Capitulo 22.- '' Te extraño ''

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Me sentí aliviada de encontrar la cocina vacía. La madre de Becka se había ido a trabajar en su jardín, dejándonos el camino libre para hurgar en el refrigerador por aperitivos. Becka me alcanzó un plato de galletas y algunas sodas. Agarró algunas cosas más e hicimos nuestro camino al piso de arriba hacia su dormitorio.

—Entonces, ¿qué le pasó realmente a tu mano? —preguntó y tomó un largo trago de su soda.

—Fue un accidente —respondí secamente.

—Un rumor en el instituto dice que conseguiste joderlo con todo tipos de drogas y trataste de suicidarte —me explicó como si estuviera hablando sobre el clima. Puse mis ojos en blanco y mordisqueé una galleta.

—La verdad es mucho más aburrida. —Capturé la luz de mi teléfono parpadeando por el rabillo de mi ojo.

—Lo es siempre. —Reí y me incliné para sacar el teléfono de donde estaba, y le di un vistazo a la pantalla. El identificador de llamada decía “Liam el Conquistador”. Sonreí, dándome cuenta que lo debió haber programado cuando estaba en el baño.

«¿Tienes alguna idea de lo que te quiero hacer en este momento?»

No pude evitar que mis mejillas se ruborizaran.

—¿Qué? ¿Quién es? —preguntó Becka, agarrando mi teléfono. Lo retuve y alejé su mano.

—Nadie, sólo un viejo amigo de casa. —Mentí. Escribí una rápida respuesta y deslicé el teléfono en mi bolsillo.

«¿Quién eres? Es tan difícil mantener a mis admiradores en línea.»

El teléfono vibró en mi bolsillo pero lo ignoré, sonriendo para mis adentros.

—Algo está pasando contigo. —Becka sonrió, ignoré su acusación.

—Vamos a ver una película o algo —dije, mirando la pantalla plana a los pies de su cama. La televisión era enorme. La que había en la sala de estar de mi casa era mucha más chica y no era uno de los nuevos modelos que podían ser colgados en la pared.

—¿Qué tienes ganas de ver? —preguntó ella, pero me di cuenta que ella ya tenía algo en mente.

—Nada triste —le advertí. La última cosa que quería hacer era bajar mi estado de ánimo. Mientras Becka buscaba en su colección de películas, yo saqué mi teléfono y revisé los mensajes que Liam me había mandado.

«No es gracioso. Puedo imaginar unas cuantas maneras de castigarte después.»

Sonreí y le envié una respuesta rápida.

«Estoy esperando por eso.»

—¿Qué hay sobre una de terror? —preguntó Becka, mirando mi teléfono.

—Suena bien —respondí, y guardé el teléfono de vuelta en mi bolsillo. Lo sentí vibrar otra vez pero resistí la urgencia de mirarlo. Estoy consiguiendo latigazos por los cambios de humor locos del Sr. Payne. Necesitaba dar un paso atrás y averiguar qué era lo que quería de él. Pero ahora no era el momento. Estaba demasiado drogada para pensar y cuando lo intenté todo lo que pude imaginar eran en sus labios sobre los míos.

—¿Qué te asusta? —dijo Becka mientras se dejaba caer en la cama junto a mí.

—¿Qué? —pregunté, parecía que ella estaba leyendo mis pensamientos.

—La película. Sé que es algo flojo pero pensé que podríamos pasar un buen rato con esto. —Explicó, sacando una almohada de detrás de mí y poniéndola bajo su cabeza.

—Oh, suena… bien —contesté, acostándome en la cama y agarrando una galleta.

Las siguientes horas pasaron en un borrón. En todo lo que podía pensar era en lo que Liam estaba haciendo. Me disculpé para ir al baño para poder revisar mi teléfono.

«Lamentarás haber dicho eso.»

Mi corazón dio un vuelco en mi pecho mientras pensaba en enviarle otro mensaje.

«Te extraño.»

Pulsé enviar y me lamenté inmediatamente. Mi teléfono vibró en segundos.

«Cassie, no.»

Sentí un nudo formarse en mi garganta. ¿No tenía ningún sentimiento hacia mí? Salí del baño tratando de ocultar la tristeza en mi rostro.

—¿Qué quieres hacer ahora? —preguntó mientras encendía el porro de nuevo.

—Olvídalo —dije mientras lo agarraba de sus manos y le daba una larga calada.

—Bastante fácil. Salgamos —respondió con una sonrisa. Me miró con ansiedad, esperando mi respuesta. Si a Liam no le importaba, ¿por qué debería hacerlo a mí?

—Hagámoslo. —Le devolví la sonrisa, insegura de que fuera la mejor idea.

—¡Genial! —gritó Becka mientras agarraba mis brazos—. Vamos a encontrar algo caliente para vestir y llamaré a Claire. Sé que a Jeff le encantará verte —bromeó.

—¿Qué deberíamos vestir? —pregunté, esperando que tuviera algo cómodo en mente.

Señor Payne // HotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora