-Nuestras cosas. -Señale hacia atrás al auto. Me hizo una mueca.
-Serán llevadas por nosotros. -Lo dijo con un gesto de la mano. Entramos y tuve que dejar de mirar alrededor. El suelo era de mármol blanco con un candelabro enorme que colgaba encima. Adelante había dos escaleras idénticas enormes. Liam me sonrió-. ¿Abrumador? -preguntó y todo lo que pude hacer fue asentir-. Supuse que después de las últimas semanas nos vendría muy bien unas vacaciones agradables. Vamos. Quiero mostrarte nuestra habitación. -Sonrió y se dirigió a la escalera derecha. Lo seguí a una puerta en la parte superior de la escalera. La abrió para revelar una habitación del tamaño de mi casa. Las paredes estaban cubiertas por un costoso tapizado oscuro y una enorme moldura de cornisa. En el centro estaba una cama gigante ricamente tallada de cuatro postes. Entré y pasé mi mano por el poste.
-Tan hermosa -dije mientras Liam envolvía sus brazos alrededor de mi cintura desde atrás.
-Tú eres la cosa más hermosa en esta casa. -Besó mi mejilla y no pude evitar sonrojarme. Él estaba siendo tan diferente. Sólo podía suponer que un gran peso había sido levantado de sus hombros después del arresto del esposo de Angela. Me empujó juguetonamente hacia atrás en las esponjosas sábanas que me tragaron entera. Me reí cuando cayó encima de mí, sus dedos trazando mi mandíbula. Su expresión se volvió seria por un momento y dejé escapar una risa nerviosa. Echó un vistazo a la pared detrás de mí.
-¿Qué? -pregunté, tratando de mirar por encima de mi cabeza. Sonrió y me besó rápidamente.
-Sólo estaba tratando de averiguar cómo te ato a los postes. -Me reí cuando alguien se aclaró la garganta detrás de nosotros. Liam y yo miramos hacia la puerta.
-Sus pertenencias, señor. -Liam asintió al hombre-. ¿Desean algo para el almuerzo? -preguntó. Liam bajó la mirada hacia mí y de nuevo a la puerta.
-No, gracias. Vamos a ir a almorzar fuera. ¿La cena sigue para las ocho? -El hombre asintió y salió de la habitación. Incliné mi cabeza hacia un costado, pero él sólo sonrió. Se deslizó fuera de mí y tendió su mano por la mía. Deslicé mis dedos en los suyos y me sacó de la cama sin esfuerzo-. ¿Hambrienta? -preguntó, envolviendo sus brazos alrededor de mi espalda. Me di cuenta que mi estómago estaba completamente vacío.
-Mucho -dije, poniendo mi mano sobre mi estómago.
Nos cambiamos rápidamente y nos dirigimos hacia el garaje. Un convertible negro pequeño estaba estacionado junto a la entrada.
-¿Te gusta? -preguntó Liam mientras presionaba un botón en sus llaves. Las luces parpadearon y el auto sonó en respuesta. Sonreí y asentí mientras me deslizaba hacia abajo en el asiento. Nos abrimos paso por la ciudad a un pequeño restaurante apartado. Nos sentamos en la ventana del frente, mirando a los transeúntes mientras ellos no nos daban una segunda mirada.
-Podría acostumbrarme a esto. -Sonreí. El ceño de Liam se frunció-. Quiero decir, ser capaz de estar en público contigo. Es bonito. -Sonreí, poniendo mi mano en la suya. Su rostro se relajó, pero podría decir que algo estaba en su mente.
-¿Qué pasa? -pregunté, girando mi cuchara en la sopa. Negó con la cabeza mientras empujaba la comida en su plato alrededor.
-Sé que todo esto es... divertido, pero en realidad puede destruir la vida de alguien si se lo permites. -Sabía que él estaba refiriéndose a Sophia y mi estómago se retorció en nudos.
-Liam, mírame. Yo ni siquiera sabía que esta parte de tu vida existía. No me importa nada de esto. Te amo. -Lo miré a los ojos mientras le decía exactamente lo que sentía. Tragó con fuerza y miró de nuevo a su comida. Sabía que pensaba que tenía algo especial con Sophie también, antes de que ella tomara el dinero y lo dejara con el corazón roto-. ¿Confías en mí? -pregunté, sonriendo mientras pensaba en la última vez que le había hecho esa pregunta.
-Por supuesto que sí -dijo, su expresión ablandándose. Sonreí.
-No soy ella -susurré. Pasó las manos por su cabello desordenado.
-Salgamos de aquí. Quiero mostrarte algo. -Sonreí y puse mi servilleta al lado del plato.
-¿A dónde vamos? -Coloqué mi mano entre las suyas mientras me levantaba de la mesa.
-Es una sorpresa. -Me guiñó un ojo mientras colocaba un poco de dinero sobre la mesa.
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Señor Payne // Hot
Fanfiction¿Como su vida puede cambiar de un segundo para otro? ¿Puede confiar en él?