culpa. Crucé mis brazos sobre mi pecho y me quedé mirando fuera a la noche mientras todo pasaba volando en un borrón.

Cuando llegamos a su casa, salió del auto, cerrando su puerta de golpe y se dirigió a las escaleras. Me quedé cerca al vehículo, preguntándome si debería irme. Sabía que las cosas iban a ponerse mucho peor antes de que se pusieran mejor, si es que mejoraban algo en lo absoluto. Mordí mi labio y me moví hacia las escaleras. Cuando hice mi camino a lo alto, él estaba parado cerca de la puerta, sus ojos ardiendo sobre mí. Miré al suelo mientras me escabullía pasando a su lado.

Señor Payne // HotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora