―Eso no es obviamente lo que me imaginaba, pero yo... lo disfruté ―dije en voz baja. Sus ojos se iluminaron ante mi respuesta.
―Sé que lo hiciste. ―Se lamió los labios y esa sensación maravillosa se disparó a través de mi cuerpo hasta mis zonas más íntimas. Me mordí el labio y me metí el cabello detrás de la oreja.
―No es como si no pudiéramos intentarlo de nuevo. ―Pude sentir mis mejillas arder de vergüenza al momento en que las palabras salieron de mi boca. Él tragó con fuerza y negó con la cabeza ante la idea. Había tenido suficiente de su rechazo por un día. Abrí la puerta lista para correr en la oscuridad de modo que pudiera llorar sola.
―¡Cassie! ―gritó, agarrando mi brazo para que no me fuera―. No quería decir que no quiero volver a hacerlo, es sólo que no puedo darte lo que quieres. Lo que pasó allí es todo lo que sé. Nunca habrá nada más que eso conmigo. No me acerco a las personas. No me preocupo por las personas ―explicó y mi cabeza empezó a nadar con toda esta información.
―¿Entonces por qué estás aquí? ¿Por qué no me dejas caminar a casa? ―pregunté. Se vio absolutamente atrapado con la guardia baja.
―No lo sé. ―Su apretón se aflojó en mi brazo. Asentí, dándome cuenta de que había cometido un gran error. Había construido al Sr. Payne en mi cabeza para ser alguien que nunca fue o quiso ser.
―Buenas noches, Sr. Payne. ―Me bajé y salí a la calle oscura.
―Liam ―gritó detrás de mí.
―¿Qué? ―pregunté, volviéndome hacia el auto.
―Mi nombre es Liam. Por favor, entra en el auto. No es seguro aquí para ti. ―Lo pensé por un momento, mirando alrededor de la calle poco iluminada―. Por favor ―gritó, con una voz llena de preocupación. Me di cuenta de que tenía razón y regresé al auto. Lo último que quería hacer era caminar.
Condujimos en silencio, hablando solamente para darle las instrucciones a mi casa. Estacionó en la calle sólo en caso que mi tía estuviera en casa, pero el camino de entrada estaba vacío.
―Gracias ―le dije con timidez.
Él miró al frente, apretando la mandíbula. Me bajé y me dirigí a la casa. Estaba vacía y estuve agradecida de que no necesitara inventar ninguna excusa. Caminé al pasillo hacia mi habitación, encendiendo la luz. Cuando me asomé por la ventana, vi al Sr. Payne alejándose, sus luces traseras desvaneciéndose en la oscuridad. El día de hoy había sido agotador. No podía esperar a meterme en la cama y dormir un poco.
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Señor Payne // Hot
Fanfiction¿Como su vida puede cambiar de un segundo para otro? ¿Puede confiar en él?